Guárdalos en tu nombre
Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
La noche antes de morir, Jesucristo oró una importante y conmovedora oración a favor de sus discípulos y los miembros de la Iglesia de Dios quienes serían llamados después de ellos. Él oró porque fueran protegidos del malvado, por que fueran apartados por la verdad de Dios y por su unidad.
Guardarlos en el nombre de Dios incluye ayudar a sus seguidores a retener la verdad y el poder de Dios y ayudarles a permanecer cerca de Él. Esto incluye representar apropiadamente el nombre de Dios y ser identificado por el nombre como la Iglesia de Dios.
Si usted desea más información acerca del nombre de Dios, vea nuestro artículo “Tercer Mandamiento: No tomarás el nombre del Eterno tu Dios en vano”.