Superando las crisis emocionales: “Solamente esfuérzate y sé muy valiente”, ¿cómo funciona esto?
Algunos momentos en la vida pueden parecer desafiantes, más allá de nuestras fuerzas. La Biblia nos alienta de una manera especial a no rendirnos y resistir en los tiempos difíciles. ¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestro esfuerzo y valentía nos sirvan realmente para salir de una crisis?

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Josué 1:9
“Mira, que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Eterno tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”.
Uno de los versículos más alentadores de la Biblia se encuentra en el libro de Josué.
“Mira, que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Eterno tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:9).
Josué, quien había servido a Moisés durante cuarenta años en el desierto, estaba a poco tiempo de asumir el liderazgo de una gran multitud. Dios le estaba traspasando la tarea de conquistar a todas las naciones en cuyos territorios habitaría la floreciente nación de Israel.
Aun los hombres de cuantiosa experiencia pueden flaquear en su ánimo y fuerzas cuando los tiempos se tornan difíciles. Dios sabe muy bien acerca de nuestra dificultad para mantenernos animados y valientes en hacer lo que Él nos manda en tiempos de crisis, por eso dejó registrado, tres veces en el primer capítulo, esta frase llena de ánimo para nosotros: ¡Esfuérzate y sé valiente! (vv. 6, 7 y 9).
El versículo 7 lo expresa de una manera aún más enfática: “Solamente esfuérzate y sé muy valiente”.
Pero, ¿cómo funciona exactamente esto?
¿Acaso el secreto para seguir adelante en los tiempos de crisis en nuestra vida es sólo mantenernos esforzados en las cosas que ya hacemos?
¿En qué debemos esforzarnos y ser valientes?
La respuesta está en los versículos 7 y 8.
“Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (énfasis añadido).
“Ser prosperados en todo”, es la promesa que Dios ha pronunciado, a pesar de las circunstancias que enfrentemos, —si es que permanecemos fieles en obedecer sus leyes. Cuando las crisis llegan a nuestra vida, el futuro puede tornarse oscuro e incierto, nuestro ánimo puede ser catapultado por la aparición de nuevos desafíos que irrumpen la paz y la tranquilidad que hemos conocido hasta entonces.
Su mente y la mía piensan que éste es el mejor momento para rendirse y echar por la borda todos los avances que haya logrado, en protesta contra la crisis que estemos viviendo. Si la voz de la amargura y el resentimiento empiezan a susurrarle al oído: “de nada ha valido tu obediencia a la ley de Dios”, ¡no la escuche! ¡Huya de ella!
La psicología nos recomienda tener cuidado de decirle a nuestra mente que no puede hacer una tarea o alcanzar una meta, porque la mente se lo cree y luego acepta el temor y el fracaso como una realidad. Tener consciencia de cómo funciona nuestra mente respecto de nuestros pensamientos puede ser muy útil para enfocarnos de manera positiva en todo lo que hacemos y en desarrollar una buena actitud, sobre todo en tiempos de crisis.
Antes de poner en marcha cualquier plan de emergencia para salir de una crisis, haremos bien en consultar en la Biblia si nuestros esfuerzos son avalados por sus leyes justas y perfectas. Así evitaremos equivocarnos.
Sin embargo, la Biblia nos revela que nuestras acciones y actitudes positivas sólo serán prosperadas si los esfuerzos y valentía puestos en lo que hagamos se sostienen en “cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó” y en “de día y de noche meditarás en él (el libro de la ley), para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito”.
Esforzarse y ser valientes en obedecer a Dios
Uno de los ejemplos más poderosos de cómo Dios puede prosperarnos en todo, a quien busque obedecer sus leyes en medio de una crisis, lo encontramos en el dramático rescate de las familias de David y de su ejército y la victoria sobre sus secuestradores. Esta emocionante historia está en 1 Samuel 30, cuya extensión puede dividirse en las siguientes tres secciones:
1. La crisis emocional de David y sus hombres (vv. 1-6): David y su ejército de seiscientos hombres regresan a la tierra de Siclag de los filisteos, donde habían dejado a todas sus familias, y se encuentran con la terrible sorpresa de que los amalecitas habían secuestrado a todo el pueblo y luego quemado la ciudad. Al ver esta escena “David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar” (v. 4). La angustia de David se multiplicó cuando sus propios hombres quisieron darle muerte a causa de la gran amargura que sentían.
