Derrotando a los enemigos: superar las influencias sociales
¿Le influye a usted la sociedad? Aprenda cómo una nación contraria hizo que Israel tropezara, debido a su influencia negativa. ¿Cómo podemos vencer las malas influencias de la sociedad?

En la publicación anterior de esta serie, examinamos el poder del pecado sobre nuestras mentes y cómo, al igual que los muros de Jericó, pueden ser derribadas con la ayuda de Dios. Aprendimos cómo entregar nuestra voluntad a Él y ser valientes para seguir su camino de vida.
Ahora veremos cómo a un enemigo humano, llamado Balaam, influyó en Israel para que pecara gravemente contra Dios. Asimismo, para los cristianos, el mundo siempre ha sido un enemigo que constantemente nos tienta a pecar.
¿Qué lecciones podemos aprender de la mala experiencia que Israel tuvo por la influencia de Balaam y cómo podemos evitarla en esta sociedad moderna?
La tortuosa influencia de Balaam
Balaam fue un profeta pagano contratado por el rey de Moab para maldecir a Israel (Números 22:5-6). Aunque Balaam lo intentó, Dios no le permitió maldecir al pueblo (versículo 12).
Sin embargo, Balaam encontró una manera de eludir la restricción que Dios le impuso. Aconsejó a Moab que atrajera a Israel hacia las mujeres extranjeras y sus prácticas religiosas. La idea era que, si los moabitas lograban tentar a Israel a pecar con sus mujeres paganas, Dios mismo los maldeciría y los destruiría (Números 25:1-2; compárese con Números 31:16).
El plan de Balaam funcionó, y algunos de los hombres de Israel se involucraron en actividades pecaminosas con las mujeres moabitas y quedaron “unidos” (atados o apegados) a Baal (Números 25:3).
El atractivo del culto a Baal fue la debilidad constante de Israel a lo largo de su historia. El profeta Oseas hizo una triste crítica de que Israel iba tras Baal en lugar de Dios: “Ellos acudieron a Baal-peor, se apartaron para vergüenza, y se hicieron abominables como aquello que amaron.” (Oseas 9:10). Esta adoración a un dios falso condujo continuamente a Israel a una conducta abominable para Dios.
¿Qué hay de usted y de mí? ¿Quién es nuestro Balaam?
Un mundo que nos presiona a pecar
Balaam fue una persona influyente en su época. El mundo actual tiene muchas personas influyentes de este tipo.
Existen muchos “Balaam” que enseñan a la gente a pecar y a cometer abominaciones.
Los Balaam de hoy promueven la teoría de la evolución, diversas formas de religión pagana, la rebelión contra la autoridad, la confusión de género y estilos de vida que se oponen a la ley de Dios. Estas influencias provienen de nuestros políticos, educadores, científicos, héroes deportivos, artistas, pares y aquellos a quienes seguimos en las redes sociales.
En otras palabras, estos individuos están en todos lados.
Vivimos en una sociedad que tiene muy poca o nada de consideración por la Palabra de Dios y sus normas.
Vivimos en una sociedad que tiene muy poca o nada de consideración por la Palabra de Dios y sus normas. La presión para participar en prácticas abominables que Dios odia es mayor que nunca, a medida que nuestra sociedad continúa despojándose de todas las normas de respeto (Proverbios 29:18).
¿Hay personas influyentes en la vida de usted que, como Balaam, están tratando de incitarlo a hacer cosas que normalmente no haría? ¿Hay alguien que le anima a usted a hacer cosas que Dios odia? ¿Hay alguien le anima a rechazar o descuidar la Palabra de Dios?
Estas malas influencias van dirigidas especialmente a nuestros hijos y les enseñan a cometer abominaciones. Debemos trabajar para combatir y contrarrestar el impacto de la sociedad, evitando que no sólo no nos afecte a nosotros sino tampoco a nuestros hijos.
Debemos tomar decisiones sabias sobre qué permitimos que nos influya y evitar a aquellos que practican y modelan comportamientos destructivos. Además, debemos estar atentos cuidando de nuestros hijos, en guardia contra las influencias a las que están expuestos. Ésta es una guerra que no podemos darnos el lujo de perder.
La lección es simple: Sea consciente de las malas influencias que nos rodean a nosotros y a nuestros hijos y que nos llevan a pecar contra Dios.
Suspire y llore
Entonces, ¿qué hacemos cuando vemos abominaciones a nuestro alrededor?
Cuando los antiguos israelitas fueron tras Baal, los justos “lloraban a la puerta del tabernáculo” (Números 25:6). Ésta es la actitud correcta que debemos tener hacia las abominaciones que vemos. Debemos clamar y gemir ante Dios (Ezequiel 9:4).
(Para obtener más información, lea “El mensaje del profeta Ezequiel para hoy”.)
Amar a Dios significa odiar el mal (Salmo 97:10). Los cristianos deberían odiar el pecado. Sin embargo, no deben odiar al pecador, sino pensar como Dios, que desea que todos se arrepientan (2 Pedro 3:9).
Pero volvamos a la experiencia de Israel. Un israelita mostró una flagrante falta de respeto hacia Dios y la congregación de Israel al cometer abiertamente fornicación con una mujer moabita. Esto despertó la ira de Finees, quien hirió al hombre israelita y a la mujer moabita con una lanza, matándolos a ambos y poniendo fin a la plaga que Dios había enviado como castigo (Números 25:6-9).
¿Qué dijo Dios acerca de las acciones de Finees?
Dios dijo que Finees era “celoso” y ejecutó “Mi celo” (Números 25:11). Este es el primer uso de la palabra celo en la nueva versión King James de la Biblia. Dios nos mostró a través de las acciones de Finees, qué es el celo.
Pero, ¿quiere Dios que caminemos con armas en la mano, derribando a cualquiera que veamos pecando?
¡No! No vivimos en una nación bajo el gobierno de Dios. En la Iglesia de Dios estamos bajo el Nuevo Pacto y bajo el gobierno espiritual de Dios.
Espiritualmente, ¡sí estamos bajo el gobierno de Dios!
Estamos para derribar el pecado, no en otras personas, sino en nuestras vidas. Finees mostró celo por el camino de vida de Dios. Y con el mismo celo debemos eliminar nuestro propio pecado.
La lección es clara: Seamos celosos en eliminar el pecado.
Jesús usó un ejemplo extremo para expresar el mismo punto. En el Sermón del Monte, Él ordenó a sus seguidores que se sacaran los ojos o se cortaran las manos si algo les hacía pecar (Mateo 5:29-30). No estaba promoviendo el auto desmembramiento, sino la batalla de uno mismo para eliminar por la fuerza y con celo el pecado de nuestras vidas.
¿Qué pasos estamos dispuestos a dar para eliminar el pecado por completo? Para obtener más información, lea “Si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo”.
Superar la doctrina de Balaam
El apóstol Juan escribió: “El mundo entero está bajo el dominio del maligno” (1 Juan 5:19). Satanás a menudo utiliza personas (que influyen en nuestro mundo, como lo hizo Balaam) para difundir sus ideas y caminos malvados.
Nuestro mundo tiene muchos Balaam y debemos estar atentos y celosos para no permitir que sus enseñanzas, que se oponen a Dios y su forma de vida, nos afecten a nosotros y a nuestros hijos.
Para derrotar estas malas influencias, debemos luchar celosamente contra ellas, evitándolas y viviendo activamente el estilo de vida de Dios.
Fecha de publicación: Enero 23, 2025