¿Evolucionó por casualidad la vida en la Tierra? La increíble complejidad de las formas más “simples” de vida, apuntan a un diseño inteligente en el origen de la vida.
La Biblia afirma que la vida fue diseñada y creada por Dios. Sin embargo, muchas personas a lo largo de la historia, incluyendo el famoso filósofo griego Aristóteles, han creído que las formas de vida simples surgieron espontáneamente. Por ejemplo, muchos creían que las pulgas surgían del polvo inanimado y los gusanos podían aparecer espontáneamente en la carne muerta.
A finales de 1800 los experimentos de Louis Pasteur refutaron esa teoría de la generación espontánea, demostrando que la vida proviene solamente de la vida preexistente de la misma especie.
Aunque la ciencia actualmente ya no apoya la idea de la generación espontánea para ninguna forma de vida, la hipótesis se mantiene para el origen de la vida. La teoría de la evolución propone que la primera forma de vida simple surgió de procesos naturales por casualidad.
¿Vida simple?
Cuando Charles Darwin propuso su teoría de la evolución, no sabía que dentro de una célula “simple” ocurrían reacciones químicas complejas. Pero ahora los científicos han descubierto que incluso las formas de vida unicelulares como la bacteria, son muy complejas.
Michael Bahe, profesor de bioquímica, escribió: “Nosotros los seres humanos tendemos a tener una opinión elevada de nosotros mismos, y esa actitud puede influir en nuestra percepción del mundo biológico. Particularmente en nuestra actitud hacia lo que está más arriba y más abajo en biología… sin embargo, si otros organismos pudieran hablar, podrían argumentar su superioridad. Esto incluye a la bacteria, que a menudo pensamos que es de las formas de vida más burdas” (Darwin´s Black Box [La caja negra de Darwin], pp.69-70).
Aunque en el pasado se pensaba que la bacteria era una forma de vida simple, ahora sabemos que tienen unas características muy complejas como el flagelo. (Para mayor información acerca de la complejidad del flagelo, vea el artículo de Vida, Esperanza y Verdad “Flagelo bacteriano: evidencia de un Creador”.)
Para que incluso tan sólo una célula pueda funcionar, debe ser capaz de “procesar información, convertir la energía, metabolizar nutrientes, construir proteínas y transportar materiales a través de las membranas” (William Dembski and Jonathan Wells, The Design of Life [El diseño de la vida], p.145). Todo esto implica funciones muy complejas.
No sólo son extremadamente complejas las bacterias, también ocurren temprano en el registro fósil, que los científicos datan de hace unos 3,5 millones de años. Sin embargo la teoría de la evolución enseña que el registro fósil debería comenzar simple.
La complejidad de una sola célula
Cuando Darwin escribió El origen de las especies, la ciencia no había avanzado tanto como lo ha hecho hoy en día. Los científicos sólo veían manchas cuando miraban una célula. Pero ahora sabemos que no existe tal cosa como una forma de vida simple.
Empecemos con los componentes esenciales de la vida. Toda vida depende de las proteínas y estas impresionantes moléculas tienen unas funciones tremendamente importantes en la célula. Transportan elementos de una parte de la célula a otra; están involucradas en el proceso de reproducción y mucho, mucho más.
Aquí nos hemos detenido solamente en un componente muy complejo de la célula, y sólo hasta hoy la humanidad puede empezar a entender los aspectos interconectados e interdependientes de la célula más “simple”. Una proteína en si es muy compleja. El bioquímico Michael Denton escribió: “Nos dimos cuenta de que el más simple de los componentes funcionales de la célula, las moléculas de proteína, eran piezas asombrosamente complejas de la maquinaria molecular” (Evolution: A Theory in Crisis, [Evolución: una teoría en crisis], p. 329). También señaló que “la tarea de diseñar una máquina molecular así… estaría totalmente fuera de nuestra capacidad en el momento actual”.
Aquí nos hemos detenido solamente en un componente muy complejo de la célula, y hasta hoy la humanidad puede empezar a entender los aspectos interconectados e interdependientes de la célula más “simple”.
