Pablo advierte acerca del anticristo, milagros engañosos y fraudes en el tiempo del fin. Pero existe un antídoto poderoso: “el amor a la verdad”. ¿Cómo podemos recibirlo?
La profecía Bíblica describe un panorama aterrador para el fin de los tiempos. Personas malvadas, apoyadas por el diablo mismo, utilizarán engaños para convertirse en líderes de un gobierno internacional y una organización religiosa con poder inimaginable.
La mayoría se maravillará y rendirá ante esta grandiosa unión de iglesia y estado. Parecerá la última esperanza de la humanidad; sus riquezas y milagrosos logros consolidarán su estatus y su habilidad para controlar a todo el que acepte sus beneficios.
Parecerá demasiado bueno para ser verdad.
Pero quienes tengan ojos para ver, sabrán que no lo es.
Antídoto para el anticristo
El apóstol Pablo nos advierte: “se manifestará aquel inicuo... cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos” (2 Tesalonicenses 2:8-10).
Quienes reciban el amor a la verdad no serán engañados. En cambio, aunque serán probados, recibirán la salvación eterna. Lamentablemente, incluso muchos de los que hayan leído las palabras de Pablo se confundirán. El anticristo (el hombre de pecado, el inicuo) le parecerá bueno a la mayoría. Debido a sus señales y milagros, muchos se convencerán de que realmente representa a Dios. Muchos se convertirán en creyentes, pero estarán creyendo una mentira.
Pablo continúa: “Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (vv. 11-12).
Poder engañoso
¿Qué es este poder engañoso y por qué Dios lo envía?
La palabra griega traducida como “engañoso” es plane, que significa “desvío mental, i.e. error, opinión equivocada acerca de valores o religión” (Thayer’s Greek Lexicon [Diccionario griego de Thayer]).
Entonces, Pablo está diciendo que la consecuencia de rechazar la verdad es una mente engañada e ideas equivocadas —es caer bajo la influencia engañosa de Satanás. Con la palabra “poder” (del griego energeia), el apóstol reconoce el “poder sobrehumano” que existirá detrás de este extraordinario fraude del tiempo del fin.
Pero el engaño durará poco tiempo. Dios sólo permitirá que la Gran Tribulación se extienda por 42 meses (tres años y medio) antes de que el regreso de Jesucristo inicie una nueva era de verdad y paz (Apocalipsis 11:2, 15). Descubra más acerca de estos eventos del tiempo del fin en nuestro folleto gratuito El libro de Apocalipsis: la tormenta antes de la calma.
¿Cuál es la mentira?
Pablo no define “la mentira” específicamente, pero es probable que se haya referido a la primera mentira registrada en la Biblia. Ésa es, en esencia, la madre de todas las mentiras, contada por el ser que, como dijo Jesucristo: “es mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8:44).
Juan identifica a este ser como “la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9).
En Génesis 3:4, Satanás en forma de serpiente le dijo a Eva que Dios les había mentido a ella y Adán sobre la consecuencia de comer el fruto prohibido —la consecuencia del pecado. “No moriréis”, les aseguró.
Dios dice que el pecado conduce a la muerte y que el hombre es mortal. Satanás, por otro lado, dice que el fruto prohibido tiene emocionantes beneficios y que los humanos somos inmortales.
El versículo 5 agrega la mentira de que podemos decidir por nosotros mismos lo que es correcto e incorrecto por medio de la prueba y el error. ¡Pero aprender de esta manera sólo funciona si no repetimos nuestros errores! Lamentablemente, la historia humana está llena de errores repetidos y la aceptación generalizada de la mentira.
Pablo comparó el creer en la mentira con “[complacerse] en la injusticia” (2 Tesalonicenses 2:12). Satanás engaña haciendo creer que los valores de la Biblia están obsoletos, que los actos prohibidos en el pasado son placeres inofensivos y que lo que antes era malo es en realidad un derecho humano.
Quienes reciben el amor a la verdad llegan a comprender que “los deleites temporales del pecado” (Hebreos 11:25) son la causa del ciclo de maldad y sufrimiento del mundo. El pecado automáticamente trae maldiciones y conduce a la muerte (Deuteronomio 28:15; Romanos 6:23).
Otros aspectos de la mentira se encuentran en 2 Tesalonicenses 2:4 (el hombre de pecado se hace pasar por Dios) y Romanos 1:25 (rechazo del Creador).
Por sus frutos
Entonces, debemos evitar la mentira y aceptar la verdad. Una manera bíblica de discernir entre la verdad y el error es observar los frutos.
Jesús advirtió: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” (Mateo 7:15-16). Y en el versículo 20 resume: “Así que, por sus frutos los conoceréis” (vea nuestro artículo “Por sus frutos”).
¿Cuáles son los frutos de la verdad? Entre los más obvios se encuentra el fruto del Espíritu que Pablo describió en Gálatas 5:22-23: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.
Estas cualidades son fundamentales. Pero se requieren más. Algunos aspectos del fruto del Espíritu pueden ser emulados por un lobo vestido de oveja y, por supuesto, ni siquiera los verdaderos cristianos los muestran 100 por ciento del tiempo.
Cristo añadió que incluso quienes dicen predicar su nombre y hacen milagros pueden carecer de los frutos indispensables: “entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:23).
Hacer maldad es lo opuesto de obedecer la ley de Dios. Los frutos de la verdad incluyen amar y obedecer la ley de Dios (Salmos 119:97, 163; Isaías 8:20). También incluyen enseñar las doctrinas bíblicas (2 Timoteo 3:16-17).
