Analicemos Halloween: las obras infructuosas de la oscuridad
Y no participéis en las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien reprendedlas.
La Biblia nos dice que el camino de Dios es luz, y la oscuridad simboliza el pecado y la maldad. Muchas veces el apóstol Pablo alentó a los fieles cristianos que evitaran la oscuridad de los pensamientos e influencias malévolas de Satanás. Por ejemplo, él escribió: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12).
Él también les escribió a los corintios: “Porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y que concordia Cristo con Belial?” (2 Corintios 6i:14-15).
La costumbre de Halloween, derivada de las festividades paganas populares para apaciguar los malos espíritus, es definitivamente un momento de oscuridad.
Pablo continua citando de Isaías 52:11: “Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré” (2 Corintios 6:17).
El pueblo de Dios ya no debe vivir como los inicuos en lascivia y codicia (Efesios 4:17-19). ¿Qué mejor forma de describir las atrevidas fiestas de disfraces de los adultos y las demandas de dulces de los niños, que con las palabras lascivia y codicia?
Dios nos llama a acercarnos a Él y resistir al diablo (Santiago 4:7-8). ¿No debemos resistir una fiesta de oscuridad que celebra la maldad? Vea nuestro artículo “Halloween: ¿deberían celebrarlo los cristianos?”.