Por nada estéis afanosos
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Reaccionamos con ansiedad ante los problemas de esta vida, pero Pablo nos recuerda algunos antídotos para la preocupación. Podemos llevar nuestras preocupaciones a Dios a través de la oración ferviente. Pablo nos alienta a ser agradecidos en nuestras oraciones para ayudarnos a tener la perspectiva apropiada. Ser agradecidos requiere que nos detengamos y veamos cómo Dios nos ha ayudado y ha ayudado a otros en el pasado. Esto nos recuerda el poder de Dios y su fidelidad.
Dios responderá las peticiones que hacemos con agradecimiento. Él ofrece una paz mental espiritual que está más allá de la comprensión humana. Aunque nuestras mentes son una zona de batalla, Dios proveerá lo necesario para protegernos.
Para más escrituras inspiradoras, vea nuestro artículo “Versículos inspiradores de la Biblia”. Para más información acerca de cómo vencer la preocupación, le invitamos a leer “Enemigos de la fe: la preocupación” y “Cómo enfrentarnos a la ansiedad”.