Las deudas pueden ser una maldición terrible que crea ansiedad, conflicto familiar y desánimo. ¿Cómo puede usted mantener la cabeza por encima del nivel del agua aun en medio de sus deudas?

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¿Se ha incrementado la deuda como si fuera un océano sin final o un tsunami que todo lo destruye? Muchas personas en la actualidad están luchando por mantener sus cabezas fuera del agua financieramente y sentimos que muchos se están ahogando en deudas.
Las deudas pueden afectar su salud mental y sus relaciones interpersonales. “Además de tener un impacto en su salud mental, el estrés y la preocupación por la deuda también pueden tener efectos adversos en su vida física y causarle ansiedad, úlceras, ataques del corazón, hipertensión y depresión. Mientras más se agrave su deuda, es más probable que tenga un impacto en su salud” (Kathryn Pomroy, ¿Cuáles son los efectos a largo plazo de las deudas?).
La carga de la deuda y el número de personas afectadas está aumentando.
“El promedio de la deuda en Estados Unidos es de $104.215 dólares, incluyendo deudas, préstamos para el vehículo, préstamos para los estudiantes y tarjetas de crédito”, dice Jennifer Streaks (Businessinsider.com).
De acuerdo con el Financial Times cerca de tres millones de personas en el Reino Unido estuvieron en dificultades financieras el último año, y más de 20 millones de personas en esa región están viviendo en circunstancias vulnerables.
En los Estados Unidos, cuatro de cada cinco personas tienen problemas con la deuda (Cris McDonald: “Ahogarse en la deuda: el tsunami escondido que amenaza a todas las casas norteamericanas”).
No importa en qué país vivamos —si usted tiene deudas no está solo. Por todas partes, las personas tienen historias de cómo llegaron a tener una deuda.
Historias de deudas
Una mujer que prefiere mantenerse anónima, me contó acerca de sus experiencias traumáticas a la edad de 24 años. Ella no tenía seguro médico e incurrió en una gran deuda debido a una operación que le habían hecho dos años antes.
Luego se fracturó la mandíbula en tres partes. “No tenía ni siquiera el dinero para ir a una cita con el doctor para que me dijera cómo podía arreglar mi mandíbula. Tuve que mendigarles a otros para poder hacer el primer pago de la urgencia para arreglar mi maxilar inferior".
“Cuando empezaron a llegar las cuentas de la cirugía anterior, me sentí totalmente acabada, estaba aterrada, estaba golpeada”.
Ella añadió: “Mi deuda se debía en gran parte a que yo no sabía cómo hacer un presupuesto y vivirde acuerdo con eso, debido en parte a unas circunstancias que se escapaban de mi control tal como la salud”. (Más tarde le daremos más detalles).
Un experto en deudas
Incluso los expertos actuales en finanzas personales han tenido su propia historia de deudas.
Dave Ramsey, cuyo nombre ahora debe ser sinónimo de salir de deudas, compartió su historia en su libro: La transformación total de su dinero.
“Parecía que cada mes me sentaba en la misma mesa con los mismos temores, preocupaciones y problemas. Tenía muchas deudas, muy pocos ahorros y no sentía ningún control de mi vida. No importaba cuánto llegara a trabajar, parecía que no podía ganar. Yo iba a ser para siempre un esclavo de algún banquero, del gobierno y de las “necesidades” de mi familia. Cuando Sharon y yo hablábamos acerca del dinero, terminábamos en una pelea, la dejaba llena de temores y yo me sentía totalmente inútil. El próximo auto que compraríamos, la próxima casa, el colegio de los niños —todo nuestro futuro parecía fuera de nuestro alcance” (pp. 1 y 2).
Recomendaciones de los expertos para mantener la cabeza fuera del agua
Dave Ramsey y otros expertos han convertido su experiencia personal en una fuente de aprendizaje y ahora les enseñan a otros varios principios para salir de deudas.
Veamos algunos de los pasos básicos que su organización recomienda:
- Haga un presupuesto.
- Haga un recorte en los gastos extras.
- Haga una pausa en todas sus inversiones.
- No asuma ninguna deuda nueva.
- Aumente sus ingresos.
- Comience trabajando la bola de nieve de la deuda.
- No caiga en la trampa de las comparaciones.
- Comience a trabajar en los pasos iniciales (o manténgase en ellos).
Muchos consejos de sentido común que están disponibles en la actualidad, se basan en principios bíblicos.
Advertencias bíblicas y consejos acerca de las deudas
La Biblia nos advierte que debemos evitar pedir dinero prestado, pero si lo hacemos, debemos pagarlo y si pedimos algo más debemos también hacernos cargo de eso y mejorarlo si está dañado (Salmos 37:21; Éxodo 22:14).
Los Proverbios nos advierten acerca de los peligros de ser avales en una deuda (Proverbios 22:26-27). Todo esto se resume en este proverbio: “El rico se enseñorea de los pobres, el que toma prestado es siervo del que presta” (v. 7).
Pablo expresó este ideal junto con un mensaje espiritual aún más profundo:
“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley” (Romanos 13:8).
El peligro de la deuda de las tarjetas de crédito
Las tarjetas de crédito pueden ser una de las formas más caras de pedir dinero prestado. Incluso cuando otras tasas de interés bajan, el interés de las tarjetas de crédito puede seguir alto de una manera ostensiblemente costosa.
En noviembre del 2024, CNBC informó: “Las casas de familias con menos ingresos han tenido que estrecharse para poder cubrir los aumentos en los precios que se han visto especialmente afectados, después de que la Reserva Federal subiera la tasa de interés para las tarjetas de crédito, de 11 % a un promedio de más del 20 % —algo que está muy cerca de ser un récord de todos los tiempos. Aun si la Reserva Federal bajara su tasa, la tasa promedio de la tarjeta de crédito es muy difícil que pueda ser presupuestada”.