Experimentos del origen de la vida
Se han hecho intentos para mostrar cómo la primera célula que se reprodujo pudo haberse desarrollado mediante métodos naturales sin un creador. Pero, ¿en realidad muestran estos experimentos como comenzó la vida?
El experimento de Miller-Urey es uno que se cita a menudo en los libros, como evidencia de que la vida pudo haber evolucionado por sí misma. A principios de 1950, Stanley Miller, un estudiante de doctorado del ganador del premio Nobel Harold Urey, llevó a cabo un experimento para tratar de imitar las condiciones que se pensaban existían en ese entonces en la Tierra primitiva.
En este famoso experimento, Miller utilizó un aparato de vidrio cerrado y bombeó el aire hacia afuera. Después reemplazó el aire por metano, amoníaco, hidrogeno y vapor de agua. “Calentó el agua e hizo circular los gases por una chispa eléctrica de alta tensión para simular un rayo”. Algunos de los químicos que se produjeron incluían aminoácidos, que son la base esencial de las proteínas (Jonathan Wells, Icons of Evolution, [Íconos de la evolución], pp.13-14).
Pero existe un gran problema con este experimento. La mayoría de los científicos creen ahora que la atmósfera de la Tierra no se parecía a la mezcla de gases que Miller utilizó. Tristemente, muchos libros continúan afirmando la importancia de este experimento para demostrar cómo algunos componentes básicos de la vida pudieron haberse desarrollado en un caldo primigenio, ignorando la evidencia científica de lo contrario.
A pesar de eso, digamos que de alguna manera algunos de los aminoácidos más simples estaban presentes en la historia de la tierra primitiva. La vida requiere de proteínas muy complejas. Una proteína promedio tiene cientos de aminoácidos. Estos aminoácidos deberían haberse organizado de una manera muy compleja y precisa para poder funcionar. Las probabilidades de que eso haya sucedido por casualidad son astronómicas. ¿Cómo podrían estos aminoácidos haberse organizado aleatoriamente para producir una proteína —sin mencionar todas las proteínas necesarias para la vida?
Michael Behe escribió: “En privado, muchos científicos reconocen que la ciencia no tiene explicación para el comienzo de la vida” (Darwin´s Black Box, [La caja negra de Darwin]; p. 172). Sin embargo, en público y en muchos documentales no dan esa impresión.
Para poder explicar cómo una sola célula de vida pudo desarrollarse, los científicos deberían mostrar cómo una célula compleja puede organizarse a sí misma y reproducirse. La complejidad involucrada en la forma de vida más simple es asombrosa. Michael Behe también dijo: “Si ellos alguna vez intentan hacer ese experimento, sólo estarían repitiendo el frustrante trabajo que los científicos del origen de la vida hicieron antes que ellos —y que han visto que las mezclas complejas producen una gran cantidad de lodo en los lados de un frasco, y no mucho más” (Darwin´s black Box, [La caja negra de Darwin], p.190).
Entonces, ¿de dónde proviene la vida?
Hemos visto que incluso las células encontradas en capas antiguas son extremadamente complejas. ¿Qué implica esto? Tenga en cuenta esta analogía:
Cuando enviamos sondas a Marte, ¿esperábamos encontrar una computadora prendida diciendo “Hola”? Si encontramos una máquina como ésta, la conclusión sería que alguien la construyó. La existencia de máquinas extremadamente complejas en cualquier parte implica un diseño.
La primera célula viva reproductiva tuvo que haber sido compleja y todas sus funciones tuvieron que funcionar a la vez. Nadie ha podido demostrar cómo esta primera célula pudo, por casualidad, adquirir la complejidad necesaria para funcionar.
La evidencia de diseño está demostrada en la complejidad de toda forma de vida, desde organismos unicelulares hasta los seres humanos. La vida fue, obviamente, creada por un gran Diseñador. Incluso a nivel celular, la vida es extremadamente complicada; y todas las explicaciones acerca del origen de la vida se quedan muy cortas.
Para más detalles, asegúrese de leer nuestros artículos “¿Es Dios el responsable del origen de la vida?” “El origen de la vida: ¿son las células simples realmente simples?” y “Dios y la ciencia”.