¿Estamos viendo los males de la sociedad como algo normal?

¿Nos estamos acostumbrando a ver los males como algo normal?  ¿Cómo tener paz mental en medio de los males de la sociedad? 

Hace pocos días se cumplió un año del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. A la fecha las estadísticas hablan de al menos 42.295 muertos, más de 15.000 personas perdidas, más de 14 millones de civiles que han salido de Ucrania buscando protección, más de 140.000 edificios destruidos en diferentes lugares del país y daños inmensos en propiedades privadas. Pero Rusia sigue adelante en su deseo de expansión.

La carrera nuclear por parte de Rusia parece no tener límites. Así lo expresó el presidente Vladimir Putin al establecer que no tiene la intención de negociar acerca de las limitaciones sobre el armamento nuclear.

Hasta ahora ninguna de las partes parece dispuesta a entablar negociaciones de paz. Entonces, ¿Cuándo llegará el fin de la guerra en Ucrania? Esta una pregunta sin respuesta aún.

Noticias saturadas de males

El nivel de saturación de malas noticias ha ido excediendo nuestra capacidad de comprensión. Tal pareciera que la sociedad ya no se asombra de los males que existen: corrupción política, ganancias deshonestas, religiones pervertidas, libertinaje sexual, delincuencia, guerras, odio racial, corrientes ideológicas cada vez más extrañas, y suma y sigue…

La sociedad cada vez más siente un alto grado de decepción al ver que no hay solución para estos males que han corrompido a la humanidad. Para muchos ¡esta es una batalla completamente perdida!

Acostumbrados a vivir como si los males fueran parte del paisaje, en ningún caso es la solución para tener una vida interior en paz. Lo cierto es que se necesita urgentemente ayuda para tener un grado de paz en nuestras mentes para no caer en depresión y que nos volvamos personas insensibles a la injusticia y el mal.

Paz mental en medio de la tormenta

Se necesita urgentemente ayuda para tener un grado de paz en nuestras mentes para no caer en depresión.¿Qué significa tener paz mental en tiempos como hoy? ¿Significa alcanzar un estado en el que nos liberemos de nuestras principales preocupaciones, miedos, estrés y sufrimientos, escondiéndolos? O ¿significa ser conscientes de las bendiciones que Dios nos ha dado en la vida y buscar una conexión con el propósito para el cual Dios nos puso en este mundo?

¿Qué nos roba nuestra paz mental? Las ansiedades, las preocupaciones, el estrés, las incertidumbres y nuestros propios miedos, constituyen las más grandes barreras de asfixia para nuestra paz interna.

El apóstol Juan, en su primera Epístola, nos muestra una clave para alcanzar la verdadera paz mental y espiritual. “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor (1 Juan 4:17).

¿Por qué el temor lleva en sí castigo? Una respuesta es el hecho de que el temor puede generar consigo más angustias, inestabilidad, depresión profunda y baja autoestima.

Caminando por fe, no por vista

Ante la avalancha de desastres, noticias lamentables y desgarradoras, que abundan hoy, la humanidad necesita urgentemente un cambio en su forma de vivir y de relacionarse con el prójimo.

Caminar por fe y no por vista (1 Corintios 5:7) significa creer en el verdadero Dios y Creador de todas las cosas. Dios existe y Él quiere y puede ordenar nuestras vidas y nuestras mentes. Romanos 1:20 dice: “Porque todas las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”.

¡No hay excusa para no creer en Dios y confiarle a Él las riendas de nuestra vida! Se requiere tener la voluntad de querer caminar por fe y no por vista. Lea nuestro artículo “Tres razones para creer en Dios”.

Ya queda menos

Ya queda menos para que la humanidad llegue al colmo de sus propios males.

Antes de que Dios creara al hombre y a la mujer y los pusiera sobre la Tierra, Dios realizó una muy bella creación angelical (Ezequiel 28:12-15). Dios creó a un ser angelical de la más fina estampa. No obstante, el versículo 15 dice: “Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”. Dios no creó a Lucifer con maldad, sino que lo creó perfecto en muchos sentidos, pero con libre albedrío. Solo él decidió corromperse y pecar contra el Creador.

Dios permite tantos males en este mundo, es para que terminemos saturados de nuestra vana manera de vivir.Una razón por la cual Dios permite tantos males en este mundo, es para que terminemos saturados de nuestra vana manera de vivir (1 Pedro 1:18), de manera que cuando retorne Jesucristo a la Tierra, no nos queden más ganas de querer vivir a nuestra manera egoísta.

Dios se está asegurando de que a ninguno de nosotros nos suceda lo que le sucedió a Lucifer, cuando se enalteció su corazón a causa de su hermosura y corrompió su sabiduría a causa de su esplendor (Ezequiel 28:17).

Es necesario que aprendamos la lección y tengamos la existencia de 6.000 años de la humanidad como un recordatorio de lo que sucede cuando nos revelamos contra Dios y decidimos vivir de manera egoísta, orgullosa y llena de vanidad, de lo cual sólo hemos obtenido sufrimiento.

En Romanos 12:3 se describe muy bien el equilibrio para tener paz mental para esta vida y para la próxima: “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”.

Conozca más del verdadero plan de Dios para toda la humanidad, en nuestra sección “Centro de Aprendizaje en Video”, donde usted podrá conocer en profundidad ese plan de salvación maravilloso que Dios está desarrollando para toda la humanidad. De igual manera, lo invitamos a leer nuestro artículo “Como encontrar la paz mental” en medio de un mundo impredecible y fuera de control.

Acerca del autor

Sergio Carvajal

Sergio Carvajal

Sergio Carvajal nació y vive en la ciudad de Santiago en Chile. Es casado con Vanesa Navarrete desde el año 2004. Tienen dos hijos varones, Sebastián y Tomás.

Sus padres llegaron a la Iglesia de Dios en el año 1975 cuando él tenía 3 años. La guía y ejemplo de ellos le sirvieron de fundamento para vivir esta vida con sentido y preparación para la nueva vida en el Reino de Dios.

Aprender a confiar y sostenerse en Dios cada día, como viendo al invisible, se ha convertido en su convicción más profunda. Mirando hacia atrás, y ver todas las experiencias que ha tenido en la vida, difíciles o no, han sido muy necesarias en la vida de Sergio y forman parte del propósito que Dios ha trazado para su vida.

Ha participado de los Clubes de Oratoria y Graduados desde el año 1986 hasta el presente. En el año 2019 fue ordenado diácono.

Sus hobbies son estar con la familia, escuchar buena música y cantar en el coro de su congregación.

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