Este podría haber sido el final de una historia muy trágica, “...más David se fortaleció en el Eterno su Dios” (v. 6).
2. David dirige todos sus esfuerzos en obedecer a Dios (vv. 7-10): David se sobrepuso a la gran angustia que sentía y dispuso, con ánimo resuelto, consultarle a Dios si lo que pensaba hacer era lo correcto. En este caso, Dios le dijo a David que debía perseguir a los secuestradores, alcanzarlos y liberar a los secuestrados.
No todas las soluciones que consideramos en tiempos de crisis son necesariamente del agrado de Dios. Antes de poner en marcha cualquier plan de emergencia para salir de una crisis, haremos bien en consultar en la Biblia si nuestros esfuerzos son avalados por sus leyes justas y perfectas. Así evitaremos equivocarnos.
3. Dios prospera a David y a sus hombres (vv. 16-20): Dios bendijo a David y a los hombres que lo acompañaron en la misión de rescate, permitiéndoles encontrar a un hombre egipcio en el camino que les serviría como guía para encontrar a los amalecitas. Antes de que este hombre pudiese servirles de alguna manera, David y sus hombres lo alimentaron adecuadamente, preocupándose por su salud. Podemos aprender de esto, la lección de tratar con amabilidad y respeto a las personas que Dios decide utilizar para ayudarnos a superar nuestras crisis. No debemos creer egoístamente que nuestros problemas son prioritarios a los de las otras personas, ni sentirnos más importantes que ellos.
Luego de que David y su ejército encontraron el lugar donde estaban los secuestradores y los secuestrados, derrotaron a los amalecitas y liberaron todo lo que éstos se habían llevado de Siclag. Dios prosperó a David y a sus soldados en gran manera, dándoles absolutamente todo lo que les habían robado, tanto de personas como de animales y cosas. Este final victorioso refleja el enfoque que Dios tiene de nuestras necesidades y cómo Él se preocupa amorosamente por ayudarnos a sanar cada una de las pérdidas y daños que sufrimos en medio de una crisis.
“No temas, yo te ayudo”
Salir a flote luego de una crisis, no ocurre sólo por el poder de una mente resiliente y bien entrenada en inteligencia emocional, sino principalmente por la respuesta fiel de Dios a su promesa de bendecirnos aun en tiempos complicados, si es que seguimos esforzándonos, con valentía, por hacer todo lo que Él manda en su palabra. Dios sabe que nosotros no podemos salir solos de las situaciones difíciles. Es por eso que nos dice: “solamente esfuérzate y sé muy valiente en hacer lo que Yo te mando, todo lo demás déjamelo a mí”.
Luego de mostrar este esfuerzo y valentía por hacer lo recto delante de Dios, Él nos dice:
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Porque yo El Eterno soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo” (Isaías 41:10,13).
Tomar la decisión de obedecer a Dios, aun cuando estamos siendo empujados por el desánimo y el temor a un hoyo emocional del cual sabemos que no podremos salir solos, es una de las decisiones más difíciles de tomar en nuestra vida, pero esto fortalecerá grandemente nuestra fe y confianza en el poder de Dios. Es así como funciona la promesa de: “solamente esfuérzate y sé muy valiente”, para ayudarnos a superar nuestros momentos de crisis.
Si usted está lidiando con una o más crisis, le animamos a encontrar ayuda práctica y oportuna en nuestros artículos “Siete claves para superar las pruebas de la vida” y “7 formas de mantenerse positivo en la adversidad”.
Fecha de publicación: Marzo 19, 2025