La solución del Papa al cambio climático: ¿es la solución de Dios?
Los gritos de urgencia para hacer frente al cambio climático son cada vez mayores. Incluso el Papa Francisco ha propuesto soluciones. ¿Funcionarán sus soluciones? ¿Cuál es la solución de Dios?
¿Puede usted oír los galopes del caballo negro, el tercero de los cuatro caballos, con sus jinetes, descritos en el Apocalipsis?
La Biblia advierte que se avecinan hambrunas como nunca antes se han visto en el mundo. ¿Podríamos estar acercándonos a ese momento?
Los acontecimientos actuales han creado una tormenta perfecta para aumentar la hambruna. Estos eventos incluyen la guerra entre Rusia y Ucrania, la crisis de COVID-19, la crisis de la cadena de suministro, la crisis de la inflación, la escasez de fertilizantes y los graves eventos climáticos.
La situación es tan grave que los expertos de la ONU la han llamado un "desastre sobre desastre". Ellos advierten de una crisis alimentaria que podría afectar al mundo entero.
Los trastornos meteorológicos están teniendo un grave impacto en el suministro mundial de alimentos. El mundo está viendo un brote de condiciones climáticas extremas que son difíciles de ignorar.
Clima extremo en todo el mundo
India, el segundo mayor exportador de trigo del mundo, trató de comprometerse a aumentar sus exportaciones de trigo de dos millones de toneladas a 10 millones de toneladas. Pero eso fue antes de que llegara una ola de calor extrema que destruyera hasta el 15 por ciento de su trigo. El gobierno tuvo que hacer un cambio drástico de política y prohibir las exportaciones por completo para proteger el suministro interno.
Europa también está experimentando condiciones climáticas extremas.
Este año, Italia experimentó su peor sequía en 70 años, lo que provocó que las vías fluviales se secaran. El río Po de Italia se ha secado significativamente, poniendo en riesgo a alrededor del 30 por ciento de la agricultura del país y de la mitad de su ganado.
Tanto Estados Unidos como Canadá han experimentado alteraciones climáticas recientemente, lo que hace que, en algunas partes, sea demasiado húmedo para plantar y en otras, demasiado seco para producir.
A finales de junio de este año, el 96 por ciento de Portugal se clasificó en sequía "extrema" o "grave". España vio sus temperaturas más altas en 100 años, este pasado mes de mayo, con una caída de las precipitaciones invernales a un tercio de lo que normalmente recibe. Francia se sofocó bajo las olas de calor y sus temperaturas se dispararon a un récord de 45,9 grados Celsius (114,6 Fahrenheit). Francia ha declarado condiciones de sequía y ha emitido restricciones de agua.
Estados Unidos, el cuarto mayor exportador de trigo, también enfrenta una situación grave, debido a la sequía. La parte occidental de los Estados Unidos está experimentando una mega sequía (un período seco severo que ha durado ya más de 20 años). Tanto Estados Unidos como Canadá han experimentado alteraciones climáticas recientemente, lo que hace que, en algunas partes, sea demasiado húmedo para plantar y en otras, demasiado seco para producir.
China está experimentando inundaciones y olas de calor extremas. La ola de calor, y la sequía que la acompaña, han sido tan intensas que están causando que sus “ríos y embalses se sequen”.
A medida que estas terribles situaciones continúan empeorando, muchas voces claman a la humanidad que tome medidas drásticas con el cambio climático. Una de esas voces es el Papa Francisco, a quien muchos ven como la gran voz moral de nuestro tiempo.
La solución del Papa al cambio climático
El Papa Francisco se ha encargado de abordar el problema del cambio climático, llamándolo “un imperativo moral” y lo ha incorporado a las enseñanzas sociales de la Iglesia Católica Romana.
El Papa Francisco se ha encargado de abordar el problema del cambio climático, llamándolo “un imperativo moral”.
En la COP 26 del año pasado, el Papa calificó el cuidado de la creación de Dios como uno de “los grandes temas morales de nuestro tiempo”. Continuó: “El tiempo se está acabando; esta ocasión no debe ser desperdiciada, no sea que tengamos que enfrentar el juicio de Dios por no haber sido fieles administradores del mundo que él ha confiado a nuestro cuidado”.
Ha ido aún más lejos al atribuir la pandemia de COVID-19 a la respuesta de la naturaleza a nuestros pecados. Ha citado un proverbio español que dice: “Dios siempre perdona, los hombres perdonamos a veces, pero la naturaleza nunca perdona”.
