¿Estamos cerca de presenciar el bioterrorismo sobre la humanidad?
Las farmacéuticas que desarrollan las vacunas contra el COVID-19 han aumentado grandemente sus ganancias gracias a esta pandemia, siendo éste un nicho de negocios muy atractivo. ¿Estamos cerca de ver el desarrollo del bioterrorismo para lucrar con la salud de la humanidad?
La llegada de la pandemia ha dado origen a una nueva y poderosa forma de hacer negocios a nivel mundial. Si bien hace algunas semanas la OMS presentó las conclusiones de su equipo de trabajo enviado a Wuhan, China, para dar claridad acerca del origen del brote de Coronavirus, dichas conclusiones dejaron más incertidumbres que certezas. Aunque todavía no sabemos con certeza el origen de este virus, sabemos que es real y ha afectado a millones de personas en todo el mundo.
Hace poco días se publicó un informe que hablaba que la farmacéutica AstraZeneca aumentaba sus ganancias por 3.200 millones de dólares en 2020, destacando sus desarrollos para producir la vacuna contra el COVID-19 y anunciando que había iniciado la fase 3 de ensayos de un fármaco para prevenir y tratar la enfermedad.
Anuncios como estos dejan una sensación de desconfianza, injusticia, falta de humanidad y gran vulnerabilidad para todos. El tomar la salud de la humanidad como un negocio que reporta grandes ganancias económicas, pareciera ser el nuevo nicho de las mega-corporaciones.
La humanidad entera está siendo afectada
La urgencia de contar con una vacuna para hacer frente al COVID-19 ha llevado a las grandes farmacéuticas a entrar en una carrera internacional para tener la oportunidad de ganar cifras estratosféricas con la venta mundial del medicamento, en un mercado de casi 8.000 millones de personas.
Esto de ninguna manera pone en duda que el virus exista y que la vacuna sea necesaria en las mentes de muchas personas. Sin embargo, esto pone de manifiesto la tremenda codicia de los seres humanos que negocian con el sufrimiento y las enfermedades.
Pfizer, Moderna, BioNTech, Safoni, AstraZeneca y Johnson & Johnson han sido algunas de las farmacéuticas que aceptaron el desafío de la vacuna y aparentemente han lucrado grandemente con “este negocio”.
No se requirió hacer ningún tipo de campaña de marketing. No fue necesario hacer un trabajo de introducción de mercado para un nuevo producto farmacéutico. Simplemente fue la oportunidad del negocio ideal con la más alta rentabilidad, tomando como base la urgencia mundial de adquirir la vacuna.
Si bien una vacuna puede ser necesaria para que la población pueda protegerse de los efectos de un virus tan poderoso, también no es menos cierto que las ganancias para los fabricantes de vacunas han sido estratosféricamente millonarios a consecuencia de la presente pandemia.
Mateo 24:7 dice: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en distintos lugares”. No hay duda alguna de que estamos viviendo cada una de estas señales ahora mismo. En cada una de estas catástrofes siempre hay personas “visionarias” que hacen grandes negocios con el sufrimiento de las personas. Este tipo de actitudes codiciosas no son agradables a Dios porque afectan las vidas de muchos: “Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida de sus poseedores” (proverbios 1:19).
Por otro lado, en la página web de la OMS, podemos encontrar la siguiente declaración: “Las actividades de alerta y respuesta mundiales de la OMS y la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos, representan un importante pilar de la seguridad sanitaria mundial con miras a la detección, verificación y contención de las epidemias. En caso de liberación intencional de un agente biológico, esas actividades serán decisivas para el éxito de los esfuerzos internacionales de contención”.
De alguna manera esta declaración permite darnos cuenta que puede haber una “liberación intencional” de un agente biológico para hacer daño, para luego crear una demanda y trabajar en una solución que moverá, de manera inmediata, un fuerte mercado.
¿Bioterrorismo a la vista?
En el año 2015, en una entrevista realizada por Derek Müller al fundador de Microsoft, el señor Bill Gates, éste último expuso sus comentarios acerca del riesgo que representaban los virus para el bioterrorismo a nivel mundial.
En el tiempo del fin no será extraño que veamos desaparecer a millones de personas a través de una “liberación intencional” de un virus u otros seres microscópicos, los cuales provocarán enfermedades y sufrimiento.
Antes, para las guerras se usaban armamentos, bombas, aviones, tanques, etcétera. En un futuro, las armas biológicas serán un poderoso sistema que algunas naciones usarán para controlar a otras.
Veamos la siguiente advertencia de Apocalipsis 9:9-10: “tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses”.
Aquí parece que Juan estaba viendo algún tipo de arma química o bacteriológica que daña a los hombres durante un periodo de tiempo, sin necesariamente matarlos de inmediato.
En el tiempo del fin no será extraño que veamos desaparecer a millones de personas a través de una “liberación intencional” de un virus u otros seres microscópicos, los cuales provocarán enfermedades y sufrimiento y, antes de haber podido crear alguna vacuna, ya habrán cobrado la vida de muchos.
¿Quién está a nuestro favor?
Se nos vienen las siguientes preguntas: ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podríamos escapar de este tipo de ataques silenciosos e invisibles? Por supuesto que la vacuna puede ser un medicamento que ayude en contra de los virus. No estamos cuestionando eso. Pero la verdad es que ante las circunstancias actuales de problemas de toda índole, solamente Dios nos puede ayudar en este tiempo tenso, violento y peligroso: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:26)
Dios el Padre enviará a su Hijo Jesucristo al toque de la séptima trompeta para poner freno definitivo a la destrucción del hombre sobre el hombre. Apocalipsis 11:18 nos dice: “Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra”.
De acuerdo a esta escritura podemos deducir que hay seres humanos que a propósito destruyen la Tierra y también a otros seres humanos.
Esto debe acabar
En el mundo avanza cada vez más la corrupción, la falta de equidad, la injusticia, la impunidad, la violencia y muchos males más.
Lucas 18:1-8 dice: “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”.
Dios pronto nos hará justicia. Por favor no desmayemos ni perdamos la paciencia y la fe. No nos cansemos de hacer el bien, porque pronto vendrá nuestra liberación.
Fecha de publicación: Marzo 3, 2021