Apacentar la Iglesia de Dios
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Cuando Pablo habló apasionadamente a los ministros de Éfeso, él les recordó de quién es la Iglesia realmente. Debido a que Cristo redimió a cada miembro con su propia sangre, los ministros deben servir diligente y reverentemente.
Este versículos es el primero de 12 menciones del nombre, la ekklesia o “llamados a salir” de Dios. Esta palabra ekklesia es traducida como “Iglesia de Dios” en la versión hispana del Nuevo Testamento. Jesús explicó que sus seguidores deben ser llamados por su Padre (Juan 6:44).
Previamente hablamos de la fundación de la Iglesia de Dios el día de Pentecostés (Hechos 2:38-39) y cómo Dios agregó personas a la Iglesia (Hechos 2:47).
La Iglesia también es descrita en nuestra Creencia Fundamental “17. La Iglesia de Dios”: “La Iglesia de Dios es un cuerpo espiritual compuesto por creyentes que tienen y son guiados por el Espíritu Santo. La Iglesia no es una denominación, organización humana o un edificio sino el pueblo con el que Dios está trabajando en cualquier época. El nombre bíblico de esta iglesia es la ‘Iglesia de Dios’. Su misión es predicar el evangelio del venidero Reino de Dios y hacer discípulos de todos aquellos que respondan al llamado de Dios, ayudándolos en su desarrollo espiritual y reconciliación con Dios”.
Si usted desea más información acerca de la Iglesia, vea nuestro folleto titulado Bienvenido a la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial.