3 obstáculos para tener hábitos saludables
En la última publicación hablamos sobre hábitos específicos que debemos incorporar en nuestras vidas. Sin embargo, siempre habrá obstáculos para tener buenos hábitos. ¿Qué podemos hacer?
Cuando desarrollamos los hábitos de la oración y el estudio de la Biblia, sentimos una conexión más fuerte con nuestro Creador. Ninguna cantidad de experiencias milagrosas o momentos de “bienestar espiritual” pueden reemplazar ese vínculo constante con nuestro Dios.
Cuando cuidamos nuestro cuerpo a través de buenos hábitos de salud, obtenemos una sensación de logro y felicidad en nuestras vidas.
Simplemente nos sentimos mucho mejor.
Suena maravilloso, ¿verdad? Excepto por el molesto hecho de que un ejército de obstáculos intentará hacernos transigir y abandonar estos hábitos saludables.
Entonces, ¿qué hacemos?
Luchar. Debemos luchar por nuestra salud espiritual, física y mental.
Imagínese a estos obstáculos personificados y llamándolo a usted por su nombre.
1. El obstáculo de la invitación: “¡Ven a perder el tiempo conmigo!”
- Soy tu “invitación” de Facebook, Instagram y TikTok, que no puedes dejar de mirar. Una vez que me miras, puedo mantenerte ocupado durante al menos 20 minutos (¡quizás más!). El muro de noticias y los videos nunca terminan… y los hago tan irresistibles que no puedas apartar la mirada. Tengo memes divertidos, reels tontos pero atractivos, videos interesantes y las vidas de otras personas parecen engañosamente mejores que la tuya. ¿Cómo puedes resistirte a mí?
- Soy todas las películas, programas de televisión, novelas, deportes, noticias las 24 horas, debates políticos y tiempo frente a la pantalla que te permiten evadir de la realidad. Tengo infinitas horas de entretenimiento, intriga, drama y chismes de otras personas. ¿Cómo puedes resistirte a mí?
El cambio nunca será fácil, pero es algo que Dios espera que los seres humanos hagamos, por nuestro propio bien.
¿Cómo puede usted enfrentar este obstáculo? Hágalo mejor que la mayoría de los adultos en occidente y mire menos de las tres horas promedio de televisión por noche. En lugar de eso, aproveche el tiempo haciendo cosas productivas (Efesios 5:16; Colosenses 4:5).
En esas tres horas perdidas ante las pantallas, podrías dedicar al menos media hora a estudiar la Biblia, media hora a orar, media hora a hacer ejercicio y media hora a preparar comida saludable. Y aún te sobraría una hora para entretenerte, usar las redes sociales y relajarte.
¡Usted puede hacerlo!
2. El obstáculo de las obligaciones necesarias: “¡Soy más necesario y urgente que Dios y tu salud!”
- Soy tu trabajo, que ocupa la mayor parte de tu tiempo durante la semana. Me necesitas para mantener a tu familia, así que estás obligado a ponerme por delante de casi todo lo demás. Intento que evites dedicar tiempo a Dios y en su lugar te susurro: “Soy tu trabajo. No puedes descuidarte, así que pasa aún más tiempo conmigo. Así son las cosas, es tu obligación. Tienes que darle una mejor vida a tu familia”.
- Soy tu casa, que siempre tiene algo que arreglar. Tienes que pasar horas conmigo para poder proporcionar un buen cobijo a tu familia. Intento que pongas tu posesión más valiosa por delante de Dios y de tu salud. Después de todo, ¡no puedes dejar que tu casa se derrumbe!
¿Cómo podemos enfrentar este obstáculo? El trabajo duro es una virtud importante, por lo que no podemos simplemente dejar de trabajar (Proverbios 27:23). Pero tenemos que recordar que nuestra relación con Dios es aún más importante (Deuteronomio 6:5).
Si nuestra constante ocupación de las cosas necesarias de la vida nos impide hacer las cosas más necesarias (la salud espiritual y física), entonces necesitamos reevaluar y reordenar nuestras prioridades de tiempo y de trabajo.
3. El obstáculo de la dificultad: “¡Cambiar es demasiado difícil, así que no cambies!”
- Soy los viejos hábitos de tu vida. Vuelvo para atormentarte tanto como puedo. Después de una semana de comer bien, soy ese “gran batido de crema con galletas” que te llama. Después de dormir tan bien, soy esa maratón de series de Netflix de fin de semana que te tienta a quedarte despierto hasta el siguiente día. Después de hacer ejercicio diligentemente, soy el maratón de dos semanas de adicto al sofá y la televisión. Después de estudiar la Biblia y orar todos los días, soy esas situaciones "urgentes" que desafían tus prioridades.
- Soy la duda en tu mente de que puedes cambiar. Soy la tentación de simplemente rendirte y volver a la comodidad de siempre.
¿Cómo puede usted enfrentar este obstáculo? Cambiar nunca será fácil (Efesios 4:22; Colosenses 3:8-9), pero es algo que Dios espera que los seres humanos hagamos, por nuestro propio bien.
¡Así que deberíamos hacer lo que debemos hacer!
Para obtener más información sobre cómo vencer estos obstáculos, lea “6 pasos para superar los malos hábitos”.
Fecha de publicación: Agosto 23, 2024