La lucha contra las obras de la carne: hechicería
En la sexta publicación de esta serie acerca de las obras de la carne, veremos lo que significa la hechicería en la actualidad y varias estrategias para combatirla.
Si le preguntamos a la mayoría de los cristianos si están involucrados en hechicerías, brujerías u ocultismo, la respuesta más común sería “¡No, por supuesto que no!
La palabra hechicería en Gálatas 5:20 viene de la palabra griega pharmakeia, que se deriva de una palabra que significa droga (de donde obtenemos la palabra farmacia. Pharmakeia “significa ocultismo, hechicería, brujería, fármacos ilícitos, trance, encantamiento mágico con drogas” (Spiros Zodhiates, The Complete Word Study Dictionary, New Testament [El diccionario de estudio completo de las palabras, Nuevo Testamento, Spiros Zodhiates]).
La hechicería puede adoptar muchas formas. Comúnmente se le asocia con lo oculto, los muertos y la adoración de la Tierra y los elementos de la naturaleza. Estas ideas oscuras parecen estar ganando aceptación incluso en países con una supuesta mayoría cristiana. (Vamos a tratar el tema de los productos farmacéuticos ilícitos y los estados de conciencia alterados cuando lleguemos a la obra de la carne conocida como embriaguez.)
Incluso sin tener en cuenta los grupos Wicca que surgen en todo el mundo occidental, seríamos ingenuos si no reconociéramos que la fiesta comúnmente aceptada de Halloween celebra lo oculto, la oscuridad y la magia negra. Halloween lleva a muchas personas, a menudo sin darse cuenta, a involucrarse en el ocultismo y la celebración de Satanás y los demonios.
Mentiras acerca de la hechicería
Mentira No. 1: “Satanás y los demonios no son reales. Son sólo fantasías divertidas que le hacen bien a la ficción”.
Satanás ha usado esta mentira durante siglos, atrayendo a la gente a la idea de que tanto él como sus demonios son producto de las imaginaciones muy activas. Pretender que no hay fuerzas oscuras con poderes sobrenaturales que quieren alejar a la gente de Dios hace que la gente piense que la magia negra y lo oculto son sólo fantasías inofensivas.
Por ejemplo, muchos cristianos se estremecerían de horror al ver una película con clasificación +18 representando elementos del ocultismo en toda su cruda y oscura gloria. Sin embargo, a esos mismos cristianos no les parece importar mucho cuando visten a su hijo con un traje de hechicero y le permiten celebrar Halloween, un día festivo ampliamente aceptado que sin excusa tiene como tema principal de manera descarada la oscuridad y lo oculto.
Mentira 2: “Hay fuerzas oscuras buenas (brujas buenas) y fuerzas oscuras malas (brujas malas)”.
Esta mentira ha existido en la cultura popular durante muchos años. Por ejemplo, la clásica historia del Mago de Oz representa a la bruja buena luchando contra la bruja malvada. Nadie parece detenerse y preguntarse: “Si el poder de la bruja buena no viene de Dios, ¿de dónde viene?” Las obras de ficción han tratado de atribuir la bondad moral a algunas fuerzas oscuras, mientras que atribuyen el mal a otras, todo con el fin de adaptar el clásico tema del bien contra el mal.
Muchos medios de comunicación promueven la idea de la “buena” brujería. Éste es una manera muy astuta de engañar al mundo acerca de la verdadera fuente de todo poder aparte de Dios: la oscuridad demoníaca.
Pero la Biblia es clara: la luz (el camino de Dios) y las tinieblas (el camino de Satanás) no tienen nada en común (2 Corintios 6:14). El poder detrás de toda brujería es Satanás el diablo.
Es importante recordar que muchos medios de comunicación, incluso el entretenimiento infantil, promueven la idea de la “buena” brujería. Éste es una manera muy astuta de engañar al mundo acerca de la verdadera fuente de todo poder aparte de Dios: la oscuridad demoníaca.
