¿Qué significa Mateo 6:33, “Buscad primero el Reino”?
Jesús enseñó a sus discípulos a dar prioridad a dos cosas principales en Mateo 6:33. ¿Cuáles son estas dos prioridades? ¿Qué significa Mateo 6:33 para los cristianos de hoy?

Crédito de la imagen: Wirestock/iStock a traves de Getty Images
¿Qué dice Mateo 6:33?
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.
Mi pastor me contó una vez que solía poner su alarma a las 6:33 a. m. ¿Por qué? Debido a Mateo 6:33. Quería despertarse, ver su alarma y recordar de inmediato las palabras del versículo. Era una manera útil, aunque física, de recordar la lección de Mateo 6:33.
Necesito buscar a Dios y su justicia primero, no segundo ni tercero.
Para alguien menos familiarizado con los detalles de Mateo 6:33, “el reino de Dios” y “su justicia” quizá no signifiquen mucho. ¿A qué se refiere realmente este pasaje? ¿Cómo “buscamos” el Reino y su justicia?
(Para aprender más acerca de el evangelio que Jesús predicó, le recomendamos estudiar nuestro artículo “¿Cuál fue el mensaje de Jesús?”)
“Mas buscad primeramente el reino de Dios”
El diablo ha engañado a billones de personas acerca del verdadero significado del Reino de Dios. No es una sensación agradable y reconfortante darse cuenta que “invitar a Jesús" a las vidas de las personas, no implica un cambio real de conducta.
El Reino de Dios será un gobierno literal y mundial que se establecerá en la Tierra y perdurará por los infinitos capítulos de la eternidad. Este mensaje es el eje central de toda la Biblia y el núcleo de las enseñanzas de Jesús.
En Daniel 2, Nabucodonosor, el antiguo rey de Babilonia, tuvo un sueño. Vio una gran estatua con cabeza de oro, pecho y brazos de plata, vientre y muslos de bronce, piernas de hierro y pies de hierro y barro cocido. La estatua era grandiosa. Pero al final del sueño, una piedra cataclísmica cayó y destrozó la imagen (Daniel 2:31-34).
"Buscar" el Reino de Dios es tener un fuerte deseo de entrar en él y una disposición a hacer todo lo que se nos pida.
Inseguro del significado del sueño, Nabucodonosor finalmente recurrió al profeta Daniel para obtener su interpretación.
Bajo la inspiración de Dios, Daniel explicó: “Tú [Nabucodonosor] eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro [...] desmenuzará y quebrantará todo” (versículos 38-40).
La estatua representaba el auge y la caída de cuatro grandes imperios sucesivos. Estos imperios, o reinos, se han identificado en la historia como: el Imperio Babilónico, el Imperio Medopersa, el Imperio Greco-Macedonio y el Imperio Romano. Para saber más acerca de estas profecías, lo invitamos a leer nuestro artículo “Daniel 2: El sueño de Nabucodonosor”.
La piedra que destrozó a la estatua simboliza otro reino, uno completamente diferente. Daniel dijo: “En los días de estos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido ni entregado a otro pueblo, sino que permanecerá para siempre y hará pedazos a todos estos reinos. Este es el significado de la roca que fue cortada de la montaña no por manos humanas” (vv. 44-45, Nueva Versión Internacional, énfasis añadido).
¿En qué se diferencia este reino de los demás? En que permanecerá para siempre . Pero, al igual que los demás, tendrá territorio, súbditos, leyes y gobernantes.
El Reino de Dios:
- Será establecido aquí en la Tierra (territorio).
- Gobernará y servirá a los seres humanos (súbditos) durante El milenio de 1.000 años.
- Gobernará por medio de los mandamientos y estatutos (leyes) de Dios.
- Será dirigido por Cristo y los santos (gobernantes).
Así que cuando oramos: “Venga tu reino”, estamos rogando a Dios que envíe al triunfante Jesucristo de regreso a la Tierra, para desplazar permanentemente a los reinos falibles de los hombres e instalar un gobierno que sea bueno, recto, justo y santo.
Lo bueno de esa realidad futura es que no será sólo el Reino de Jesucristo. También pertenecerá a los “santos del Altísimo”, quienes “poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre” (Daniel 7:18).
Entonces, ¿cómo buscamos ese Reino? Demostrando un fuerte deseo de entrar en él y una disposición a hacer todo lo que se nos pida.
