No imiten las formas paganas de adoración
Cuando el Eterno tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra, guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti: no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré. No harás así al Eterno tu Dios; porque toda cosa abominable que el Eterno aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus hijas quemaban en el fuego a sus dioses. Cuídate de hacer todo lo que yo te mando; no añadirás a ello, ni de ello quitarás.
Dios conocía las trampas que Satanás pone con maneras atractivas de adoración. Él advirtió a su pueblo que no descuidara sus claras instrucciones acerca de cómo Él quiere ser adorado. Él nos dice que nunca asumamos que le gustaría ser adorado en la forma en que otras gentes adoran a sus dioses.
No obstante Israel cayó de continuo en esta trampa, creando una religión sincretista que combinó algunos elementos de mandamientos bíblicos con las costumbres religiosas de los pueblos a su derredor.
Considerando la historia de la cristiandad, se hace evidente que un proceso similar se llevó a cabo, a medida que las costumbres y celebraciones precristianas fueron aceptadas por la cristiandad. Estas fueron rechazadas por los que permanecieron fieles a las enseñanzas de los apóstoles y profetas.
Si usted desea saber más acerca de cómo los días de fiesta paganos empezaron a opacar los verdaderos días santos de Dios, vea Los días santos de Dios: Él tiene un plan para usted.