Versiculos Para Meditar

Velar y estar preparados

Mateo 25:13   

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

La advertencia que Jesús hace de velar está al final de la parábola de las 10 vírgenes. En esta historia contada por Cristo, estas diez jóvenes estaban esperando la llegada del novio como parte de una costumbre especial de las bodas judías.

Cinco de estas jóvenes mujeres eran prudentes y trajeron no sólo aceite para sus lámparas si no que trajeron un poco más en caso de que el novio se tardara más de lo esperado.

Las cinco necias no trajeron aceite de más, entonces ya tarde en la noche cuando el novio llegó (esto representa el regreso de Cristo), las necias se dieron cuenta de que sus lámparas se estaban apagando. El aceite se estaba acabando y la llama estaba a punto de extinguirse. Trataron por todos los medios de encontrar un poco más de aceite por qué no estaban preparadas para el retraso. No se les permitió el acceso a la celebración porque no cumplieron con su labor de acompañar al novio con la luz de sus lámparas (esto representaba entrar al Reino de Dios).

Esta parábola refuerza la exhortación de Cristo de velar y orar y prepararse continuamente para servir a Cristo y a la humanidad en el Reino (Lucas 21:36). No sólo debemos estar atentos a los acontecimientos mundiales para el cumplimiento de las profecías de los tiempos del fin, también tenemos que estar vigilantes y prepararnos para su venida buscando el Espíritu de Dios y permitiendo que de fruto en nuestra vida.

Debemos crecer en el fruto del espíritu: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23). No debemos apagar el Espíritu Santo (1 Tesalonicenses 5:19), más bien debemos responder a su guía  y utilizarlo para cambiar nuestra vida.

Si usted desea más información acerca de cómo recibir y utilizar el Espíritu Santo, lo invitamos a ver “¿Cómo saber si usted tiene el Espíritu Santo?”.