Su hijo no es demasiado pequeño para que le muestre el importante enfoque correcto del dinero.
Ya sea que usted se dé cuenta o no, probablemente ya ha comenzado las lecciones de finanzas con su hijo. Su ejemplo como padre en el manejo de dinero es la base para cualquier otra lección de finanzas que usted pueda enseñar. La actitud y el enfoque que usted tiene hacia el dinero va a ser imitado por su hijo.
Desde una edad temprana, su hijo debe ver que usted es un comprador cuidadoso. Deje que él o ella le ayude a hacer su lista de compras y hable sobre cómo estas son las cosas que su familia necesita comprar. Deje que su hijo vea que usted planea qué cosas va a comprar en lugar de comprar impulsivamente. Hable sobre la diferencia entre necesidades y deseos.
A medida que su hijo crece, usted puede pedirle que le ayude a comparar los artículos. Puede hablar de qué caja de cereal contiene más (¡el tamaño de la caja no siempre da la respuesta!), cuál es más saludable para su familia y cuál tiene el mejor precio. También puede hablar de anuncios de televisión y de cómo los anunciantes tratan de hacer que usted compre sus productos.
¡Recuerde, si usted es frugal y restringido en la forma en que usa el dinero, su hijo será más propenso a aprender esas características también!
Y usted puede dar ejemplo de paciencia en sus compras. Dígale a su hijo: “No, creo que es mejor esperar a que esté con descuento”. ¡Recuerde, si usted es frugal y restringido en la forma en que usa el dinero, su hijo será más propenso a aprender esas características también!
El dinero no crece en los árboles
Otro concepto que podemos enseñar a manera de introducción es de dónde proviene el dinero. (¡No es tan obvio como pensamos!) Explique a su hijo que la gente trabaja y así es como gana dinero. Y ganan dinero para poder comprar las cosas que necesitan. Es importante explicar que Dios es quien nos da buena salud y nos permite trabajar y producir. El dinero que ganamos está relacionado con nuestro esfuerzo y diligencia (Proverbios 10:4), pero finalmente Dios es el que da la riqueza (v. 22).
Además, sin duda necesitará aclarar los malentendidos acerca de las tarjetas de crédito o débito, ya que es fácil para los niños pensar que se trata de dinero gratuito e ilimitado. Nos estamos convirtiendo en una sociedad cada vez más ilíquida, pero haga un esfuerzo por utilizar dinero en efectivo siempre que sea posible cuando su hijo esté con usted.
Cuando deba usar su tarjeta de crédito o débito, explíquele de forma sencilla cómo funciona. Una tarjeta de crédito representa el dinero que usted promete pagar más tarde. Una tarjeta de débito representa el dinero que va directamente de lo que usted ha puesto en el banco a la tienda o restaurante. Puede pasar un tiempo antes de que su hijo realmente entienda, pero siga dando las explicaciones a intervalos regulares.
Su hijo debe aprender que el dinero es un recurso limitado. Es bueno que su hijo le oiga decir: “No tenemos suficiente dinero para comprar eso”. “No podemos permitirnos eso.” Del mismo modo, debe haber momentos en los que pueda decir: “¡Estamos ahorrando para comprar (lo que sea)!”. Su hijo debe aprender que está bien gastar algo de dinero ahora, pero también es importante guardarlo para después.
Los niños en los primeros grados de la primaria están listos para ser introducidos al concepto de presupuesto. Puede ilustrar cómo funciona un presupuesto en su propia casa utilizando el dinero de “mentiras” de un juego como Monopolio o Vida. Cuente un montón de billetes para representar lo que su familia gana cada mes, y luego pague lo que necesita para el alquiler o el pago de su casa, comida, agua, electricidad, gasolina para el auto, etcétera.
Recordar el dar
Por supuesto, no queremos criar a un pequeño tacaño. Al entender que el egoísmo no conduce a la riqueza real (Proverbios 11:24-26), queremos que nuestros hijos aprendan no sólo a ser cuidadosos con el dinero sino también a tener la generosidad apropiada. Usted puede hablar acerca de cómo su familia usa algo de dinero para dar regalos, para ayudar a otros o para ayudar a causas dignas. Enseñe a su hijo que una de las razones por las que usted trabaja y gana dinero es para poder ayudar a otros que lo necesitan (Efesios 4:28).
Y, por supuesto, como padres cristianos, queremos mostrar a nuestros hijos con nuestro ejemplo que honramos a Dios con el dinero que Él nos ha dado. Esto incluye diezmar —la porción de nuestros ingresos que Dios reclama como suya, ya que Él es el Creador de todo. Y también incluye ofrendas que damos a Dios más allá del diezmo (2 Corintios 9:6-8). Enseñe a su hijo que Dios es la fuente de todas nuestras bendiciones financieras y que su familia busca que Él sea su socio financiero.