Jesucristo regresará a la Tierra

No hace falta ser un experto en geopolítica para ver que el mundo en el que vivimos es extremadamente peligroso.

Lo extraordinario del estado de nuestro mundo es lo rápido que está cambiando y cómo las naciones y los individuos que eran considerados los más peligrosos hace apenas unos meses, están casi olvidados, mientras que situaciones y personas aún más peligrosas han surgido para ocupar el centro de atención.

Pensemos sólo en algunas de las principales crisis y desafíos que afrontamos hoy:

• Se estima que la pandemia de COVID-19 mató a unos 7 millones de personas en todo el mundo y cambió el mundo de muchas maneras. Muchos expertos en salud advierten sobre futuras pandemias que podrían propagarse aún más rápidamente y ser incluso más letales que la COVID-19.
• Los conflictos geopolíticos en todo el mundo (en Ucrania, Oriente Medio y África) siguen creando inestabilidad global y generando crisis adicionales, como escasez de alimentos y un número cada vez mayor de refugiados.
• Los regímenes autoritarios en China, Irán, Corea del Norte, Venezuela, Cuba y otros lugares, continúan desafiando a Occidente y fomentando la violencia y la inestabilidad.
• Estados Unidos continúa desintegrándose en los “Estados Desunidos” debido a las divisiones internas y tensiones que se tornan cada vez más violentas.
• Transparencia Internacional, que hace un seguimiento de la corrupción en todo el mundo, sigue observando un aumento generalizado de la corrupción en países de todo el mundo. Más de dos tercios de los países del mundo tienen una puntuación inferior a 50 (en una escala de 0 a 100), lo que indica una grave corrupción gubernamental.

Esta lista podría continuar indefinidamente.

Para aprender más sobre las tendencias mundiales, lea "Cinco tendencias proféticas que debemos observar".

Las cosas van a empeorar… y mucho

Vivimos en un mundo en constante cambio, comparable a una bomba de tiempo que podría estallar en cualquier momento. Es posible que el próximo año enfrentemos nuevos peligros y que los problemas actuales se agraven. Jesucristo predijo que "guerras y rumores de guerras" marcarían el panorama mundial antes del fin de los tiempos (Mateo 24:6).

Esto dará paso a una época llamada la "Gran Tribulación", tan devastadora que "si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo" (versículos 21-22).

Para más detalles sobre este futuro, consulte nuestro artículo "La Gran Tribulación".

Se avecina un período de tres años y medio (Apocalipsis 11:2; 13:5), que incluirá conflictos y catástrofes globales, posiblemente involucrando armas nucleares y químicas. También habrá desastres naturales que se sumarán a los problemas causados por el ser humano (Mateo 24:7).

A pesar de estas malas noticias, hay esperanza: Dios intervendrá antes de que la humanidad se autodestruya. La buena noticia es anunciada en un día especial, la “Fiesta de las Trompetas”, que simboliza el fin de la espiral de destrucción. Este día, descrito en Levítico 23:23-25, es una de las "fiestas del Eterno" (versículo 2) y se celebra el primer día del séptimo mes del calendario hebreo (versículo 24).

En 2024, esta fiesta será el 3 de octubre, y los cristianos que verdaderamente creen que la Biblia es la Palabra de Dios, se reunirán para conmemorar este día sagrado.

La gran intervención de Jesucristo

La Fiesta de las Trompetas anticipa una intervención futura que salvará a la humanidad: la intervención de Jesucristo. Este evento es el cuarto paso en el plan de salvación de Dios, en el que Jesús regresará a la Tierra. Tras su ascensión, un ángel declaró que Jesús volvería de la misma manera en que ascendió (Hechos 1:11).

La Fiesta de las Trompetas anticipa una intervención futura que salvará a la humanidad: la intervención de Jesucristo.

En su profecía en el Monte de los Olivos, Jesús reveló que "aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria" (Mateo 24:30). Su regreso será anunciado por "con gran voz de trompeta" (versículo 31), conectando la Fiesta de las Trompetas con el retorno de Cristo como Rey de reyes. Para más información, puede consultar nuestro artículo sobre "La Fiesta de las Trompetas".

¿Qué sucederá después del regreso de Jesús?

Hemos visto por qué  Jesucristo regresará: para salvar a la humanidad. Hemos visto también cómo regresará: con el sonido de una trompeta, con poder y gloria. Pero ¿qué hará después? Veamos:

• Resucitará a su pueblo fiel, que ha muerto a lo largo de los siglos.  Esto sucederá en el sonido de la última trompeta (1 Corintios 15:52-53; 1 Tesalonicenses 4:16). (Lea nuestro folleto El ultimo enemigo ¿Qué sucede realmente después de la muerte? para aprender más sobre los detalles de la resurrección de los muertos.)
• Transformará a los cristianos vivos en la tierra en seres espirituales (1 Tesalonicenses 4:17).
• Peleará contra las naciones de la Tierra que se opongan a su venida y que se reunirán cerca de Jerusalén.  Estas naciones se reunirán para pelear entre sí, pero volverán sus armas contra Jesucristo cuando lo vean descender a la Tierra. La batalla será corta, ya que el Rey de reyes las destruirá rápidamente (Apocalipsis 19:19-21; Zacarías 14:3).
• Jesucristo descenderá en el Monte de los Olivos.  Desde ese lugar en Jerusalén, Él comenzará su gobierno sobre Tierra (Zacarías 14:4).
• Establecerá su Reino —gobierno— en la Tierra.  En ese día, “el Eterno [Jesucristo] será Rey sobre toda la tierra” (Zacarías 14:9). Sí, Jesucristo viene a gobernar y a regir con autoridad justa: “Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15).

El establecimiento del Reino de Dios marcará el comienzo de una nueva era en la historia de la humanidad. Esta era futura se conoce como “el mundo venidero” (Hebreos 2:5). Jesucristo y sus seguidores resucitados gobernarán sobre toda la Tierra y traerán numerosos cambios a este mundo.

Pero antes de que ese cambio llegue, hay un asunto del que Dios tendrá que ocuparse: para traer paz y justicia a la Tierra, Él debe eliminar primero la causa del sufrimiento y del pecado.

Fecha de publicación: Octubre 2, 2024