Halloween: ¿jugando con los demonios?
Las celebraciones de fin de octubre y principios de noviembre se relacionan con muertos, fantasmas y brujería. ¡Conozca la verdad detrás de estos festejos!
Varias celebraciones y ritos se realizan a finales de octubre y principios de noviembre. Halloween, de creciente popularidad, se celebra el 31 de octubre. Pero también a principios de noviembre se ha establecido por distintas ramas del cristianismo tradicional el Día de todos los santos, donde se celebra el supuesto paso de los difuntos por el purgatorio y su posterior redención de pecados y el Día los fieles difuntos. En estas fechas, grandes catedrales exhiben reliquias de los “santos” y hay celebraciones religiosas y rezos en beneficio de los ya fallecidos.
El “Día de los muertos”
El Día de muertos es una celebración tradicional mexicana que se ha difundido a otros países de Latinoamérica como Bolivia, Guatemala, Perú, Ecuador, y en menor medida en países de América Central y la región andina de Sudamérica. Se desarrolla los días 1 y 2 de noviembre y está vinculado a las celebraciones “cristianas” mencionadas anteriormente.
Cuando en el siglo XVI llegaron los españoles a América se dio lugar a un sincretismo que mezcló las tradiciones europeas con las prehispánicas, haciendo coincidir las festividades católicas del Día de todos los santos con un festival similar mesoamericano, creando el actual Día de muertos. La creencia popular es que las almas de los muertos regresan en esta época del año, por eso se hacen altares y se preparan alimentos y otros elementos para agasajarlos.
En América Latina la fiesta de Halloween (contracción de All Hallows' evening; literalmente en español, “víspera de todos los santos”) es cada vez más popular. El origen de esta festividad se remonta a una ancestral celebración irlandesa con el nombre de "Samhain" (señor céltico de la muerte). Los antiguos paganos consideraban que durante la noche del 31 de octubre los espíritus de los muertos volvían a visitar el mundo de los mortales.
Todas estas celebraciones vinculadas a recordar a los muertos, parten de la base que en estas fechas el mundo de los muertos y los vivos se “acercan”. Pero, ¿es posible comunicarse con los muertos?
Los muertos: ¿están muertos realmente?
Aunque la pregunta parece tener una respuesta obvia, la verdad es que tradicionalmente se cree que los muertos van al Purgatorio, al Infierno, al Cielo o alguna forma de paraíso celestial. La respuesta de lo que sucede después de la muerte puede desconcertar a muchos.
Las tradiciones y creencias humanas pueden ser variadas, pero en Vida Esperanza y Verdad creemos que solamente obtendremos respuestas ciertas si buscamos en la Biblia.
¿Dónde podremos obtener una respuesta cierta y clara a este interrogante? Las tradiciones y creencias humanas pueden ser variadas, pero en Vida Esperanza y Verdad creemos que solamente obtendremos respuestas ciertas si buscamos en la Biblia, la Palabra de Dios.
La idea de que en cada persona hay un “alma” que nunca muere, no proviene de las Escrituras. Esta falsa doctrina entró al llamado cristianismo por influencia del pensamiento griego, de orientación platónico.
La Biblia nos dice que los muertos no tienen ninguna conciencia: “Los que viven saben que han de morir, pero los muertos nada saben” (Eclesiastés 9:5). Los muertos realmente no están conscientes ni en el Infierno ni en el Cielo ni en ningún lugar. Con claridad la Biblia afirma que el “alma” puede morir. “El alma que pecare, esa morirá”, afirma Ezequiel 18:4, 20. El apóstol Pablo escribió: “La paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23). Observe que la consecuencia del pecado es muerte, la cesación de la vida. La eternidad es algo que Dios tiene que darnos, no algo que ya poseemos. Si usted quiere saber más sobre este tema, no deje de descargar gratuitamente y sin compromiso nuestro folleto: El último enemigo:¿qué sucede realmente después de la muerte?