Mateo 6:33 es otra forma de decir que ser parte del Reino de Dios debe ser nuestra principal prioridad en la vida.
Para aprender más sobre el Reino de Dios, estudie nuestro artículo “¿Qué es el Reino de Dios?”.
“Y su justicia”
La siguiente parte del versículo nos dice cómo hacer del Reino de Dios la máxima prioridad.
¿Cuál es la definición bíblica de la justicia de Dios? El Salmo 119:172 dice: “Todos tus mandamientos son justicia”.
Observe que no dice que debemos obedecer “algunos” o “nueve de cada diez” (excluyendo el mandamiento de santificar el día de reposo), sino “todos” los mandamientos de Dios.
Sin embargo, la Biblia está repleta de pasajes que demuestran, que la obediencia a la ley de Dios es absolutamente necesaria para ser un verdadero cristiano.
Vemos que Mateo 6:33 nos dice que debemos buscar primero el Reino de Dios obedeciendo todos los mandamientos.
Lamentablemente, la obediencia es un mensaje muy impopular. Hoy en día, muchas personas están obsesionadas con la idea de la libertad, de hacer lo que quieran, sin importar el daño que esa libertad pueda causarles a sí mismas o a los demás.
El resultado de no obedecer, es gente que carece de respeto hacia toda autoridad.
Las leyes de Dios se tratan de forma similar. Se han convertido más en una sugerencia, algo opcional para quienes "sienten" deseos de obedecer.
Sin embargo, la Biblia está repleta de pasajes que demuestran, sin lugar a dudas, que la obediencia a la ley de Dios es absolutamente necesaria para ser un verdadero cristiano. Notemos un pasaje claro: “El que dice: ‘Yo lo conozco’, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él” (1 Juan 2:4).
Notemos otro pasaje al final de la Biblia: “Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad” (Apocalipsis 22:14).
La obediencia a los mandamientos de Dios es una parte fundamental para entrar al Reino de Dios. Éste es el resultado final de buscar su justicia.
Para aprender más acerca de la verdadera justicia, estudie nuestro artículo “¿Qué es la coraza de justicia?”
“Y todas estas cosas os serán añadidas”
En Mateo 6:25-32, Jesús instruye a sus discípulos a no inquietarse ni angustiarse por las necesidades físicas de la vida: “No se preocupen, diciendo: ‘¿Qué comeremos?’, o ‘¿Qué beberemos?’, o ‘¿Con qué nos vestiremos?’... Porque nuestro Padre celestial sabe que necesitamos todas estas cosas”.
Padre. Qué descripción tan apropiada de nuestro Dios.
Dios podría haberse designado a sí mismo con diversos títulos, pero llamarse Padre nos recuerda no sólo su autoridad y fuerza, sino también su tierno amor por cada uno de nosotros. Para aprender más acerca de este rol de Dios, estudie “Conocer a Dios como un Padre amoroso”.
Como Padre y Proveedor, Dios promete cuidar de nosotros.
Dios sabe. Él ve. No ignora nuestras necesidades ni nuestros deseos. Promete proveer para nuestras necesidades físicas, si priorizamos su Reino y su justicia.
En Mateo 7:9-11 dice: “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”.
La cuestión es que Dios sabe. Él ve. No ignora nuestras necesidades ni nuestros deseos. Promete proveer para nuestras necesidades físicas, si priorizamos su Reino y su justicia.
Mire estas escrituras con cuidado y reclame las promesas de Dios, si usted ha estado buscándole con todo su ser.
Para saber más, lea “El sermón del monte”.
¿Qué significa realmente Mateo 6:33?
Mateo 6:33 es una escritura fundamental que dirige nuestra atención a lo que Dios considera el objetivo más importante que una persona puede tener.
Este es el objetivo que eclipsa a todos los demás. Este es el propósito para el que fue creada la humanidad.
El autor del libro de Hebreos escribió que Dios quiere llevar “muchos hijos a la gloria” (Hebreos 2:10), no sólo unos pocos.
Ésta es la invitación que el Evangelio de Dios nos ofrece a cada uno. La buena noticia es que Él envió a su Hijo a morir en nuestro lugar para que tengamos la oportunidad de entrar en su Reino eterno, cuando Jesucristo regrese a esta Tierra.
Hasta ese momento, debemos mantenernos ocupados buscando su justicia.
Fecha de publicación: Septiembre 5, 2025