Despojaos del viejo hombre; vestíos del nuevo hombre
En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Dios pide a los cristianos que se despojen del viejo hombre, del camino de vida pecaminoso, y lo reemplacen con una nueva vida y forma de pensar hecha posible por el Espíritu Santo morando en nosotros. El “viejo hombre” es sepultado simbólicamente en las aguas del bautismo, y al “nuevo hombre” le es dada vida a través de la imposición de las manos de un verdadero ministro y la recepción del Espíritu Santo.
Pablo también llamó a este proceso ser “transformado por la renovación de vuestro entendimiento” (Romanos 12:2).
Para más información acerca del proceso de conversión, vea nuestros artículos titulados "¿Qué significa nacer de nuevo?" y "¿Cómo saber si tenemos el Espíritu Santo?".