De la edición Mayo/Junio 2018 de la revista Discernir

Ayudando a nuestros hijos a manejar las tragedias en las noticias

Después de una tragedia, usted se puede sentir muy perturbado y vulnerable, pero sus hijos necesitan su apoyo y orientación. A continuación le daremos una guía para saber qué decir.

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Decir que vivimos en un mundo aterrador es decir lo mínimo. En los últimos doce meses, unos súper huracanes golpearon las casas en el Caribe, Florida y Texas; los monzones y las inundaciones causaron incontables muertes en Asia; la sequía y el conflicto político empujaron el Cuerno de África al borde de la hambruna; unos terremotos devastaron México y la región de la frontera entre Irán e Irak.

Durante ese mismo tiempo, hemos visto tres de los asesinatos masivos más grandes en la historia de Estados Unidos —el tiroteo en la escuela de Parkland, Florida; la masacre en la iglesia en Sutherland Springs, Texas; y la matanza en el concierto al aire libre en Las Vegas.

Esto es además de los ataques terroristas, las amenazas de misiles, los disturbios, homicidios espeluznantes, secuestros, asesinatos entre pandillas, asaltos a mano armada, violaciones y otros actos violentos que se han convertido en algo tan frecuente en nuestros noticieros diarios. Casi cada vez que vemos noticieros o buscamos en nuestras fuentes de redes, somos bombardeados con una tras otra historia terrible.

El impacto de las tragedias en los niños y los adolescentes

Aunque el impacto de estos eventos en los adultos es muy grande, esta clase de tragedias puede ser aún más difíciles de afrontar para los niños y los adolescentes.

Según Melissa Brymer, PhD.; Psy.D., directora de los programas de terrorismo y desastres en el Centro Nacional para Estrés Traumático en UCLA: “Después de un evento traumático en las noticias, sus hijos tal vez se preocupen de que esto vuelva a pasar, que su propia seguridad esté amenazada o que alguien que ellos aman sea herido o muerto”.

Los padres tal vez deseen proteger a sus hijos de las tragedias, pero esto es prácticamente imposible. Scott Poland, Ed.D., un profesor de psicología en la Universidad Nova Southeastern, afirma: “Con tantos medios de comunicación y un flujo constante de noticieros que nos informan 24/7 en nuestros celulares, es altamente improbable que estos niños escapen de estas historias”.

Hablar con sus hijos acerca de sucesos trágicos también es sabio desde una perspectiva bíblica. La Biblia nos dice que “En los postreros días vendrán tiempos peligrosos” (2 Timoteo 3:1). Se nos dice que nuestro mundo se volvería cada vez más peligroso e inestable, hasta el momento del regreso de Cristo.

No hace falta decir que los padres tienen la responsabilidad de preparar a sus hijos para la edad adulta. Esto incluye enseñarles, según la Biblia, por qué hay tantos problemas en el mundo, cómo desarrollar la resiliencia y la importancia de permanecer enfocado en la perspectiva global de Dios. Al ayudarles a enfrentar las tragedias actuales, también les estaremos enseñando cómo afrontar los difíciles tiempos que tenemos por delante.

¿Qué pueden hacer los padres para ayudarles a sus hijos a sentirse seguros y permanecer positivos en medio de un flujo constante de una continua cobertura de noticias relacionadas con los desastres? Veamos seis sugerencias prácticas:

1. Abrir el diálogo

Cuando aparece una crisis grave en las noticias, tome la iniciativa de hablar de eso con sus hijos; no espere a que ellos se lo digan.

La doctora Brymer dice: “Sus hijos van a escuchar acerca de eso en la escuela y en las noticias, y mucho de lo que van a oír es atemorizante e incluso impreciso. Usted necesita hablar con ellos para darse cuenta de qué es lo que han oído, la percepción e información incorrectas que tal vez tengan y ayudarles a descansar de su ansiedad”.

Usted puede comenzar diciendo: “Algo horrible pasó hoy. ¿Han oído algo acerca de eso?” Permítales a sus hijos compartir sus preocupaciones y perspectivas, y escuche cuidadosamente lo que ellos tengan que decir. Asegúrese de estar informado acerca de la situación para que pueda ayudar a sus hijos a entender los hechos versus los rumores. Pregúnteles si tienen alguna duda y sea honesto en sus respuestas sin ser demasiado gráfico ni dar demasiados detalles.

Si no tienen preguntas, eso está bien. No todos los niños quieren una explicación exhaustiva.

Tenga en mente que mientras más cercana sea la tragedia de donde usted vive, más va a necesitar hablar con sus hijos acerca de ello.

2. Adapte su conversación

Hable con sus hijos acerca de una situación de crisis de una forma apropiada para su edad y su nivel de madurez. Advierte el doctor Poland: “Usted no quiere abrumar a sus hijos con demasiados detalles o información que no puedan manejar de acuerdo con su nivel de desarrollo”.

Él recomienda hablar con los más pequeños sólo si ellos están al tanto. Los niños de escuela elemental usualmente requieren una breve explicación de lo que sucedió, con la reafirmación de que su vida diaria no se verá afectada. Los estudiantes de primaria y secundaria usualmente quieren información más detallada del incidente, incluyendo lo que lo causó y si podría ocurrir en su propia área.

