Las trampas del diablo

¿Existe realmente el diablo? Si es así, ¿qué engaños y trampas utiliza en contra de nosotros y de nuestros seres queridos? ¿Cómo podemos evitar esa influencia maligna?

La imagen que muchas personas tienen del diablo, también conocido como Satanás, es la de un ser vestido de rojo, con una cola puntiaguda, cuernos y un tridente. En la creencia popular, este ser habita en un lugar terrorífico llamado infierno, con llamas que arden eternamente las cuales utiliza para torturar a los desafortunados que son enviados allá.

La mayoría de las personas se muestran escépticas a este personaje de tiras cómicas y no están seguros de que creer ni dónde encontrar respuestas. Encuestas recientes indican que cada vez más cristianos tradicionales dudan de que el diablo sea un ser real. ¿Realmente existe?, y si asi es, ¿cómo podemos escapar de su influencia maligna?

Existe una fuente de conocimiento confiable que nos da información fidedigna que no podemos encontrar en ningún otro lugar.

¿Qué dice la Biblia acerca del diablo?

La Biblia es la única fuente de información confiable que nos puede decir quién y qué es Satanás, cómo actúa y cómo podemos resistirnos a él. Nos revela que Satanás es un ser espiritual supremamente poderoso que domina y manipula todas las naciones. Todos los autores del Nuevo Testamento se refieren a Satanás (o el diablo), al igual que muchos libros en el Antiguo Testamento. El mismo Jesucristo reconoce la existencia de Satanás (Lucas 10:18; 11:18).

Satanás es el padre de la mentira, y uno de sus engaños más efectivos es hacerle creer a las personas que él no existe. Desde Génesis hasta Apocalipsis, se nos dice que Satanás es el enemigo de la humanidad, y que está decidido a destruir por completo a la humanidad.

La profecía bíblica lanza advertencias nefastas acerca de los tiempos del fin, describen a Satanás con gran ira porque sabe que le queda muy poco tiempo (Apocalipsis 12:12-13). Si Cristo no interviniera en los asuntos mundiales, los feroces e implacables ataques de Satanás provocarían la destrucción total de la raza humana (Mateo 24:22).

¿Cuál es el plan de Satanás?

Estos son algunos datos bíblicos importantes acerca de Satanás:

  1. Sus nombres nos revelan mucha información acerca de su carácter. Las palabras diablo y Satanás básicamente muestran que él es el acusador de los seres humanos y el adversario de Dios. También se le conoce por otros nombres: Belial (inútil o perverso, 2 Corintios 6:15); el maligno (1 Juan 5:19); el tentador (1 Tesalonicenses 3:5); el acusador de nuestros hermanos (Apocalipsis 12:10); la serpiente antigua y el gran dragón (Apocalipsis 12:9, 13); y el príncipe de la potestad del aire (Efesios 2:2).
  2. Él es enemigo de todo lo que sea bueno y correcto. Es un asesino (Juan 8:44); es mentiroso y padre de mentiras (Juan 8:44); y nuestro adversario (1 Pedro 5:8).
  3. Satanás tiene el apoyo de seres espirituales a los que la Biblia se refiere como demonios. Él logró influenciar a una tercera parte de los ángeles (Apocalipsis 12:4) para que se rebelaran en contra de Dios. Estos ángeles caídos ayudan a Satanás y cumplen sus ordenes en la guerra en contra de Dios y sus seguidores. Los demonios se describen a lo largo de todas las escrituras: Mateo 10:1; 25:41; Lucas 7:21; 1 Timoteo 4:1; Santiago 3:13-16; Judas 1:6-7; Apocalipsis 16:13-16.
  4. Analice cuidadosamente las siguientes descripciones de Satanás, y por qué es capaz de influenciar y engañar gobiernos y personas en posición de liderazgo.
  • 2 Corintios 4:4 se refiere a Satanás como “el dios de este siglo” quién ha cegado la mente de las personas “para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo…” (énfasis añadido). Entorpece el entendimiento de las buenas noticias a los seres humanos, del Reino de Cristo que pronto viene, el cual va a reemplazar el reino de Satanás (Apocalipsis 11:15). ¡No es una sorpresa que odie el mensaje de Cristo!
  • Efesios 2:2 Satanás, como “príncipe de la potestad del aire” influye en los pensamientos de las personas y los pone en contra de Dios.
  • Efesios 6:11-12: el apóstol Pablo nos dice que Satanás y sus demonios se valen de artimañas (astucia y engaño), poderes sobrenaturales y espíritus malignos en lugares altos para resistir a Dios de cualquier manera que puedan.
  • Lucas 8:27-33: los demonios sabían que Jesús era el hijo de Dios, y evidentemente saben quienes son los verdaderos seguidores de Cristo. En Juan 14:30 Jesús reconoció la posición temporal de poder que ejercen Satanás y sus demonios en la actualidad, dijo: “porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí” (énfasis añadido).
  • Apocalipsis 12:9: “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él” (énfasis añadido). De nuevo, la capacidad de engaño que tiene Satanás es evidente alrededor del mundo entero.