Los malos frutos, en cambio, incluyen el rechazo a la ley de Dios y la doctrina bíblica. Incluso si una persona hace milagros y predice un evento futuro, la Biblia dice que puede ser un falso profeta.
Los malos frutos, en cambio, incluyen el rechazo a la ley de Dios y la doctrina bíblica. Incluso si una persona hace milagros y predice un evento futuro, la Biblia dice que puede ser un falso profeta (Deuteronomio 13:1-3). (Descubra más acerca de cómo reconocer a un profeta verdadero en “Profetas falsos”.)
“Tu palabra es verdad”
Jesucristo definió la verdad y su fuente diciendo: “tu palabra es verdad” (Juan 17:17).
Lógicamente, el Creador de todas las cosas es el más apto —el único que puede— definir la verdad. Él es “Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad” (Deuteronomio 32:4). “La fidelidad del Eterno es para siempre” (Salmos 117:2).
Dios inspiró la Biblia para enseñarnos la verdad. “[Usar] bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15) requiere de esfuerzo y de la guía de Dios, pero los beneficios de entender la verdad son invaluables y eternos.
Discernir la diferencia entre la verdad y la mentira es un primer paso fundamental. Pero para tener el antídoto del que Pablo habló, necesitamos ir más allá. Necesitamos un profundo amor a la verdad.
Cómo crecer en el amor a la verdad
No considere el amor como sólo una emoción ni la verdad como un concepto académico. El amor bíblico es una elección y una acción, y la verdad bíblica es práctica. Si usted desea crecer en el amor a la verdad de Dios, estos consejos le pueden ayudar.
Ore pidiendo entendimiento y amor a la verdad. Pídale a Dios que le ayude a amar la verdad como Él la ama. Consulte “Cómo debemos orar” y los artículos relacionados.
Alabe y agradézcale a Dios por su preciosa verdad. Ser agradecidos hace que sea más profundo nuestro aprecio por la verdad de Dios. Las alabanzas son una expresión de nuestro amor a Dios y a la verdad con la que nos ha bendecido. Vea “Oraciones de alabanza”.
No permita que el conocimiento de la verdad produzca soberbia. Pablo nos advierte acerca del peligro de permitir que el conocimiento nos llene de orgullo y nos haga arrogantes (1 Corintios 8:1). Debemos reconocer que no podemos afirmar que Dios nos ha concedido el regalo de la verdad por nuestros propios méritos, sino por gracia y que eventualmente se lo dará a todos en el momento correcto (1 Timoteo 2:4).
Aprenda a estudiar la Biblia efectivamente y con entusiasmo. Muchos de nuestros recursos están diseñados para ayudarle a descubrir las emocionantes verdades de la Biblia y sacar el máximo provecho de su estudio personal. Un buen lugar para comenzar es nuestra guía de estudio “7 claves para un mejor estudio de la Biblia”.
Estos son algunos temas de estudio bíblico relacionados con el amor a la verdad:
- Estudie la ley de Dios. “Sumamente pura es tu palabra, y la ama tu siervo... tu ley [es] la verdad… todos tus mandamientos son verdad” (Salmos 119:140, 142, 151).
- Estudie la vida y las enseñanzas de Jesucristo. “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).
- Estudie la verdad del evangelio y la verdad de la salvación. (Colosenses 1:5; Salmos 69:13; Efesios 1:13; vea “¿Qué es el evangelio del Reino?” y “¿Qué es salvación?”).
- Estudie el cinturón de la verdad, parte de la armadura de Dios (vea “Ceñidos con el cinturón de la verdad”).
- Estudie acerca de la Iglesia, que es llamada “columna y baluarte de la verdad” (1 Timoteo 3:15; vea “Por qué es importante la Iglesia”).
Medite (piense profundamente) sobre las verdades que está aprendiendo, sus beneficios y su belleza. Medite especialmente en cómo puede aplicarlas en su vida. Vea “Meditación cristiana” para más información acerca de esta poderosa herramienta.
Practique la verdad. El propósito de la verdad nunca ha sido que sólo la conozcamos. La verdad no es abstracta; es práctica y Dios espera que cambie nuestra vida.
- La verdad debe conducirnos a un amor profundo por Dios —a hacer las cosas que le agradan. La manera en que Él desea que lo amemos se define en los primeros cuatro de los Diez Mandamientos y el “Gran mandamiento”.
- La verdad también nos lleva a amar a los demás. Esto significa aplicar la Regla de Oro, como describen los últimos seis de los Diez Mandamientos y otros ejemplos y principios a lo largo de la Biblia.
Si este artículo le ha ayudado a comprender el maravilloso poder y la bendición que implica conocer la verdad, no permita que se le olvide. Decida ahora qué hará y qué estudiará enseguida para que su expectativa y admiración por la verdad de Dios crezcan.
Si ha leído hasta aquí, seguramente tiene un interés por la verdad y desea crecer en el amor a la verdad de Dios. Pero es posible que aún se pregunte si nosotros podemos ayudarle.
Nuestro compromiso con la verdad
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Aun así, estas credenciales no garantizan que enseñemos la verdad. No nos crea sólo porque aseguramos que nuestras enseñanzas son ciertas. Compruébelo usted mismo a través de las Escrituras.
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Entonces, como primer paso, intentamos mostrar cómo comprobar que la Biblia es cierta. (Vea nuestro folleto ¿Es cierta la Biblia? y los artículos relacionados.)
Para quienes creen en la inspiración de la Biblia, en cada artículo exploramos la enseñanza bíblica acerca del tema. Animamos a nuestros lectores a leer los pasajes, estudiar su contexto y a seguir explorando escrituras y temas relacionados, con el fin de tener un panorama más completo de la verdad de la Biblia.
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