Pablo escribió lo siguiente: “y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz” (Efesios 6:15). ¿Qué tiene que ver el calzado con la armadura de Dios?
En español, cuando describimos esta pieza de armadura se usa una expresión compleja: el calzado con el apresto del evangelio de la paz. A veces para acortarlo decimos “el calzado de la paz” o “el calzado del evangelio”, pero toda la frase es importante. Antes de que podamos entender exactamente lo que significa “el apresto del evangelio de paz”, veamos más de cerca el calzado.
Durante la época del apóstol Pablo, los zapatos usados por los soldados del Imperio Romano eran llamados caligae. Estos fueron diseñados específicamente para mantener los pies de los soldados firmes y sanos durante los rigores de las largas marchas, y eran muy diferentes a las sandalias usadas por la mayoría de la población.
Los zapatos eran hechos partir de tres cepas de cuero, las cuales se levantaban y ataban alrededor del tobillo. El caligae ayudaba a proteger contra ampollas y enfermedades del pie. Además, a menudo se ponían pequeños clavos de fierro en las suelas de los zapatos con el fin de darle al pie firmeza en terrenos irregulares.
El calzado de la paz proporciona un fundamento firme
Los zapatos de un soldado formaban la base de su armamento. En aquellos días, caminar era el principal medio de transporte para aquellos soldados del imperio que se movilizaban a pie, por lo que la capacidad de andar fácilmente y cómodamente era esencial para ellos.
Además, en batalla estos soldados necesitaban pisar firmemente y en forma segura. Necesitaban una base sólida en sus pies para poder concentrarse en la batalla. Los clavos en sus zapatos ayudaban para que se mantuvieran firmes y pudieran andar a través de terrenos difíciles.
La palabra apresto utilizada por Pablo en Efesios 6:15 proviene de la palabra griega hetoimasia. En este contexto, el Diccionario Expositivo de palabras del Antiguo y Nuevo Testamento exhaustivo de Vine hace el siguiente comentario acerca de la palabra hetoimasia: “el evangelio mismo ha de ser el sólido cimiento del creyente, estando su manera de vivir en conformidad con Él y, por ello, un testimonio de Él”.
La traducción griega Septuaginta del Antiguo Testamento usa la misma palabra, hetoimasia, para expresar el significado de un fundamento firme en Salmos 89:14: “Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; Misericordia y verdad van delante de tu rostro” (énfasis añadido).
Así como la rectitud y justicia sustentan el trono de Dios, el mensaje del evangelio también proporciona el fundamento sólido que un cristiano debe tener. El evangelio de la paz nos proporciona la preparación, o el cimiento que necesitamos para enfrentar las batallas espirituales de la vida.
¿Cuál es el evangelio de paz que Jesucristo trajo?
¡El mensaje del evangelio que Jesús trajo fue acerca del futuro gobierno de Dios en la Tierra y lo que debemos estar haciendo para prepararnos para ello!
La palabra evangelio es traducida de la palabra griega euangelion, y significa “buenas noticias” o “buenas nuevas”.
Durante su ministerio en esta Tierra, Jesucristo hizo múltiples referencias al mensaje del evangelio. Un ejemplo se encuentra en Mateo 4:23: “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo”.
Aquí vemos que Jesús vino a compartir con la gente las buenas nuevas, el evangelio, del Reino venidero de Dios. Éste era un mensaje que incluía un llamado a la acción: “Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:14-15).
¡El mensaje del evangelio que Jesús trajo fue acerca del gobierno venidero de Dios en la Tierra y lo que deberíamos estar haciendo para prepararnos para ello!
(Cubrimos este tema en mayor detalle en nuestros artículos “¿Qué es el Reino de Dios?” y “¿Qué es el arrepentimiento?”
El evangelio de la paz fue el tema central de la gran comisión
¡El mensaje del evangelio que Jesús trajo fue acerca del gobierno venidero de Dios en la Tierra y lo que deberíamos estar haciendo para prepararnos para ello!
La comisión que Jesús le dio a sus discípulos, cuyos pies debían estar firmemente establecidos en el evangelio: fue que las buenas noticias de su futuro reino debían ser compartidas y difundidas.
Fíjese en la instrucción de Jesús a los 12 discípulos originales: “Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos” (Lucas 9:1-2).
¡Los discípulos cumplieron su instrucción! “Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes” (Lucas 9:6, énfasis añadido).
La última ordenanza de Jesucristo a sus discípulos, a veces llamada “la gran comisión”, contiene la misma instrucción. “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:15-16).
De hecho, los pies de estos mismos discípulos, que estaban anunciando ese mensaje de paz, se describen metafóricamente como hermosos: “¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Romanos 10:15).
¿Qué es la paz?
En nuestro mundo, a veces percibimos la paz como un período de tiempo en el que no se libran guerras activas. Pero la Biblia nos muestra que la paz es mucho más que la ausencia de conflicto: la paz proviene de la unidad y la cercanía que tenemos con Dios.
Hay muchas profecías en la Biblia acerca del mundo que existirá cuando el Reino de Dios se haya establecido, y la palabra clave para describir este gobierno venidero es la paz. Fíjese en este pasaje de Isaías 2:2-4:
“Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa del Eterno como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.
Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte del Eterno, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Eterno. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra”.
¡Cuando se haya establecido el Reino de Dios existirá un mundo donde las armas de guerra serán destruidas y habrá paz real! ¡Estas son las mejores noticias que uno puede escuchar!
El calzado de la paz ofrece protección
Tener una creencia y un fundamento sólido en el evangelio de la paz trae esperanza a la vida de un cristiano. Esta esperanza debe mantenernos firmes y guiarnos hacia nuestra meta: “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro” (Colosenses 1:21-23).
Los enemigos del Imperio Romano a veces colocaban objetos afilados y con púas en el suelo en frente de ellos antes de una batalla. Cualquier soldado atacante que no llevara zapatos lo suficientemente gruesos o firmes para la batalla pronto sería lesionado o muerto. Aunque los zapatos no eran de ninguna manera la parte más conocida de la armadura del soldado, estos eran de gran importancia.
Lo mismo podemos decir acerca de la armadura de Dios. Nuestro enemigo, Satanás el diablo, aprovechará todas las oportunidades para poner en nuestro camino distracciones y trampas, y sólo el calzado que Dios nos da como parte de su armadura puede darnos la protección que necesitamos para seguir avanzando con seguridad por el campo de batalla.
Estudiemos los tres elementos del calzado de la paz
Al principio de este artículo, mencionamos que la expresión “el apresto del evangelio de la paz” es una expresión a veces difícil de entender. Aún así, ninguna de estas palabras fue escrita al azar, ya que cada una de estas expresa algo importante acerca de este calzado.
En el centro de esta expresión, tenemos el evangelio. Las buenas noticias. El anuncio y la promesa del Reino de Dios, que es real, que existe y que va a venir.
Este mensaje del evangelio es esencialmente, un mensaje de paz que involucrará al mundo entero cuando Dios establezca su Reino en esta Tierra. Y cuando llevamos este evangelio de paz como calzado en nuestros pies, nos proporciona una preparación —un cimiento firme— que nos permite mantener los pie seguros en los momentos más difíciles de la vida.
¿Estamos realmente preparando nuestros pies para este camino? ¡Un cristiano que lleva la armadura de Dios tendrá sus pies preparados y calzados con el evangelio de la paz!
Aprenda más acerca de toda la armadura de Dios y cómo usarla.