Ocasionalmente mucha gente ve este engaño en las películas y simplemente lo ignora. Sin embargo, millones creen la descarada mentira de que existe el “bien” aparte de Dios. Muchos incluso llegan a convertirse a la Wicca o se obsesionan con el mundo de los espíritus y lo oculto. La hechicería es, por naturaleza propia, engañosa (Apocalipsis 18:23), porque difunde la mentira de que la influencia demoníaca es interesante e incluso puede llegar a ser “buena”.
Estrategias para combatir la hechicería
1. Tenga cuidado con los intentos para desensibilizar su mente a la realidad de lo oculto.
Los niños que se divierten con sus disfraces de Halloween en un comercial de televisión realmente no están proyectando el mensaje de que “lo oculto es malo; no se involucren con ello”. El entretenimiento que específica y completamente centra su mensaje en una visión positiva de lo oculto en cualquiera de sus formas —uso de magia, hechicería, brujería, espíritus oscuros, etcétera— puede tener un efecto desensibilizador que nos puede llevar a tener una aceptación tácita de lo oculto o a involucrarnos directamente con él.
Como cristianos, necesitamos usar la sabiduría y el juicio justo en lo que permitimos que entre en nuestra mente a través de los medios de comunicación. Si creemos en la Biblia, entonces debemos aceptar que lo oculto (en todas sus formas) es “hacer lo malo ante los ojos del Eterno” (2 Crónicas 33:6).
2. Sea tajante al escapar de cualquier brujería, hechicería u obsesión con lo oculto que encuentre.
Necesitamos estar siempre listos para “huir hacia el monte” si nuestro entretenimiento o nuestras conversaciones se centran en la glorificación de lo oculto. Cualquier cosa que promueva o involucre activamente a las fuerzas oscuras —como las casas embrujadas, las tablas Ouija, la comunión con los muertos— debe ser evitada a toda costa. La Biblia nos dice que “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Efesios 5:11). Esta publicación en este blog fue escrita para cumplir con esta amonestación: ¡exponer estas obras de la oscuridad!
Dios clasificó la hechicería como una de las “obras de la carne” porque sabe que Satanás y sus demonios son reales y quieren influir las mentes de las personas. La ley de Dios prohíbe específicamente utilizar cualquier aspecto de lo oculto: “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con el Eterno cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones el Eterno tu Dios echa estas naciones de delante de ti” (Deuteronomio 18:10-12).
3. Aprenda a aborrecer la brujería.
La hechicería y la brujería tienen como propósito hacer que la gente respete los elementos, la Tierra y las fuerzas satánicas más que al verdadero Dios. Nada de esto beneficia a nadie. En cambio, confunde y aleja a la gente del verdadero Dios de la luz.
Desde la película más oscura para adultos completamente centrada en un aspecto de lo oculto hasta el disfraz de bruja más tierno para Halloween, lo oculto es despreciable. Estas cosas hacen parte de un engaño y una estrategia para que le presten más atención al padre de la mentira y el asesinato y sus secuaces (Juan 8:44).
No debemos tener ninguna relación con el poder oscuro y terrenal de Satanás y sus demonios. La aceptación de lo oculto hace que la gente adore al mal sin darse cuenta. No nos rebelemos contra el poder ilimitado del Dios Creador siendo engañados por el poder muy limitado del adversario —Satanás el diablo.
Para más información acerca de este tema, lea:
- ¿Qué dice Dios acerca de las brujas y el ocultismo?
- ¿Son reales los demonios?
- Halloween: ¿deberán celebrarlo los cristianos?
Ésta es la sexta de una serie de diecisiete partes: “La lucha contra las obras de la carne”. Para leer la parte 5, ver “Idolatría”. Para continuar la serie, vea la parte 7 “Enemistades”.
Fecha de publicación: Diciembre 16, 2014