Buena parte del mundo honra a sus muertos durante esta temporada del año. Supuestamente hay un “puente” entre los vivos y los muertos que se abre cada año. Por este “puente” hay contacto con los muertos, con duendes, sombras y fantasmas, figuras sombrías que se abren paso desde el otro mundo. ¿Qué hay detrás de estas manifestaciones?
¿Nos podemos comunicar con los muertos?
En 1 Samuel 28 vemos un ejemplo de comunicación con los “muertos”. El Rey Saúl de Israel quería saber cómo le iría en su plan de batalla. Dios no quiso escucharlo por su rebeldía y no obtuvo respuesta. Saúl entonces fue disfrazado y de noche a consultar a una adivina. “Adivíname por un muerto y evócame al que yo te diga” (1 Samuel 28:8, Biblia de Jerusalén), le dijo. La Biblia enseña que, al morir, los pensamientos del individuo también perecen (Salmos 146:4). ¿Cómo entonces pretendía Saúl hablar con un muerto?
Al encontrarse con la adivina, la indicación del rey Saúl fue: “Hazme venir a Samuel”
(v. 11). La adivina dijo ver una figura que describió a Saúl. Cuando Saúl escuchó la descripción, “entendió que era Samuel” (v. 14).
¿Pero, era Samuel realmente?
La figura habló con el rey Saúl, pero ese espíritu no era Samuel. Samuel estaba muerto (vv. 18-19). “Los muertos nada saben” (Eclesiastés 9:5,10). ¡Por eso no podía ser Samuel! Todo fue un engaño de “algún lado”.
Considere usted: Dios se había rehusado a responderle al rey Saúl por medio de los profetas (1 Samuel 28:6), y puesto que Samuel era profeta (vea Hechos 13:20), ¡el espíritu que se comunicó con Saúl no podía ser Samuel! La adivina vio una figura que parecía ser Samuel, pero ¡fue un demonio que “parecía ser” Samuel! Saúl solamente supuso que el demonio era Samuel.
Lo que hay detrás de las fiestas de esta época del año, es la acción de los demonios trabajando con personas.
Hay mucho de broma, ignorancia y juego en estos días de celebración. ¡Pero no todo es inocente! Lo que hay detrás de las fiestas de esta época del año, es la acción de los demonios trabajando con personas. ¡Las enseñanzas bíblicas no dan lugar a ninguna otra explicación!
La advertencia de Dios para usted
Niños jugando, celebraciones con disfraz, papel picado, baile, rica comida y bebida evocando a los muertos, parecen no tener ninguna malicia. Pero existe un mundo invisible de espíritus buenos y malos. Dos terceras partes de los ángeles están en obediencia a Dios, pero un tercio se encuentra en rebeldía abierta, bajo la dirección de Satanás.
Los demonios existen y la advertencia bíblica es contundente. En Deuteronomio 18:11 se nos dice que quien "consulte a los muertos" hace "abominación para con el Eterno". Así es como Dios ve estas festividades. ¡No se involucre usted en nada de ellas!
Los medios de comunicación pueden presentarlas como “culturales” y “solamente un juego”. Desde las pantallas se las inculcan a niños y jóvenes. Pero son cuestiones serias que debemos abordar, siguiendo el mandamiento de la Escritura. Recuerde que no se permitía la brujería ni nada relacionado a ella en medio del pueblo de Dios (Éxodo 22:18).
A medida que llegamos al fin de los tiempos, el mundo se acelera frenéticamente hacia el ocultismo y el frenesí decadente. Pero Dios promete un “mundo venidero” (Hebreos 2:5) donde morará la paz y la verdad. El ocultismo y su engaño demoníaco no serán más. Usted puede tomar decisiones ahora que involucren su destino eterno. No se demore y ¡cambie su vida!
Fecha de publicación: Octubre 23, 2021