Los judíos y casi todos los cristianos que guardan el sábado comienzan el sábado el viernes por la noche. Pero recientemente algunos han comenzado a enseñar que los días comienzan por la mañana. ¿Enseña esto la Biblia?
En la actualidad, se considera que un día comienza y termina a la medianoche. Pero durante el período previo a los relojes, comenzar los días a medianoche no era realmente posible. ¡No hay señales astronómicas a la medianoche, y ni siquiera es posible usar un reloj de sol! En la antigüedad, los días obviamente no comenzaban a la medianoche, y por ende el sábado de Dios tampoco empezaba a la medianoche.
¿Cuándo comenzaba (y comienza) el sábado? Puede haber algunas discrepancias acerca de la terminología exacta, pero casi todos aquellos que guardan el sábado están de acuerdo en que el sábado comienza el viernes por la noche, al final del sexto día de la semana. La puesta de sol es el mejor indicador y la forma más clara de expresar la división entre el día y la noche. El mandamiento del sábado dice lo siguiente:
“Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para el Eterno tu Dios; no hagas en él obra alguna… Porque en seis días hizo el Eterno los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Eterno bendijo el día de reposo y lo santificó” (Éxodo 20:8-11).
Y esto se esclarece aún más con el mandamiento acerca de uno de los sábados anuales, el día de Expiación:
“Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo” (Levítico 23:32).
Observe también la referencia que se hace acerca de las tardes en el mandamiento acerca de la fiesta de Panes Sin Levadura:
“En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde” (Éxodo 12:18).
Lea más acerca del sábado y los festivales anuales en nuestros folletos El sábado: un regalo de Dios que hemos descuidado y Las fiestas santas de Dios: Él tiene un plan para usted.
Desde la creación
Génesis, el libro de los comienzos, registra los eventos de la semana de la creación. Seis veces en el primer capítulo Dios usa la frase: “Y fue la tarde y la mañana un [día segundo, día tercero, día cuarto, día quinto y día sexto] día” (Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31). Durante la creación, la tarde precedía a la mañana, y ha sido así desde entonces.
Otros ejemplos del Antiguo Testamento que muestran que un nuevo día comienza en la noche son Deuteronomio 23:11, donde el lavado ceremonial finalizaba “cuando se hubiere puesto el sol”, y Nehemías 13:19, donde las puertas de Jerusalén fueron cerradas “cuando iba oscureciendo… antes del día de reposo”.
Jesús guardaba el mismo sábado que el resto de los judíos observaba
El sábado tuvo un papel prominente en la vida y el ministerio de Jesucristo. Los líderes religiosos de su época no estaban de acuerdo con la forma en que Él observaba el sábado, pero nunca lo criticaron acerca de cuándo lo guardaba.
El sábado tuvo un papel prominente en la vida y el ministerio de Jesucristo. Los líderes religiosos de su época no estaban de acuerdo con la forma en que Él observaba el sábado, pero nunca lo criticaron acerca de cuándo lo guardaba. Jesucristo observaba el mismo sábado que ellos.
De hecho, Jesús afirmó que los escribas y fariseos se sentaban en el asiento de Moisés, y le dijo a la gente que hiciera lo que ellos decían: “Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas” (Mateo 23:3-4).
Jesús reprendió a los fariseos por añadir estrictas reglas adicionales al sábado, pero nunca los criticó acerca de cuándo lo guardaban.
El apóstol Pablo testificó que a los judíos “les ha sido confiada la palabra de Dios” (Romanos 3:2). Una vez más, vemos que no hay mención que la Iglesia de Dios del Nuevo Testamento guardara el sábado durante un tiempo diferente al de los judíos.
Para más información acerca del sábado en el Nuevo Testamento, vea “¿Cambió el apóstol Pablo el mandamiento del sábado?”, “¿Cuál es el día de reposo?” y artículos relacionados.
Teorías acerca del amanecer
Algunos han propuesto la teoría de que los días bíblicos comenzaban al amanecer, y que el tiempo que los judíos pasaron en cautiverio babilónico, hizo que cambiaran su observancia de cuándo comienza el día.
Pero ya hemos visto que el Señor del sábado, Jesucristo, guardaba el mismo sábado que los judíos de su época. Él creó el sábado, y sin duda habría corregido el tiempo de su observancia si lo hubieran guardado incorrectamente.
Y seguramente, los estrictos judíos que sabían que en el pasado Israel había sido llevado en cautiverio por transgredir el sábado (Ezequiel 20: 23-24), no hubieran permitido que el sábado fuera quebrantado por guardarlo en un tiempo equivocado. De hecho, los relatos bíblicos muestran que los judíos se volvieron mucho más estrictos en su observancia del sábado. Y no hay manera de que hombres justos como Ezequiel, Daniel, Esdras o Nehemías hubieran estado de acuerdo con cualquier cambio respecto a cuándo guardar el sábado.
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Diversos significados de la palabra día
Existe cierta confusión debido a los múltiples significados de la palabra día en la Biblia. Desde el principio, Dios usó la palabra día (hebreo youm o yom) para referirse a las horas de luz (parte luminosa) del día, así como a las 24 horas completas. Ambos significados se muestran en los primeros usos de la palabra en Génesis 1:5:
“Y llamó Dios a la luz Día [youm], y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día [youm]”.
Obviamente, el día (es decir la parte luminosa del día) comienza con el amanecer, pero la Biblia muestra que el día completo de 24 horas comienza al atardecer.
Día y noche, noche y día
Aquellos que respaldan la teoría que el día comienza al amanecer, a veces señalan la gran cantidad de versículos que usan la palabra día antes de la palabra noche. Sin embargo, ninguno de estos versículos pretende dar una definición de cuándo empieza un día de 24 horas.
Muchos de ellos, así como muchos de los otros versículos que tienen la palabra noche antes de día, solo expresan “continuidad”, y no tienen nada que ver con la hora de inicio de un día de 24 horas.
Recursos
Tenemos mucha más información acerca del sábado. Usted puede acceder a estos recursos en cuatro diferentes formatos:
- Artículos: comience con “El Cuarto Mandamiento: Recuerde el día de reposo”, luego desplácese hacia abajo para seguir los enlaces a los muchos artículos relacionados.
- Folleto gratuito y descargable: El sábado: un regalo de Dios que hemos descuidado.
- Video: El sábado: un regalo de Dios, una serie de videos de tres partes.
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