4 hábitos saludables para practicarlos ahora mismo
Frecuentemente tenemos la intención de comenzar buenos hábitos… pero no hoy. Por lo tanto, estos hábitos generalmente nunca comienzan. Aquí hay cuatro hábitos para comenzar ahora. No la semana que viene ni el año que viene. ¡Hoy!
“Sé que lo necesito, pero…”.
¿Cuántas veces hemos utilizado esta excusa para describir nuestra relación con los hábitos saludables? La respuesta es, con demasiada frecuencia.
Parece que cada vez que leemos algún artículo que tiene respaldo científico para un hábito saludable, nos inspiramos a decir algo como: "A partir del lunes, voy a...". El lunes llega y se va… y no hacemos nada… e inmediatamente nos sentimos culpables.
La motivación es la clave de todo.
A continuación, entregamos cuatro hábitos bíblicos que deben motivarnos a cambiar realmente. El apoyo bíblico para cada uno de estos hábitos saludables, así como algunas perspectivas y consejos, debería ser la proverbial patada inicial que todos necesitamos a veces.
1. Ore todos los días al menos el mismo tiempo que se está tomando en una sesión de Instagram.
El apóstol Pablo nos dice que debemos “orar sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17).
La razón detrás de este hábito saludable es darle prioridad a la oración. ¿No es más importante hablar con Dios que el tiempo que usted toma en ver una caricatura o una serie de 20 a 30 minutos en Netflix, jugar un videojuego o navegar por Instagram?
Estrategia: Haga de la oración una prioridad, haciéndola inmediatamente al despertarse por la mañana. El rey David dio un ejemplo de oración regular tres veces al día: “Tarde, mañana y mediodía oraré” (Salmo 55:17). Incluso si nuestras oraciones en diferentes momentos del día no tienen la misma duración, debemos asegurarnos de que al menos uno de esos intervalos permita un tiempo de mayor calidad con Dios.
Para obtener más ideas y ayuda en este buen hábito, lea “Cinco claves para que nuestras oraciones sean respondidas”.
2. Estudie la Biblia todos los días al menos el mismo tiempo que revisa sus publicaciones de Facebook.
Recuerde: “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3: 16-17).
Podrá obtener hábitos saludables que repercutirán positivamente en su vida diaria, pídale ayuda a Dios para implementar estos hábitos diarios. Él nos da la fuerza para desarrollar hábitos adecuados.
Una vez más, todo tiene que ver con las prioridades. ¿No es más importante estudiar la Palabra de Dios que esa misma cantidad de tiempo escribiendo una frase en Facebook, revisando sitios web de noticias varias veces al día u obsesionándose con los correos electrónicos del trabajo? ¿Estamos permitiendo que otros mensajes nos obstruyan del mensaje de Dios para nosotros?
Estrategias: Al igual que la oración, tenemos que incorporar el estudio de la Biblia en nuestras rutinas diarias. Podríamos configurar una alarma en el teléfono que nos avise para que apaguemos las pantallas y abramos la Biblia. Podríamos empezar a estudiar la Biblia durante la hora del almuerzo. Hay opciones disponibles que nos brindan fácil acceso a la Biblia en cualquier lugar: Biblias en línea, Biblias en audio, podcasts, aplicaciones bíblicas o las biblias tradicionales de tinta y papel.
Tenemos publicados muchos recursos para ayudarle a estudiar la Biblia. Explore nuestros artículos sobre el “Estudio de la Biblia”, incluidos los “Versículos inspiradores de la Biblia”.
También usted puede obtener valor espiritual leyendo nuestros “Versículos para meditar”.
3. Consuma una dieta razonable de alimentos beneficiosos y haga ejercicio con regularidad.
El apóstol Pablo habló del cuerpo físico y de la mente de esta manera: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él. Porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es” (1 Corintios 3:16-18).
Este hábito tiene mucho que ver con la percepción personal. Tratar a mi cuerpo como si fuera el templo de Dios ¿incluye abusar con regularidad de alimentos nocivos y evitar perezosamente el movimiento para el que fue diseñado nuestro cuerpo?
Pensemos en cómo aplicar esto. Intentar comer mayores cantidades de verduras en vez de azúcares procesados, ¿es para usted una buena idea? Intentar realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado (cualquier cosa, desde una caminata rápida hasta cortar el césped), ¿es una tarea imposible?
Estrategias: Comer una fruta o verdura todos los días. Para hacer ejercicio, establezca una cuenta regresiva acumulativa de 150 minutos semanales en una aplicación de cronómetro al comienzo de la semana y dedique tiempo regularmente a lograr ese objetivo.
Hay muchas aplicaciones de salud que puede descargar en su teléfono para realizar un seguimiento de los ejercicios e incluso puede recibir notificaciones y recordatorios. La mayoría de los relojes inteligentes tienen funciones que le ayudan a recordar y realizar un seguimiento de sus objetivos de ejercicios físicos.
4. ¡Dormir bien!
El rey David dijo: “En paz me acostaré y asimismo dormiré; porque sólo tú, Eterno, me haces vivir confiado” (Salmo 4:8).
Los seres humanos necesitamos dormir. Pero ¿dormir lo suficiente todas las noches, significa que no puedo disfrutar de mis mañanas o noches? ¡Por supuesto que no!
¿No es más importante el dormir entre siete y ocho horas por noche que un episodio adicional de Netflix o estar deslizando la pantalla por los videos de YouTube (u otras pérdidas de tiempo)? Nuestros cuerpos se manifiestan de maneras diferentes e indeseadas cuando no dormimos lo suficiente. Cuando estamos cansados, somos menos productivos en el trabajo y estamos menos motivados para orar y estudiar.
Estrategias: En las noches de trabajo o estudio escolar, igual trate de dormir entre siete y ocho horas. Las personas a menudo quieren recuperar el tiempo de sueño por la mañana, pero somos más productivos cuando dormimos durante la noche.
Usted puede hacerlo
Podrá obtener hábitos saludables que repercutirán positivamente en su vida diaria, pídale ayuda a Dios para implementar estos hábitos diarios. Él nos da la fuerza para desarrollar hábitos adecuados (Filipenses 4:13).
¿Por qué no empezar hoy?
En nuestra próxima publicación, hablaremos acerca de los obstáculos que pueden impedirnos mantener estos hábitos.
Fecha de publicación: Agosto 16, 2024