En 2015, el Papa publicó una encíclica dirigida a todas las personas del planeta. La Carta se llama "Laudato Si", que significa "Alabado sea". El título completo es: “Alabado seas, mi Señor”. El subtítulo es: “sobre el cuidado de nuestra casa común”. El Papa Francisco hace un llamado a todas las personas del mundo para que tomen medidas globales rápidas y unificadas.
Al 2020, el Papa lo declaró “el año de Laudato Si” y dio inicio a su plan de acción de siete años que contiene siete objetivos que cubren siete sectores de la vida.
En octubre de 2020, reunió a líderes de diferentes religiones para firmar su plan de acción contra el cambio climático, e instó a todas las naciones a lograr emisiones netas de carbono cero lo antes posible. No sólo estuvieron presentes líderes de denominaciones cristianas, sino también representantes del islam, el judaísmo, el hinduismo, el sijismo, el budismo, el confucianismo, el taoísmo, el zoroastrismo y el jainismo.
Su carta culpa del cambio climático a nuestro mundo impulsado por el consumo. Dice que, si no tomamos medidas urgentes ahora, estaremos frente a la extinción de la raza humana. Algunas partes importantes de su carta incluyen:
- Párrafo 13: Llama a “toda la familia humana a unirse” y a escuchar el llamado de los jóvenes, y subraya la necesidad de “proteger nuestra casa común”.
- Párrafo 38: Elogia a las agencias y organizaciones por “emplear medios legítimos de presión, para garantizar que cada gobierno cumpla con su responsabilidad propia e inalienable de preservar el medio ambiente y los recursos naturales de su país”.
- Párrafo 71: Se basa en las leyes bíblicas del sábado, como el sábado semanal (Génesis 2:2-3; Éxodo 16:23; 20:10), el año sabático de descanso de la tierra (Levítico 25:1-4) y el año del jubileo de la liberación de todos los que habían sido esclavizados (Levítico 25:10).
- Párrafo 92: Él dice que todos estamos “unidos como hermanos y hermanas en una maravillosa peregrinación” con nuestro “hermano sol, hermana luna, hermano río y madre tierra”.
Hacia el final de su carta, incorpora el sistema de culto católico en su mensaje ambiental:
- Párrafo 236: La Eucaristía representa el “amor cósmico” de Dios y “la creación se proyecta hacia la divinización, hacia las santas bodas, hacia la unificación con el mismo Creador”.
- Párrafo 237: El domingo, como el “sábado judío”, nos señala el descanso y “nos motiva a una mayor preocupación por la naturaleza y los pobres”.
- Párrafo 238: Mientras contemplamos el universo, “debemos alabar a toda la Trinidad”.
- Párrafo 239: Los “cristianos” creen en “un Dios que es trinitario”, y la “Trinidad ha dejado su huella en toda la creación”.
- Párrafo 241: María tiene un “cariño y dolor maternal por este mundo herido” y es la “madre y reina de toda la creación”.
Su carta fusiona el culto católico y el cambio climático. La agenda de cambio climático del Papa incorpora la adoración a la Trinidad, María como madre y reina de toda la creación, el sol como nuestro hermano y la tierra como nuestra madre, la participación en la Eucaristía y el descanso dominical como medio para salvar el medio ambiente.
El único llamado al arrepentimiento y la conversión en su carta es: “de las formas en que hemos dañado el planeta” y que la humanidad se someta a una “conversión ecológica”.
Ver al Papa involucrarse en la política global debería hacer que los estudiosos de la profecía presten mucha atención.
Como resultado de los esfuerzos del Papa, podemos esperar clamores aún mayores por un día de descanso semanal —no el sábado— para sanar nuestro planeta. Y no sólo de las principales denominaciones cristianas, sino de quienes profesan otras religiones que no son cristianas.
La idea es que un descanso dominical global reduciría las emisiones y ayudaría a sanar nuestro planeta. ¿Podría esta solución propuesta ser una manera de imponer la observancia del domingo a las personas en el futuro?
La Biblia nos dice que el poder de la “bestia” del tiempo del fin impondrá una “marca” que estará asociada a la actividad económica (Apocalipsis 13:17). Hay razones para creer que esta “marca” podría ser un esfuerzo para obligar a la gente a descansar el domingo. (Para obtener más información sobre este tema, lea nuestro artículo “La marca de la bestia”).
Este no es el único problema político global que el Papa actual ha tratado de resolver. También ha propuesto soluciones para la economía global, ha tratado de traer más unidad a una cristiandad dividida y ha pedido más unidad a Europa. Ver al Papa involucrarse en la política global debería hacer que los estudiosos de la profecía presten mucha atención.