¡Es claro a partir de éstas y otras escrituras que los hijos de Dios se enfrentan con un enemigo formidable y peligroso que está resuelto a destruirlos por completo!

¿Qué es un cepo?

Los cepos son trampas diseñadas para capturar un tipo específico de ave o animal, generalmente por el cuello o por la pata.

En 2 Corintios 2:11, les advierte a los cristianos que deben estar en guardia, “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones”.“De pequeño, crecí en una reserva forestal estatal cubierta de árboles y arbustos. Mi padre, quien era el jefe de los guardas forestales, libraba una batalla constante con los cazadores furtivos que tendían ilegalmente cepos o trampas en la reserva para los animales incautos.

“Estos cepos consistían en su mayoría en finos cables que los cazadores furtivos tendían sutil y hábilmente a lo largo de los corredores que los animales utilizaban a diario. Una vez que el animal caía en la trampa, el alambre se enrollaba alrededor de su garganta, ahogándolo hasta la muerte o impidiéndole escapar para que los cazadores furtivos pudieran matarlo más tarde.

“Casi todos los días, mi padre enviaba a un equipo de trabajadores a buscar estos cepos. Eran difíciles de localizar, ya que estaban bien escondidos. Si se lograban capturar a los cazadores furtivos, se les multaba o incluso se les encarcelaba. Sin embargo, la caza furtiva continuó desde que tengo uso de razón”.

Cuidado con las trampas que tiende Satanás

De igual manera, Satanás tiende trampas a las personas desprevenidas, especialmente a aquellos que pretenden ser cristianos. El apóstol Pablo, en 2 Corintios 2:11, les advierte a los cristianos que deben estar en guardia, “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (énfasis añadido).

En dos ocasiones Pablo se refiere a esas tácticas como el lazo del diablo” (1 Timoteo 3:7; 2 Timoteo 2:26) —¡así como las trampas que tendían astutamente los cazadores furtivos!

Éstas son algunas de las trampas.

Trampa del diablo: falsas doctrinas

Pablo le advirtió a Timoteo, el joven evangelista: “Pero el Espíritu dice claramente [margen, “explícitamente”]que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1, énfasis añadido).

Pablo también le advirtió a la Iglesia de Dios en Corinto que prestaran atención a: “Porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia…” (2 Corintios 11:13-15, énfasis añadido).

Así que Satanás tiene ministros religiosos que parecen ser ministros de justicia, pero que inconscientemente están trabajando con él.

Y los demonios pueden engañar desde el punto de vista bíblico porque tienen conocimiento de las escrituras (Santiago 2:19) y pueden distorsionarlas. El Antiguo Testamento también tiene una advertencia similar acerca de los falsos profetas en Deuteronomio 13:1-3.

Trampa del diablo: orgullo

El orgullo fue el causante de la rebelión de Lucero en contra de Dios su Creador. Veamos en Isaías 14:13-15 cuantas veces Lucero manifiesta las cosas que haría en medio de su deseo de exaltarse a sí mismo y tomar el lugar de Dios como gobernante del universo entero. Incluso, Satanás logró convencer a la tercera parte de los ángeles para que lo siguieran (Apocalipsis 12:4).

Pablo le advirtió a Timoteo que no ordenara a la ligera a una persona como ministro debido a la trampa del orgullo. Pablo escribió que un ministro debía ser “no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo” (1 Timoteo 3:6, énfasis añadido).

El orgullo producto de la belleza, la riqueza, el intelecto o de cualquier cosa puede convertirnos en blancos de Satanás.

Trampa del diablo: engaño y mentira

Analicemos la evaluación tan precisa que Cristo hace del diablo: “Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8:44, énfasis añadido).

Adán y Eva fueron engañados por las mentiras de Satanás y le creyeron cuando les dijo “ciertamente no moriréis” después de que Dios les había dicho que si comían del fruto prohibido morirían (Génesis 3:1-7). A partir de ahí, la historia de la humanidad demuestra la voluntad del hombre de querer escuchar a Satanás en lugar de Dios —con dolorosas y nefastas consecuencias.

Veamos la historia de Ananías y Safira en el libro de Hechos. Ellos fingieron haber dado todo el dinero a la Iglesia, producto de la venta de la propiedad. Aparentemente, parecían ser unos miembros destacados de la Iglesia, pero actuaron con engaño e hipócritamente cuando le mintieron al apóstol Pedro.

Esto fue lo que Pedro dijo: “Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo…?” Ananías cayó muerto a los pies de Pedro. Trágicamente, su esposa Safira también murió de la misma manera (Hechos 5:1-11).

Éstas fueron las nefastas consecuencias en la vida de dos personas que respondieron a la instigación de Satanás y siguieron su ejemplo de ser mentirosos.

