Vida: antes, ahora y después

Los humanos piensan mucho acerca de la vida. Algunas veces nos preguntamos cómo era todo antes de que llegáramos a la escena—las novelas históricas y las películas con frecuencia nos dan una idea romántica y apelan a nuestra curiosidad acerca de cómo es la vida de los demás.

Pero sobre todo, nos preguntamos cómo podemos afrontar la experiencia de nuestra vida actual. ¿Cómo afrontamos los retos, los dolores, los éxitos y los fracasos, los altibajos?

Yendo un poco más profundo, sin embargo, hay preguntas bastante inquietantes. ¿Tiene la vida un propósito trascendente? ¿Si es así, cuál es? Si existe Dios, ¿qué espera Él de nosotros? ¿Qué tiene Él en mente para nuestra vida?

¿Cómo podemos saber? ¿Nos revela Él lo que ha diseñado para nosotros?

Luego surge una de las preguntas más difíciles, la que todo el mundo se ha hecho siempre. ¿Qué pasa cuando la vida se acaba? ¿Es el cielo en realidad la recompensa de los salvos, como tantos cristianos creen? ¿Cómo será eso exactamente? ¿Cómo podemos saber?

¿Y qué sucede con el otro lado de esta ecuación -hay alguna experiencia traumática y terrible después de la muerte para los condenados? ¿Es bíblicamente correcto el concepto de un infierno que nunca se apaga? ¿Reencarnaremos como otros creen, y seremos reciclados en otra forma de vida? ¿O—el concepto más vano de todos—nada va a pasar, porque la vida no significa nada?

Son preguntas difíciles, pero vitales. Si usted quiere respuestas, continúe leyendo.