¿Es el sábado realmente una estrategia para el cambio climático?
La agenda del Papa es en realidad una distorsión de la intención del verdadero Dios del sábado, creado en Génesis 2.
En primer lugar, Dios ordenó un descanso sabático desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado, no el domingo, que es el primer día de la semana.
En segundo lugar, el descanso que pide el Papa está dirigido a cuidar la tierra debajo de nosotros. El sábado de Dios fue ordenado para ayudar a las personas a mirar a Dios, quien está arriba y es santo.
Para saber cómo la Iglesia Católica estuvo involucrada en el cambio del sábado bíblico al domingo, lea “¿Cómo y cuándo fue reemplazado el sábado por el domingo como día de adoración?”
La Biblia advierte de un falso sistema religioso que ganará popularidad y poder en los últimos tiempos, a través de un falso líder engañoso, quien enseñará doctrinas falsas y realizará milagros engañosos.
Este tipo de engaño ocurrirá debido a otra hambruna, una hambruna de querer aprender y entender la Palabra de Dios (Oseas 5:6; Amós 8:11). Aunque no debemos restar importancia a las hambrunas que afectan a nuestro mundo hoy en día, esta hambruna espiritual debería preocuparnos aún más.
Para obtener más información sobre nuestra necesidad de la Palabra de Dios hoy, lea "Por qué necesitamos la Biblia (ahora más que nunca)".
¿Cuál es la solución de Dios para esta crisis?
Dios advierte de una hambruna de “oír la palabra del Eterno” (Amós 8:11). Aunque la Santa Biblia está fácilmente disponible, la gente se niega a invertir tiempo en estudiar y prestar atención a sus palabras.
La Biblia muestra que Dios envía hambrunas y otros disturbios climáticos como castigo por el pecado. Aunque no podemos decir que toda hambruna es una maldición directa de Dios, debemos considerar que Dios está tratando de llamar nuestra atención.
Hay bendiciones por la obediencia y maldiciones por la desobediencia: causa y efecto. Hay bendiciones específicas para la obediencia, relacionadas con la producción de alimentos, la abundancia y la lluvia en su debido tiempo (Deuteronomio 28:1-2, 11-12). Sin embargo, la desobediencia conduce a maldiciones en la producción de alimentos, escasez y alteraciones climáticas (Deuteronomio 28:18, 23-24).
El profeta Amós advirtió sobre hambrunas, debido a demasiada lluvia en un área y poca lluvia en otra (Amós 4:6-7). Estas condiciones se han visto recientemente en Gran Bretaña y los Estados Unidos.
Nuestro mundo tiende a pensar que las perturbaciones climáticas son únicamente el resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero. Dios dice que Él “destruirá a los que destruyen la tierra” (Apocalipsis 11:18). Contaminar el planeta no es el único ni el peor pecado. Centrarse únicamente en las emisiones de carbono ignora el hecho de que Dios a menudo obra a través del clima para castigar el pecado y lograr sus propósitos (Génesis 6:5-7; 41:29-30; Éxodo 7-10; Jonás 1:4).
Es importante entender que Dios tiene poder sobre el clima. Las condiciones climáticas y las plagas tienen un efecto profundo en la vida de las personas, provocando desde la falta de agua potable hasta la disminución de la producción de alimentos. Dios a veces expresa su ira a través del clima (Nahum 1:3-4).
Las perturbaciones climáticas deberían motivar a nuestro mundo a buscar no sólo formas de limpiar el planeta, sino formas de limpiar nuestras vidas. La respuesta número uno debe ser un arrepentimiento genuino. Debemos obedecer la ley de Dios, sin descuidar el planeta que Él nos confió (Génesis 2:15).
Estos disturbios climáticos no deberían asustar o aterrorizar a los verdaderos cristianos. Dios promete que puede librarnos del hambre, si obedecemos su Palabra y buscamos su justicia (Isaías 33:15-16; Salmo 37:25).
La buena noticia es que llegará el momento en que Dios liberará a nuestro mundo de la injusticia y la gente comenzará a seguir su camino. Como resultado, Dios derramará bendiciones climáticas sobre esta tierra. Cuando llegue ese momento, las hambrunas serán una preocupación del pasado (Ezequiel 36:26-30; Jeremías 31:33-34).
¡Mientras tanto, seguimos orando para que llegue pronto ese día!
Fecha de publicación: Noviembre 30, 2022