¿Debemos celebrar el día de San Valentín?

El 14 de febrero, parejas alrededor de todo el mundo van a expresar su amor por medio de regalos con motivo del día de San Valentín. Pero muchos de los hijos de Dios, profundamente comprometidos, no lo harán. ¿Debería usted hacerlo?

Recientemente regresé de un viaje ministerial donde visité algunas congregaciones de la Iglesia de Dios en Ghana. Desde que regresé a los Estados Unidos, cada vez que enciendo la radio (sobre todo cuando estoy dentro de mi auto) o veo los anuncios en el periódico o en la televisión me animan a comprar flores, dulces, “regalos únicos” o incluso un carro último modelo para ese “alguien especial” con motivo del día de San Valentín.

Hace unos 40 años atrás dejé de celebrar el día de San Valentín. ¿Por qué mi esposa y yo, al igual que miles de hijos de Dios alrededor del mundo, decidimos no volver a celebrar esta fiesta, que parece ser tan inocente y romántica?

Orígenes paganos

Los detalles alrededor del origen del día de San Valentín pueden ser un poco turbios, pero sin duda sus raíces se remontan a un festival pagano enfocado en ritos para la fertilidad. La mayoría de fuentes históricas más acreditadas citan el festival pagano romano de los Lupercales como el génesis de la celebración moderna. Esa celebración que duraba tres días se concentraba en la purificación, la fertilidad y el “amor” (léase lujuria) entre la población joven y soltera de Roma.

La mayoría de fuentes históricas más acreditadas citan el festival pagano romano de los Lupercales como el génesis de la celebración moderna.Después de que se ofrecían los sacrificios (aparentemente cabras y perros ocupaban un lugar prominente en estos sacrificios), los solteros sacaban los nombres de las solteras de una urna y luego se emparejaban durante un año. En algunos casos se casaban, pero no siempre sucedía. Los paganos sabían cómo mezclar el sexo ilícito en sus celebraciones religiosas.

En algún momento antes del año 500 d.C., el papa católico Gelasio I “cristianizó” esta celebración transformándola de una celebración pagana para la fertilidad en un evento para conmemorar un santo “cristiano”. El escogido para ser homenajeado fue Valentín (al parecer, había muchos santos católicos con ese nombre).

No obstante, la celebración “cristianizada” mantuvo su enfoque en el “amor” y el sexo, incluyendo imágenes de Cupido, el dios romano del amor. Originalmente se representaba a Cupido afilando sus flechas del amor en una piedra con la sangre de un niño. Esta imagen repulsiva se fue sustituyendo por la de un bebé regordete, más comercial, en el siglo XIX. Para conocer más acerca de los orígenes del día de San Valentín, lo invitamos a leer “¿El día de San Valentín es pagano? ¿Y qué?”.

¿Debe un hijo de Dios celebrar el día de San Valentín en la actualidad?

Avancemos hasta nuestros días. Mientras que muchas personas generalmente entienden los orígenes de esta celebración pagana, realmente no le ven ningún problema con mantener la tradición de enviar regalos románticos a sus parejas. Después de todo, es un día “inofensivo” que habla del amor, romance y la dulzura hacia una persona especial en nuestras vidas; ¿qué puede estar mal con eso?

La respuesta proviene de unas advertencias muy concretas que nos dan las escrituras:

“Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis” (Deuteronomio 8:19). Para ser claros, participar en el día de San Valentín significa involucrarnos en prácticas de adoración antiguas de “otros dioses” —no del verdadero Dios.

Dios no quiere que su pueblo adopte prácticas paganas de otras religiones:

“Guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré. No harás así al Eterno tu Dios… Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás” (Deuteronomio 12:30-32).

Es probable que algunas personas digan que el día de San Valentín ya no tiene esa connotación religiosa, así que estas escrituras no aplican. Pero ese argumento desconoce los claros orígenes y el enfoque antiguo en la actividad sexual ilícita que era parte de la celebración. El hecho de que algunos piensen que no sucede lo mismo actualmente no borra los orígenes paganos que hacen que la celebración llegue hasta nuestros días. Tampoco cambia lo que Dios piensa acerca de estas cosas.

Las parejas felices no necesitan darse regalos en el día de San Valentín para demostrarse el amor que se tienen. Si usted desea aprender más acerca de este tema, lo invitamos a leer nuestro blog, “4 alternativas románticas para el día de San Valentín”.

Sepa más

¿El día de san Valentín es pagano? ¿Y qué?

Muchos saben que san Valentín tiene orígenes paganos. Pero actualmente es un día romántico y divertido, ¿verdad? ¿Le importa realmente su pasado a Dios?

Acerca del autor

Tom Clark

Tom Clark

Tom Clark se casó con su encantadora esposa, Mary, en 1985. Tienen tres hijos adultos y tres nietos (y hay más en camino). Tom fue ordenado ministro en 1989 y ha servido a congregaciones en Georgia, Oklahoma, Texas, Missouri, Kansas, Minnesota y Dakota del Norte. Actualmente es pastor de las congregaciones de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial, de Bentonville, Van Buren y Mena, Arkansas. Además de sus responsabilidades pastorales en los Estados Unidos, sirve en el extranjero como pastor principal de las congregaciones en Ghana, África Occidental, donde ha trabajado desde el 2006. Normalmente viaja a Ghana para las visitas pastorales tres veces al año, pasando aproximadamente de cinco a seis semanas allí a lo largo del año.

En sus charlas, a menudo se centra en los temas de saber lo que usted cree y por qué lo cree y la importancia vital de la oración, el estudio bíblico, el ayuno y la meditación en la vida de un cristiano. También dirige un campamento de preadolescentes de la Iglesia en Arkansas y hace parte del grupo de ministros de Correspondencia Personal que contestan cartas y correos electrónicos que se reciben en Vida, Esperanza y Verdad.

Entre sus actividades favoritas están pasar tiempo con sus hijos, nietos, leer y actividades al aire libre como la caza con arco y la pesca.

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