La justicia de la ley
Para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Dios es un Dios de rectitud y justicia. Sus leyes son perfectas y benéficas, y quebrantarlas es lo opuesto del camino de amor de Dios. El pecado produce sufrimiento y muerte.
Los requisitos rectos de la ley incluyen obedecer la ley de Dios con la ayuda del Espíritu Santo, por medio del cual Cristo vive en nosotros y escribe las leyes de Dios en nuestros corazones y mentes. Cristo también pagó la pena de muerte por nuestros pecados, ya que la justicia de Dios también requiere el derramamiento de sangre por el pecado.
Si usted desea más información acerca de la justicia, vea nuestros artículos “Esclavos del pecado o esclavos de la justicia?” y “Cómo ser justos”.