La paz mental, ¿dónde encontrarla?

En un mundo envuelto en conflictos y bombardeado de noticias, en su mayoría negativas ¿Cómo podemos estar tranquilos? ¿Existe alguna forma de lograr o alguien que nos pueda proporcionar la paz mental?

La grave crisis de inseguridad que vive el mundo mantiene en constante preocupación y vulnerabilidad emocional a muchas personas, sumado a la pandemia, la guerra en Ucrania, los incesantes conflictos en Medio Oriente, la hambruna en África, las tensiones entre China y Taiwán, la creciente recesión mundial, los efectos del calentamiento global, los asesinatos en colegios, etcétera.

Todo lo anterior genera una sensación de pánico y de incertidumbre que alimentan mucha preocupación y miedo, hasta caer en la depresión. Como resultado de esta angustia, es muy difícil tener esperanza y la paz mental.

Escapar a esta condición se vuelve muy difícil cuando vemos que los medios de comunicación nos bombardean de noticias que, para captar la atención, tratan sucesos trágicos y negativos.

En una encuesta realizada por el Instituto Reuters de Inglaterra a unas 93.000 personas de 46 países, mostró que al menos el 40 por ciento de los encuestados prefiere ignorar las noticias de los diferentes medios de comunicación y un 38 por ciento, especialmente la población joven, dice evitarlas por lo repetitivo, lo trágico y la sensación de impotencia, presión mental y emocional que éstas causan.

La búsqueda de la paz mental se ha vuelto una necesidad imperante en estos días, pero ésta ha sido una búsqueda que el ser humano siempre ha tenido, pero lamentablemente no ha encontrado la respuesta.

¿Debemos ignorar las noticias para tener paz mental?

En la época moderna se nos hace difícil escapar de la información que circula. De una manera u otra siempre estamos recibiendo información, Las noticias nos encuentran, incluso si no las estamos buscando.

La decisión de nuestros primeros padres fue la causa de los problemas de toda la humanidad, hasta el día de hoy. Ignorar los problemas del mundo no se puede convertir en una forma de vivir. Eso no es lo correcto, pero entender el origen de los problemas que aquejan a la mayoría de la sociedad y buscar una solución en el lugar y con el Ser correctos, nos ayudará a tener la verdadera paz que tanto necesitamos.  

Entender el origen de los problemas

La Biblia relata cómo los primeros humanos rechazaron el camino de paz y, engañados, siguieron el camino fatal y destructivo que el mundo entero ha seguido, bajo la influencia de la misma serpiente del jardín de Edén. Esta decisión de nuestros primeros padres fue la causa de los problemas de toda la humanidad, hasta el día de hoy. Esta decisión original la encontramos en el capítulo 3 de Génesis y ha sido la causa de los problemas que vemos hasta el día de hoy.

La Biblia nos dice que es Satanás —el peor enemigo de la humanidad— quien gobierna el mundo y se ha encargado de difundir sus actitudes de odio y crueldad en la mente del ser humano (Efesios 2:2; 1 Juan 5:19; Apocalipsis 12:9) y, como consecuencia, tenemos situaciones trágicas constantemente que nos traen ansiedad.   

¿Qué es la paz?

De acuerdo a la definición de la Real Academia Española (RAE), “paz” es la situación en la que no existe lucha armada en un país o entre países. Ésta es la definición más lógica, de acuerdo a la situación que el mundo vive. En Gálatas 5:22 encontramos que unos de los frutos del Espíritu Santo es la paz. El apóstol Pablo usa aquí la palabra griega eirene, que significa “paz entre personas, i.e. armonía, concordia” (Lexicón griego de Thayer). En el hebreo shalom significa no sólo libertad de problemas, sino todo aquello que implica el máximo bien para el hombre” (Biblia de estudio diario de Barclay).

¿Cómo encontrar la paz mental?

Experimentar la verdadera paz en la mente es algo que se describe en Salmos 4:8, “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Eterno, me haces vivir confiado”.

