¿Nos acepta Dios “tal como somos”?
Muchos líderes cristianos enseñan que Dios ama a todas las personas tal como son. ¿Enseña la Biblia este mensaje? ¿Nos acepta Dios tal como somos?
Recientemente en un podcast, el Papa Francisco respondía preguntas que le habían enviado. Una persona joven y transgénero escribió que sentía un conflicto entre su identidad transgénero y su fe católica.
El Papa le contestó: “El Señor siempre camina con nosotros. . . incluso si somos pecadores, Él se acerca para ayudarnos. El Señor nos ama tal como somos”.
¿Fue la respuesta del Papa bíblicamente correcta? Nadie discute que Dios ama a todos los seres humanos, pero ¿es bíblicamente correcto decir que Dios nos acepta tal como somos?
Dios es amor
Muchos encuentran consuelo en el versículo que nos dice: “Dios es amor” (1 Juan 4:8). El mismo versículo también identifica a los cristianos como aquellos que emulan el amor de Dios, al amar a los demás. Ciertamente, el amor de Dios está más allá de nuestra comprensión humana. Supera con creces la calidad del amor expresamos los seres humanos.
Considere los siguientes versículos bíblicos:
- “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito” (Juan 3:16).
- “¿Quién nos separará del amor de Cristo?” (Romanos 8:35).
- “Y de Jesucristo. . . que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre” (Apocalipsis 1:5).
- “Amad a vuestros enemigos” (Mateo 5:44).
- “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39).
Una parte importante del estilo de vida de Dios es el amor, pero ¿significa eso que Dios acepta a las personas “tal como son”? O ¿hay más en el amor de Dios que eso?
La premisa detrás de “tal como eres” es que Dios no tiene exigencias, y que ama y acepta a todas las personas por igual, sin importar lo que hagan o cómo vivan.
Sin embargo, el sentido común debería enseñarnos que el amor de Dios no equivale a aceptarnos “tal como somos”. ¿Significa el amor de Dios que Él acepta a los asesinos en masa, violadores, ladrones y mentirosos tal como son? ¿Está Dios de acuerdo con los que hacen estas cosas?
Los siguientes versículos contradicen la idea de que el amor de Dios significa que Él acepta el estilo de vida de todos, hagan lo que hagan:
- “Yo reprendo y castigo a todos los que amo” (Apocalipsis 3:19).
- “Este es el amor, que andemos según sus mandamientos” (2 Juan 1:6).
- “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso” (1 Juan 4:20).
- “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos” (1 Juan 5:3).
- “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1 Juan 2:15).
La Biblia muestra que el amor de Dios no significa que acepta a todas las personas tal como son. De hecho, aceptar a las personas tal como son, sería lo opuesto al amor.
Dios espera que hagamos algo y no debemos pensar que podemos quedarnos siempre como estamos. Para entender esto, examinemos el tema del amor un poco más de cerca.
¿Qué es el amor?
Dios demostró su amor hacia nosotros a través de sus acciones. Pongamos atención a Romanos 5:8: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Él nos amó tanto que nos dio el sacrificio de su Hijo para que podamos ser perdonados de nuestros pecados, a pesar de nuestra rebeldía. La vida perfecta y sin pecado de Jesús nos proporciona un ejemplo a seguir, porque Dios quiere que "andemos como él anduvo" (1 Juan 2:6).
Consideremos un ejemplo del amor de Jesús. En una ocasión se le presentó a Jesús una mujer sorprendida en adulterio. Las autoridades judías querían apedrearla. Su respuesta a los acusadores fue: “El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra contra ella”.
El amor de Dios es una preocupación genuina por los demás. También incluye cumplir con las leyes diseñadas para nuestro beneficio.
Cuando la multitud se fue, ¿acaso le dijo Jesús a la mujer: “Dios te acepta tal como eres, porque te ama”? No, no fue esa su respuesta. En cambio le dijo: “Vete y no peques más” (Juan 8:3-11). Estas cinco palabras demuestran perfectamente el amor de Dios. La amaba tanto que la instó a cambiar su vida.
El amor de Dios es una preocupación genuina por los demás. También incluye cumplir con las leyes diseñadas para nuestro beneficio.
Todos los padres deben entender esto bien. Los padres deben establecer reglas que definan límites para sus hijos. ¿Por qué? ¡Para que no se lastimen! Para que no hagan cosas que los dañen, tales como: jugar con enchufes eléctricos, jugar en calles concurridas o sostener un cuchillo por el filo, etcétera. Restringir a los niños de estos peligros no se trata de controlarlos innecesariamente, sino de mantenerlos a salvo. Es un acto de amor.
Por la misma razón, Dios nos ha dado su ley para protegernos de las consecuencias de hacer cosas que nos lastimen a nosotros y a los demás. Sus leyes restringen el mal y definen lo que significa preocuparse por los demás. Son para nuestro beneficio y el de los demás.
La Biblia también define la ley de Dios como amor. Al cumplirla, mostramos amor a los demás y no les hacemos daño (Romanos 13:10). Pero cuando la quebrantamos, terminamos lastimando a los demás y a nosotros también. Un estudio cuidadoso de la ley de Dios muestra que refleja el carácter de Dios y nos sirve como un espejo para que veamos dónde fallamos. (Para obtener más información, lea “La ley: un reflejo del carácter de Dios”).
Pero, ¿Ama Dios y acepta a todas las personas sin importar su estado? Puede ser sorprendente para algunos, pero la Biblia muestra que Dios odia algunas cosas. He aquí una lista de cosas que Él odia: el pecado, la maldad, el engaño, la soberbia, la mentira, el asesinato, las maquinaciones perversas y los que siembran discordia (Salmo 5:4-6; Proverbios 6:16-19).
Dios nos ama, pero eso no significa que nos acepte tal como somos. Para saber más acerca de este tema, lea “El problema con el cristianismo de ‘tal como soy’”.
¿Tiene condiciones la gracia de Dios?
Es imposible considerar el amor de Dios sin considerar su gracia, que es una consecuencia de su amor. Dado que la gracia amorosa de Dios es tan vasta, no hay nada que podamos hacer para ganarla o merecerla. Pero la gracia de Dios tiene expectativas, y nuestra obligación es seguirlas. (Para obtener más información, lea "¿Qué es la gracia?").
Considere los siguientes ejemplos de las condiciones asociadas a la gracia de Dios:
- Para obtener la misericordia de Dios, debemos ser misericordiosos con los demás (Mateo 5:7).
- Para obtener el perdón de Dios, debemos perdonar a los demás (Mateo 6:14-15, comparar 18:28-33).
- Debemos arrepentirnos (Hechos 2:38).
- Debemos obedecer a Dios (Hechos 5:29, 32).
- Debemos guardar los mandamientos (1 Juan 2:3-4).
- Debemos perseverar hasta el fin (Mateo 24:13).
- Debemos tener fe (Hebreos 11:6).
- Debemos huir de la inmoralidad sexual (1 Corintios 6:18).
- Debemos tener celo por el camino de vida de Dios (Apocalipsis 3:15-19).
No debemos aislar uno o algunos pocos versículos de la Biblia. En cambio, Jesús nos insta a vivir de “toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).
Vivir de acuerdo a cada palabra de Dios significa que hay un estándar que tenemos que seguir. Aunque Dios tiene un gran amor por nosotros, nos ama tanto que exige que cambiemos para ser mejores personas.
Entonces, ¡Dios no quiere que permanezcamos tal como somos!
Fecha de publicación: Agosto 10, 2023