La diferencia de personalidades también desempeña un papel. Por ejemplo, algunos niños de diez años pueden sentirse horrorizados por los volcanes y no quieran hablar de uno que acaba de hacer erupción. A otros niños de diez años tal vez no les importe eso para nada y tal vez se sientan intrigados al respecto.

Dice el doctor Poland: “Tenga en cuenta las señales de sus hijos, ellos le harán saber si quieren oír más.”

3. Sea un modelo de calma

Está bien si sus hijos lo ven a usted triste o llorando por algo trágico en las noticias, pero no se permita ser demasiado emocional o abatirse en extremo. Conserve la calma. Sus hijos están aprendiendo cómo bregar con la tragedia y observando sus reacciones. Si usted parece alterado o entra en pánico, ellos se darán cuenta de sus emociones y se volverán temerosos también.

La doctora Brymer dice: “Los niños lo afrontan mejor si sus padres son una fuente de fortaleza para ellos. No es que los padres tengan que poner una fachada, pero deben poder ofrecer seguridad a sus hijos y responder a sus preguntas. Si usted está luchando por lograrlo, no podrá hacer esto”.

Si algo horroroso acaba de pasar y usted está muy deprimido por ello, es mejor que se tome un tiempo para recuperar su compostura antes de hablar del incidente con sus hijos. Vaya en oración delante de Dios y pídale que le dé coraje, paz mental y las palabras que sus hijos necesitan oír. Muéstreles con su ejemplo que usted está buscando la fortaleza en Dios y poniendo su confianza en Él. Esto es lo que a fin de cuentas quiere que hagan sus hijos.

4. Oren juntos como familia

Después de un desastre, los niños con frecuencia quieren hacer algo para mejorar las cosas. Una de las cosas más constructivas que alguien puede hacer es buscar que Dios esté involucrado. Los padres deben tomar la iniciativa en esto iniciando un tiempo de oración familiar.

Junto con su esposa e hijos, pídale a Dios que les provea a aquellos que han sido afectados por la tragedia, que guíe a los líderes del gobierno, que continúe protegiendo a su familia y que Jesucristo regrese pronto a esta Tierra para establecer su Reino (Mateo 6:10). Orar de esta manera les enseña a los hijos cómo responder a las crisis volviéndose a Dios y esto les ayuda a enfocarse en su perspectiva global.

5. Limite la exposición a los medios de comunicación

Estar informado de los eventos mundiales es en verdad importante. Pero esto no significa que deberíamos permitirnos o permitir a nuestros hijos estar sumergidos en todas las noticias que rodean un desastre. En general, no vamos a escuchar mucha información diferente durante la segunda, tercera o cuarta hora de la cobertura televisiva a la que escuchamos en la primera hora.

Según Maryann Robinson, R.N., PhD., directora ejecutiva de la Rama de Servicios de Emergencias de Salud Mental y Estrés Traumático en la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental: “La noticia de la tragedia, especialmente si es repetida y muestra directamente el sufrimiento humano, puede tener efectos negativos en los niños y los adolescentes. Los niños más pequeños pueden malentender la cobertura repetida y pensar que el suceso se está repitiendo una y otra vez”.

Ella añade que las noticias de televisión se han vuelto más sensacionalistas y gráficas en años recientes. Ver excesivamente esto puede desencadenar ansiedad y temor en niños y adultos por igual.

Cuando usted se ha enterado de lo básico de lo que sucedió, es mejor apagar la televisión y limitar la información recibida a través de las redes sociales. Camine con su familia, monte en bicicleta, visite el parque, jueguen, lean la Biblia —hagan algo que los calme.

6. Reafírmeles que están en buenas manos

En cualquier situación de desastre habrá policías, bomberos, personal de emergencia y otros trabajadores de rescate en el sitio, con el fin de ayudar a los sobrevivientes y restaurar el orden. Si una tragedia sucediera en su comunidad, hágales ver esto a sus hijos para ayudarles a reafirmar que las medidas de seguridad están funcionando. Recuérdeles lo importantes que son para usted, que los ama y que siempre hará lo mejor que pueda para mantenerlos a salvo.

Más importante aún, recuérdeles a sus hijos que cuando veamos sucesos aterradores a nuestro alrededor, Dios nos ofrece su protección. Nunca estamos sin su cuidado y no tenemos por qué vivir en temor. Dios es en realidad nuestro refugio y escudo (Salmos 46:1; 91:4-5; 2 Tesalonicenses 3:3).

Por supuesto, aun cuando estemos a salvo y protegidos, es todavía increíblemente doloroso ver todo el sufrimiento, la violencia y destrucción en el mundo a nuestro alrededor. La única forma de afrontar esto es recordando que el plan de Dios se está llevando a cabo, que Él está a cargo y que algún día toda la agonía y la tragedia serán cosa del pasado.

Éstas son verdades que podemos compartir con nuestros hijos, que les darán paz mental verdadera y una perspectiva positiva. 

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