Jesucristo y la fiesta de Tabernáculos

En una ocasión, Jesús celebró la fiesta de Tabernáculos a pesar de que había personas que buscaban ocasión para matarlo. ¿Por qué era tan importante para Él asistir, que lo hizo en secreto?

A medida que Jesús crecía, iba a Jerusalén junto con su familia para celebrar las fiestas (Lucas 2:41-42). Como adulto, Él continuó obedeciendo el mandato de guardar las siete fiestas anuales de Dios.

Pero cuando su popularidad aumentó, también sus enemigos se empezaron a enfadar más con Él. Algunas personas quedaron confundidas con Jesús. Algunos pensaron que Él estaba engañando a las personas. Otros estaban enfadados porque Él les señalaba las cosas que estaban haciendo mal, y otros estaban molestos porque Él había quebrantado algunas de las reglas que ellos habían añadido a la ley de Dios.

Los líderes judíos estaban celosos de Jesús. ¡La Biblia dice que lo odiaban y le temían tanto, que querían matarlo!

“Mi tiempo aún no ha llegado”

Durante el otoño, cuando era el momento de ir a la fiesta de Tabernáculos, los hermanos de Jesús se sorprendieron al ver que Él no se estaba alistando para ir. Incluso sus hermanos no creían que Él fuera un maestro enviado por Dios. Así que le dijeron que debía ir y hacer milagros para impresionar a las personas —si es que en realidad era capaz de hacerlos.

Jesús les dijo que fueran sin Él. “Mi tiempo aún no ha llegado”, les dijo (Juan 7:6). Él sabía que los líderes en Judea lo odiaban y querían matarlo. Así que les dijo “yo no subo todavía a esa fiesta” (v. 8).

Pero después de que sus hermanos se marcharon, Jesús si fue a la fiesta en Jerusalén, pero fue en secreto, sin llamar la atención.

La fiesta de Tabernáculos comienza con un día santo y dura siete días. En el octavo día hay otro día santo. Durante los primeros días, muchas personas estaban buscando a Jesús. Algunos sabían que Él era bueno, otros pensaban que mentía y engañaba a la gente.

En la mitad de la fiesta

Aproximadamente en la mitad de la fiesta, Jesús decidió que era el momento de que todo el mundo supiera que Él estaba ahí. Fue al templo y les enseñó a las personas de manera contundente. De nuevo, algunas personas quedaron impresionadas y otros lo acusaron de estar loco.

Algunos se preguntaban si Él era el rey que Dios había prometido enviar. Otros daban sus razones por las que pensaban que Él no podía ser ese rey. Pero su información estaba errada. Jesús nació en Belén, la misma ciudad en la que nació el rey David. Según la Biblia, es el lugar del cual el Cristo vendría (v. 42; Miqueas 5:2). (Cristo y Mesías son otras palabras que se emplean para referirse al rey prometido.)

La Biblia nos dice claramente que Jesús es aquel que va a salvar y gobernar al mundo. Él es el rey prometido. Vino por primera vez para pagar nuestra pena por los pecados, para poder ser perdonados de todas las cosas malas que habíamos hecho.

En este impactante sermón, Jesús ofreció saciar la sed más profunda que tenemos. Más que el agua, necesitamos el Espíritu de Dios para poder vivir ahora —¡y vivir para siempre! Dios promete darnos un descanso si creemos en Él.Jesucristo también prometió que vendría por segunda vez. Y va a salvar al mundo de la autodestrucción (Mateo 24:21-22). Él se convertirá en el rey sobre toda la Tierra. Su reino —el Reino de Dios— es una parte fundamental del significado de la fiesta de Tabernáculos.

El último día

Jesús continuó enseñándole al pueblo durante el resto de la fiesta.

“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Juan 7:37).

Los líderes enviaron oficiales para arrestar a Jesús. Pero los oficiales estaban maravillados por las cosas que decía, y no lo llevaron consigo. Los líderes les preguntaron: “¿Por qué no le habéis traído? Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!” (vv. 45-46).

Así que, a pesar de que las personas querían matarlo, Dios protegió a Jesús durante la fiesta. Jesús sabía que el momento de su muerte no había llegado aún. Todavía tenía que continuar llevando a cabo su obra antes de ofrecer su vida como el sacrificio de la Pascua en la primavera.

Qué significan las fiestas

Jesús asistió a la fiesta de Tabernáculos a pesar de que había personas que querían matarlo. Jesús y sus seguidores continuaron guardando las fiestas de Dios. Dios no sólo nos dice que los celebremos, también nos mostró su significado.

Las últimas cuatro fiestas nos dicen lo que va a suceder en el futuro.

La fiesta de Trompetas tiene que ver con el momento de las plagas de las siete trompetas. Jesús va a regresar al sonar la séptima trompeta (Apocalipsis 11:15).

El día de Expiación representa el tiempo en el que nuestro mayor enemigo, Satanás el diablo, va a ser encadenado (Apocalipsis 20:1-3).

La fiesta de Tabernáculos representa el gobierno de Dios sobre la Tierra. Después de que el diablo sea encerrado, la Biblia nos habla acerca de un periodo de mil años de paz (Apocalipsis 20:4). Durante esta época, todas las personas van a estar guardando la fiesta de Tabernáculos (Zacarías 14:16).

El Octavo Día, también conocido como el Último Gran Dia, nos muestra el tiempo en el que todas las personas que no tuvieron la oportunidad de ser salvos, van a resucitar (Apocalipsis 20:11-12). Las personas que no tuvieron la oportunidad de obedecerle a Dios antes, ahora la tendrán. Dios es un juez justo. ¡Pero debemos estar muy agradecidos de que Él también sea un juez amoroso y amable! ¡Todos van a tener la oportunidad de convertirse en hijos de la familia de Dios para siempre!

Si usted desea aprender más acerca de las siete fiestas de Dios, lo invitamos a leer nuestro artículo “La más grande historia jamás contada”.