¿Cuál es el significado de Mateo 6:33?
Jesús enseñó a sus discípulos a priorizar dos cosas principales en Mateo 6:33. ¿Cuáles son estas dos prioridades? ¿Qué significa Mateo 6:33 para los cristianos de hoy en día?
Mi pastor una vez me dijo que había configurado su alarma a las 6:33 a.m. por un período de tiempo durante su adolescencia y juventud. Él se despertaría, vería su alarma e inmediatamente se recordaría de Mateo 6:33 y su absoluta necesidad de “buscar primero el Reino de Dios y su justicia”.
Éste es un agudo ejemplo, en cierto modo, de Mateo 6:33 en acción. Pero ¿qué impacto puede tener en alguien que desconoce el significado de “el reino de Dios y su justicia”?
La multitud de ideas que flotan acerca del Reino de Dios es evidencia de que el diablo ha tenido éxito engañando a millones de personas acerca del verdadero significado del Reino de Dios —el centro del mensaje de Jesús. Incluso hasta este día, Satanás activamente oscurece el corazón y centro de las enseñanzas de Jesús, llevando a muchos predicadores sinceros a decir confiadamente que el Reino de Dios es el sentimiento cálido y confuso que experimentan las personas cuando “invitan a Jesús” a sus vidas.
Sin embargo, la Palabra de Dios testifica que Jesús predicó “el evangelio del Reino de Dios” —no sólo un mensaje acerca de Él mismo, sino de las buenas noticias de un gobierno de alcance mundial que será establecido en la Tierra (Marcos 1:14).
Para aprender más acerca del evangelio que predicó Jesús, lea “¿Cuál fue el mensaje de Jesús?”.
Entonces, ¿qué es el Reino de Dios, y cómo es que una persona puede buscarlo? ¿Qué exactamente es “su justicia”? ¿Qué “cosas” nos serán añadidas si priorizamos el buscar el Reino y su justicia? ¿Qué dice Mateo 6:33 que los creyentes deberían hacer?
Mateo 6:33 es una escritura fundacional que dirige nuestro foco y atención a lo que Dios considera que debe ser la meta más importante que una persona puede tener.
Para aplicar este versículo en nuestras vidas, necesitamos tener una comprensión bíblica de sus conceptos centrales.
Este artículo desglosará cada componente de Mateo 6:33 para mostrar su significado.
“Pero buscad primero el Reino de Dios”
El Nuevo Testamento tiene mucho qué decir acerca del Reino de Dios, pero una de las más memorables visiones del gobierno de Dios, que reemplazará los gobiernos humanos, puede ser encontrada en el libro de Daniel, en el Antiguo Testamento.
En Daniel 2, Nabucodonosor, el antiguo rey del Imperio Babilónico, soñó acerca de una gran imagen o estatua —presumiblemente de un hombre— con una cabeza de oro, pecho y brazos de plata, vientre y muslos de bronce, piernas de hierro y pies de hierro y arcilla. Pero conforme el sueño avanzó, la imagen fue eventualmente destrozada por una piedra cataclísmica (Daniel 2:31-34).
Inseguro del significado del sueño, Nabucodonosor buscó al profeta Daniel para su interpretación.
Para “buscar” el Reino de Dios se debe tener un fuerte deseo de entrar en él —estar dispuesto a recorrer cualquier distancia para hacerlo.
Para “buscar” el Reino de Dios se debe tener un fuerte deseo de entrar en él —estar dispuesto a recorrer cualquier distancia para hacerlo. Bajo la inspiración de Dios, Daniel le explicó: “tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo” (Daniel 2:38-40).
De acuerdo a la interpretación de Daniel, la estatua representaba el surgimiento y caída de cuatro grandes y sucesivos imperios. Estos imperios, o reinos, han sido identificados en la historia como el Imperio Babilónico, Imperio Medo–Persa, Imperio Greco-Macedonio y el Imperio Romano. Para obtener más información acerca de estas profecías, lea “Daniel 2: el sueño de Nabucodonosor”.
Con este entendimiento en mente, démonos cuenta de lo que Daniel dijo acerca del simbolismo de la piedra que llegó y rompió la imagen: “Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre" (Daniel 2:44, énfasis añadido).
Este reino que “permanecerá para siempre” es el Reino de Dios, un reino literal, con territorio, súbditos, leyes y gobernantes, tal como los otros grandes imperios.
El Reino de Dios será:
- Establecido aquí en la Tierra (territorio).
- Gobernando y sirviendo a los seres humanos (súbditos) durante el reinado milenial de Cristo.
- Gobernado a través de los mandamientos y estatutos de Dios (leyes).
- Gobernado por Cristo y los santos (gobernantes).
El Reino de Dios no es sólo algo “figurativo”, ni es otra forma de decir que iremos al cielo, como muchos apasionadamente argumentan. Es el gobierno de Dios muy real que será establecido aquí en la Tierra al retorno de Cristo.
Aquellos que heredarán el Reino de Dios serán llamados los “santos del Altísimo” y “poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre” (Daniel 7:18).
Para “buscar” el Reino de Dios se debe tener un fuerte deseo de entrar en él —estar dispuesto a recorrer cualquier distancia para hacerlo.
Mateo 6:33 nos dice que ésta debe ser la prioridad principal en la vida de un cristiano.