Es un problema real el hecho de que los balances de una tarjeta de crédito promedio en los Estados Unidos se han incrementado a $6.329.
Los expertos advierten que los deudores de las tarjetas de crédito deben detener completamente cualquier compra nueva y pagar la tarjeta de crédito tan pronto como les sea posible.
Jade Warshaw, autor del libro El dinero no es un problema de matemáticas, advierte el método de la bola de nieve de las deudas. Debemos hacer un listado de las deudas, desde las más pequeñas a las más grandes y atacar primero las pequeñas (mientras vamos pagando las cuotas mínimas de las restantes).
“Cuando se trata de pagar la deuda lo que está en nuestra mente en su mayor parte es el dinero, no las matemáticas. Cuando usted tenga esa primera deuda pagada, estará realmente muy animado y listo para derrotar la próxima”.
Sin embargo, si usted se siente más animado por las matemáticas, el método de la avalancha de deudas sugiere pagar primero la deuda que tenga las tasas de interés más altas.
De cualquier forma, los expertos animan a los deudores a mantenerse en esa decisión y no rendirse.
Mitchell Hockenbury, un planificador financiero certificado en Kansas City, Missouri, dijo: “Lo peor que puedo ver son personas que alzan sus manos y piensan: bueno, estoy realmente en deuda, pero ¿qué importa un poquito más?, y luego salen y gastan dinero en la cena o compran algo que los hace sentir temporalmente mejor” (como está citado en “Cuatro cosas que no debemos hacer cuando estamos hundidos en deudas”).
Principios básicos para hacer un presupuesto
Un presupuesto es sólo un plan, y sin plan es difícil que usted pueda salir de deudas y logre alcanzar las metas financieras de su vida.
Hacer un presupuesto implica escribir sus ingresos, así como la forma en que planea gastarlos por categorías, tales como: alquiler de la vivienda, pago de servicios públicos, comida, vestido, transportes, seguros, servicios médicos, ahorros, pago de la deuda, entretenimiento y categorías como dar y ayudar a otros, etcétera.
Un presupuesto también requiere algún método para mantener un registro de lo que realmente se está gastando. Si revisamos esta información, esto nos puede conducir a tomar algunas decisiones —decisiones que son difíciles porque usted no puede tener ninguna recaída— para asegurarse de que sus gastos no superen sus ingresos.
Un recurso para proponer un presupuesto sencillo lo puede encontrar en nuestro artículo en línea: “La Biblia, su dinero y usted”, o también en: “Esquema de presupuesto según los principios bíblicos”.
¿Cómo alcanzar sus metas?
Varias de las personas que encuesté para este artículo, compartieron historias de cómo vencieron el desánimo de la deuda a través de la oración, las prioridades, la perseverancia y la amabilidad de otras personas. Algunos le dieron el crédito a poner a Dios primero y hacer un presupuesto fielmente para que los ayudara a escapar de la trampa de la deuda.
Veamos el resto de la historia de esta joven mujer anónima con el tema de la deuda médica.
“Claramente recuerdo haber caído sobre mis rodillas llorando y diciendo que no sabía qué iba a hacer, que yo no le quería robar a Él no pagando sus diezmos y haría lo mejor que pudiera para salir de esta prueba tan difícil. Todavía sigue siendo una de mis oraciones más vívidas y reales.
Al día siguiente encontré en mi correo dos cheques que cubrían mi deuda médica. No tenía la menor duda de que Él había escuchado mi oración”.
Diezmar es la práctica bíblica de dar el 10 % de nuestras ganancias a Dios y los consejos financieros tales como “Soluciones de Ramsey” dicen que no debemos parar de diezmar aun cuando estemos pagando nuestra deuda. “La Biblia nunca menciona la acción de pausar nuestros diezmos. Y en Malaquías 3:10, Dios realmente promete bendecirnos si nosotros diezmamos fielmente” (Ramseysolutions.com).
Otra persona a la que entrevisté, Linda, me habló de esta experiencia personal y su consejo.
“Siempre he sentido que me tomaría toda la vida poder pagar las deudas, hasta que yo (aprendi) a fijar una cantidad, pagarla regularmente sin fallar y celebrar las victorias pequeñas de un balance que iba disminuyendo. Luego, [cuando fui despedida) continué apartando la misma cantidad de dinero para ahorrar para el futuro, en caso de que se presentara otra situación difícil”.
Linda concluyó con estos dos consejos: “usted debe hacer y permanecer dentro de un presupuesto” y “vivir de acuerdo con lo que tiene”.
Todo este trabajo duro y la autodisciplina tienen sus beneficios. A medida que pagamos cada tarjeta de crédito y pagamos otra deuda, se va disminuyendo el peso de la carga y la ansiedad. Cuando logre terminar de pagar su última deuda, puede celebrar (frugalmente, por supuesto).
Luego puede redirigir sus ingresos de acuerdo a su propio presupuesto, que antes estaba dedicado a pagar toda la deuda; ahora podrá ahorrar para emergencias, para la educación de sus hijos, para la jubilación y otras metas a largo plazo.
Ésta es una forma de salir y el esfuerzo bien vale la pena.
Si quiere estudiar más acerca de este tema tan importante, lo invitamos a ver nuestros artículos en línea: “Cómo enfrentar las deudas”, “El presupuesto cristiano” y “Enseñe a los niños pequeños acerca del dinero”.