El bautismo es seguido por la imposición de manos
Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo.
Previamente cubrimos Hechos 2:38 donde el apóstol Pedro explicó el proceso de conversión y de llegar a ser un miembro de la Iglesia de Dios: Primero arrepentíos, después bautizaos, entonces recibiréis el don del Espíritu Santo.
En Hechos 8:14-17, los apóstoles oyeron que había personas que se habían arrepentido y habían sido bautizadas, pero no habían recibido todavía el Espíritu Santo. Este pasaje muestra el método que usó Dios para impartir el Espíritu Santo, a través de la imposición de manos.
Si usted desea más información acerca de cómo Dios da su Espíritu Santo, vea nuestro artículo titulado “La imposición de manos”.