Bienaventurado el que vela
He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.
Jesucristo compara varias veces su venida con un “ladrón” sigiloso (Mateo 24:43; Lucas 12:39-40). Es obvio que él nunca va a robar nada (de todas maneras, ¡Él es el dueño de todo!), lo que Él quiere decir, es que vendrá de repente. “Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mateo 24:44).
Jesús nos exhorta a estar pendientes de los acontecimientos mundiales y de nosotros mismos para que siempre estemos preparados. La ropa se usa como un símbolo de nuestro comportamiento. Por ejemplo, la esposa de Cristo estaba vestida de “de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos” (Apocalipsis 19:8).
Cristo utiliza la desnudez como símbolo de la falta de rectitud y de no estar preparado. Él le aconseja a la Iglesia de Dios en Laodicea que compre de Él “vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez;” (Apocalipsis 3:18).
Para más información acerca de velar por el regreso de Jesucristo y de cómo debemos responder a la profecía, lo invitamos a leer nuestro artículo “Profecía de los tiempos del fin”.