Para saber más acerca del Reino de Dios, lea “¿Qué es el Reino de Dios?”.
“…Y su justicia”
Después de instruir a sus seguidores a priorizar el Reino de Dios, Jesús añadió que ellos también debían priorizar no cualquier tipo de justicia, sino “su justicia”.
¿Cuál es la definición bíblica de la justicia de Dios? Salmo 119:172 dice: “Todos tus mandamientos son justicia”.
Notemos que no dice que debemos guardar “algunos” o “nueve de los 10” (excluyendo el mandamiento de guardar el día sábado como santo), sino que al contrario dice “todos” los mandamientos de Dios.
La Biblia está repleta de escrituras que prueban, más allá de cualquier sombra de duda, que la obediencia a la ley de Dios es absolutamente necesaria para ser un verdadero cristiano.
Comprendiendo la definición bíblica de justicia, este versículo podría leerse: “Buscad primeramente el Reino de Dios y obedeced todos sus mandamientos”.
Desafortunadamente, la obediencia es un mensaje muy impopular en una sociedad donde la gente está obsesionada con la idea de libertad para hacer lo que les plazca, sin importar cuánto daño esta libertad pueda causar en ellos u otros. El resultado de esta libertad es gente carente de respeto por la autoridad y que rehúsa obedecer a esa autoridad.
Muchas de las leyes de la tierra, por no hablar de las leyes de Dios, se han convertido más en una sugerencia que en algo obligatorio. Son vistas como algo que es opcional para aquellos que “sienten” que obedecen. La gente hoy en día se irrita ante la idea de que alguien más les diga qué hacer.
Sin embargo, la Biblia está repleta de escrituras que prueban, más allá de cualquier sombra de duda, que la obediencia a la ley de Dios es absolutamente necesaria para ser un verdadero cristiano. Aquí está una de las escrituras más claras: “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él” (1 John 2:4).
Para aquellos que siguen las claras enseñanzas de las Escrituras y valoran la obediencia, hay una bendición especial. Notemos Apocalipsis 22:14: “Bienaventurados los que lavan sus ropas (guardan sus mandamientos), para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas en la ciudad”.
La bendición es entrar en el Reino de Dios. Esa es la recompensa para aquellos que buscan la justicia de Dios. ¡La justicia y el Reino de Dios están indisolublemente entrelazados!
Para saber más acerca de la verdadera justicia, lea “¿Qué es la coraza de justicia?”.
“…Y todas estas cosas os serán añadidas”
Para saber a qué se refiere esta parte del versículo, debemos examinar el contexto.
En los versículos 25 al 32 Jesús instruye a sus discípulos a no preocuparse demasiado o estar ansiosos acerca de las necesidades físicas de la vida. Alimento, agua y vestido siempre serán imprescindibles en tanto seamos seres humanos, pero priorizar estas cosas por encima de orar, estudiar, obedecer y tener una relación estrecha con Dios, sería una mala dirección de nuestro foco y atención.
De manera tranquilizadora, Jesús les recordó a sus discípulos: “No os afanéis, pues, diciendo: ‘¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?’, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”.
“Padre” ¡es una muy apropiada descripción de nuestro amoroso Dios!
Dios pudo haberse designado a sí mismo usando una serie de títulos, pero “Padre” comunica su autoridad, fuerza y lo más importante, su tierno amor. Para obtener más información sobre este papel de Dios, lea “Conocer a Dios como un Padre amoroso”.
Dios sabe de nuestras necesidades. Él ve. Él no es ciego a nuestras necesidades o deseos.
El sermón del Monte puede, en cierta manera, ser visto como una explicación de por qué Dios es llamado nuestro Padre Celestial. Una y otra vez, a través de Mateo 5-7, vemos a Dios actuar como supremo proveedor. Reconocer el compromiso de Dios para proteger y cuidar a sus hijos es de lo que se trata esta parte de Mateo 6:33.
Mateo 7:9-11 dice: “¿Qué hombre hay de vosotros que, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”.
El punto es, Dios sabe de nuestras necesidades. Él ve. Él no es ciego a nuestras necesidades o deseos. Él promete proveer para las necesidades físicas de esta vida si priorizamos su Reino y su justicia.
Analice estas escrituras y reclame las promesas de Dios, si usted ha estado buscando a Dios con todo su ser, si está luchando para llegar a fin de mes y está abrumado con las exigencias de la vida.
Para aprender más, lea “El Sermón del Monte”.
¿Qué significa realmente Mateo 6:33?
Nuestra habilidad para buscar primero el Reino de Dios y su justicia puede ser obstaculizada si llegamos a vernos enredados con las preocupaciones de esta vida. No obstante, si regularmente practicamos disciplinas espirituales como la oración, el estudio de la Biblia, la meditación y ocasionalmente el ayuno puede ayudarnos a enfocar nuestras mentes en lo que es más importante.
Si hacemos nuestra parte para que nuestra relación con Dios sea de la más alta prioridad, Él hará su parte para proveer para cada una de nuestras necesidades. Debemos estar seguros de eso.
Siempre mantengamos el Reino de Dios y su justicia en primer plano. Este significado de Mateo 6:33 es el que cambia vidas.
Fecha de publicación: Mayo 27, 2022