El deseo de Dios

1 Timoteo 2:4  

El cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

En los versículos anteriores, el apóstol Pablo nos alienta a orar y dar gracias a Dios por todos, incluyendo los líderes en autoridad sobre nosotros. Podemos orar pidiendo que nuestros gobernantes nos permitan vivir vidas pacíficas y también que permitan a la Iglesia de Dios predicar las buenas noticias del Reino de Dios. El plan de Dios es que finalmente el mensaje de esperanza y verdad llegue a todos —ese mensaje que nos dice cómo podemos ser salvos de la pena de muerte del pecado y recibir la oportunidad para la vida eterna (Juan 3:16).

No obstante, las Escrituras y la experiencia muestran que no les ha llegado a todos ese mensaje en la actualidad ni en algún otro tiempo en la historia. Sin embargo, eso no significa que Dios haya fallado. Él tiene el poder para resucitar y planea dar vida a todos los que han muerto. La maravillosa verdad bíblica de la segunda resurrección es la respuesta de cómo el plan de Dios será cumplido. Vea nuestro artículo “Resurrecciones: ¿Qué son?”.

Este artículo también explica que Dios no forzará a nadie a ser salvo. Parece ser que unos pocos rechazarán el deseo amoroso de Dios y, en vez de eso, escogerán la muerte eterna. Pero nosotros creemos que la gran mayoría aprenderá la verdad, verá el propósito y gran amor de Dios y escogerá la salvación—escogerán la vida eterna en el “Reino de Dios”.

Ask a Question