William Barclay, en su comentario acerca de Marcos 4:35-41 comenta acerca de la experiencia que vivieron Jesús y sus discípulos en la tormenta, en el Mar de Galilea: “Dios nos da la paz en las tormentas de ansiedad. El principal enemigo de la paz es la preocupación por nosotros mismos, la preocupación por el futuro desconocido, la preocupación por los que amamos, etcétera. Pero Jesús nos habla de un Padre cuya mano nunca va a causar a su hijo una lágrima innecesaria. Éste es un amor que ni nosotros ni aquellos a los que amamos podemos imaginar. En la tormenta de la ansiedad Él nos trae la paz del amor de Dios”.

En medio de esta tremenda tormenta, Cristo tuvo la capacidad de dormir tranquilamente, porque sabía de dónde y cómo tener la paz interna en medio de los problemas. Nuestro Mesías mantenía una relación estrecha con su Padre a través de la oración y el ayuno. La paz que Él tenía era la confianza en Dios y es la misma que transmitió a sus discípulos para que se mantuvieran tranquilos cuando su Maestro ya no estuviera en medio de ellos.

La verdadera paz se obtiene al construir una relación cercana a Dios. Le recomendamos leer nuestro artículo “Oración, ayuno y meditación: relacionándonos con Dios”. Hasta aquí podemos darnos cuenta que no existe otra forma de alcanzar la paz. Es Dios quien nos ayuda a entender que los problemas de este mundo no tienen solución por medio de gobiernos humanos, pero sí tienen solución a través de la intervención de Dios aun ahora. Para toda la Tierra, la paz vendrá a través de un gobierno que pronto vendrá y que será dirigido por Cristo mismo. Lea El Reino de Dios ¡Las mejores noticias que usted podría oír!

La verdadera paz viene de vivir una vida adecuada entre el hombre y Dios, así como entre los hombres.Sí, mientras llega el Reino de Dios, usted puede desarrollar, desde ahora, éste fruto de la paz. Por favor lea nuestro artículo: El fruto del espíritu: la paz.

¿Qué debemos hacer para tener paz mental?

Guardar y practicar los mandamientos, que nos enseñan cómo amar a Dios y a los seres humanos. “Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo” (Salmos 119:165).

Desarrollar el amor de Dios: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Corintios 13:4-7).

Enfocarnos en el bienestar de los demás: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” (Filipenses 2:3-5).

La paz es más que la ausencia de la guerra. La verdadera paz empieza al vivir una vida adecuada entre el hombre y Dios. Muy pronto éste mundo, confuso y muchas veces deprimente, experimentará, por primera vez, la verdadera paz, y ésta vendrá de la mano del mismo ser que nos creó. En Isaías 9:6 Dios nos dice: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. En el entretanto de Cristo regresa, debemos reflejar a esta sociedad la calma espiritual y la paz de conocer a Dios realmente. Debemos crecer en esta parte del fruto del Espíritu, que es la paz.

Lectura recomendada:

Sepa más

El fruto del espíritu: la paz

Este mundo no conoce la paz. ¿cómo pueden los cristianos mostrar paz?

Acerca del autor

Sergio Carvajal

Sergio Carvajal

Sergio Carvajal nació y vive en la ciudad de Santiago en Chile. Es casado con Vanesa Navarrete desde el año 2004. Tienen dos hijos varones, Sebastián y Tomás.

Sus padres llegaron a la Iglesia de Dios en el año 1975 cuando él tenía 3 años. La guía y ejemplo de ellos le sirvieron de fundamento para vivir esta vida con sentido y preparación para la nueva vida en el Reino de Dios.

Aprender a confiar y sostenerse en Dios cada día, como viendo al invisible, se ha convertido en su convicción más profunda. Mirando hacia atrás, y ver todas las experiencias que ha tenido en la vida, difíciles o no, han sido muy necesarias en la vida de Sergio y forman parte del propósito que Dios ha trazado para su vida.

Ha participado de los Clubes de Oratoria y Graduados desde el año 1986 hasta el presente. En el año 2019 fue ordenado diácono.

Sus hobbies son estar con la familia, escuchar buena música y cantar en el coro de su congregación.

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