Trampa del diablo: pensamientos malignos

Santiago escribió: “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa” (Santiago 3:14-16, énfasis añadido).

Santiago está hablando acerca de la sabiduría que es sensual y diabólica, cuyo resultado es la confusión. Teniendo en cuenta que Dios no es el autor de la confusión (1 Corintios 14:33), entonces, ¿dónde se origina? Ésta es una de las técnicas de Satanás para confundir y obstaculizar las actividades de la humanidad. ¿Cuál es el consejo de Santiago? Buscar primeramente “la sabiduría que es de lo alto” (Santiago 3:17-18).

Trampa del diablo: ira y acusación

En ocasiones perdemos el control, y la ira se apodera de nuestra vida. Pablo escribió: “no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo” (Efesios 4:26-27). Una ira descontrolada puede conducir a la amargura y a un espíritu de acusación.

En lugar de esto, debemos seguir el consejo que encontramos en Hebreos 12:14-15: “Seguid la paz con todos… no sea que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”. ¿Tiene usted el hábito de acusar a las personas? Recuerde que Satanás es el “acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche” (Apocalipsis 12:10).

Una actitud de ira y con deseos de acusar, ¡puede hacer que fácilmente caigamos en el lazo del diablo!

Trampa del diablo: inmoralidad sexual y lujuria

La sociedad occidental en particular, ha venido descartando las creencias que anteriormente regían la decencia sexual, adoptando nuevas perspectivas morales. La permisividad y la promiscuidad han reemplazado la moralidad bíblica. La castidad ya no se considera una virtud digna de ser admirada y los estándares morales han sido en gran medida, eliminados y reemplazados por una nueva moralidad.

Este concepto de libertad sexual ha traído consigo consecuencias trágicas, especialmente para las familias, con un gran porcentaje de divorcios entre los matrimonios. Y las repercusiones se extienden aún más a los embarazos no deseados, suicidios, abortos, trastornos mentales e infelicidad. Mientras tanto, todos los medios de comunicación nos bombardean con material que promueve la promiscuidad sexual y la inmoralidad.

Dios condena en la Biblia cualquier manifestación de lujuria, tal como la fornicación (actividad sexual antes del matrimonio) y el adulterio. Estos son pecados, y quebrantan el Séptimo Mandamiento. Satanás sabe que estos tipos de pecado traen consigo consecuencias nefastas para el matrimonio y la familia.

Veamos en 1 Corintios 6:13-20, donde leemos que: “Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo” (v. 13, énfasis añadido). Dios se preocupa por las cosas que hacemos con nuestro cuerpo —¡somos su creación! Nos dice: “Huid de la fornicación” (v. 18) y “glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu” (v. 20) evitando la inmoralidad sexual.

Debemos tomar estas exhortaciones muy en serio, ya que los inmorales sexuales “no heredaran el Reino de Dios” (v. 9, énfasis añadido).

Debemos evitar la actividad sexual antes del matrimonio y cuando nos casemos, practicarla sólo con nuestra pareja (Hebreos 13:4).

Como evitar las trampas del diablo

A continuación presentamos algunas formas para evitar las trampas de Satanás:

1. Buscar la ayuda de Dios. Satanás es tan sutil y poderoso que nosotros no podemos resisitir su influencia sin la ayuda de Dios. “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros” (Santiago 4:8). La clave más importante es acercarse a Dios diariamente y permanecer cerca a Él. Cristo nos enseñó a orar en Mateo 6:13 así: “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal”. Entre más crezcamos en el carácter de Dios por medio de la oración y el estudio bíblico personal, menos posibilidades tendremos de ser manipulados por Satanás.

2. Resistir al diablo. Veamos Santiago 4:7: “resistid al diablo, y huirá de vosotros”. A diario debemos prestar atención a los intentos por parte del diablo de inducirnos a caer en su camino de vida contrario a Dios, debemos resistirlo. Esto implica controlar no sólo nuestras acciones, sino también nuestros pensamientos.

3. Ponernos la armadura de Dios. el apóstol Pablo nos da más consejos acerca de cómo evitar las trampas de Satanás. Veamos en Efesios 6:10-18, donde nos exhorta a “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” (v. 11, énfasis añadido). Si usted desea estudiar más acerca de esta importante sección de las escrituras, lo invitamos a ver nuestro artículo “Tomad toda la armadura de Dios” y los demás artículos relacionados con cada pieza de la armadura.

Satanás, finalmente sometido

La Biblia nos revela que el papel de Satanás como “príncipe de este siglo” (2 Corintios 4:4) pronto llegará a su fin. Después de que Cristo regrese para reemplazar el gobierno de Satanás con su Reino, Satanás será encerrado “para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años” (Apocalipsis 20:3).

¡Qué momento tan glorioso será para toda la humanidad! ¡Que Dios nos dé la sabiduría y el amor por su Palabra, su verdad y su camino de vida para evitar las trampas de Satanás y estar allí para presenciar este acontecimiento tan significativo!

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