La Biblia nos advierte de los engaños sutiles de Satanás. ¿Cuán conscientes estamos de que tenemos por delante un enemigo que tiene como principal propósito debilitar nuestra fe y destruirnos totalmente?
En la Biblia hay advertencias muy serias acerca de las malas intenciones de Satanás y de las mentiras sutiles que utiliza para que la gente se deje engañar.
Sed sobrios y velad
Una de esas advertencias la encontramos en 1 Pedro 5:8: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.
Analice el significado de las siguientes palabras:
- “Sobrio” implica estar alerta mentalmente y auto control.
- “vigilante” significa atento, despierto y alerta.
Aunque entendemos que Dios es todo poderoso y cuida de sus hijos, no podemos bajar nuestra guardia espiritual. Es vital que sepamos que Satanás es implacable y quiere destruirnos. Debemos cumplir con nuestra parte fielmente.
- “Diablo” significa falso acusador, difamador. Kenneth Wuest en Estudios de las palabras en el Nuevo Testamento griego, hace este profundo comentario: “Era usado en el griego clásico con los significados: ‘difamar, acusar, calumniar’, y no sólo era usado para aquellos que traían falsos cargos en contra de alguno, también para aquellos que diseminaban la verdad concerniente a un hombre y lo hacían maliciosamente, insidiosamente, con hostilidad”.
- “anda alrededor” expresa la idea del estado de constante actividad de Satanás.
Analice el versículo 9: “al cual resistid firmes en la fe”.
- “Resistid”. Esta palabra es traducida de un término militar griego que significa pararse firme sin moverse incluso bajo el ataque enemigo. Para los verdaderos cristianos, es resistir fuertes “en la fe”, porque tenemos fe y confianza en aquel que es “mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4). Dios es inmensamente más poderoso que cualquier cosa que haya creado, incluido Lucifer (que se convirtió en Satanás).
- La palabra griega para “fe” es pistis, que significa persuasión, convicción y también una confianza en Cristo. Cuando se usa como “la fe” también puede describir un sistema de creencia y tener una fuerte convicción hacia las palabras de Dios, así como lo subraya Colosenses 1:23.
Los militares profesionales saben que los soldados se vuelven más resistentes al enemigo cuando la frecuencia de los ataques que enfrentan aumenta, y a las tropas experimentadas se les conoce como soldados curtidos en batalla.
Con cada ataque de nuestro adversario, estamos fortaleciendo nuestra resolución espiritual de permanecer firmes. Es más, nuestro Padre celestial nos cuida y protege incluso durante nuestras batallas espirituales y pruebas más duras (1 Pedro 5:7). De manera similar, Dios está refinando y fortaleciendo verdaderos cristianos. Las pruebas son parte de la experiencia cristiana y no deberían ser la causa de que nuestra fe flaqueara o se debilitara.
La estrategia de batalla cristiana
Nosotros nos oponemos a los ataques de Satanás haciéndole frente. No podemos asustarnos e irnos, al contrario debemos oponer resistencia. No debemos permitir que se lleve lo mejor de nosotros, no importa las consecuencias (Apocalipsis 12:10-11).
Otra perla de consejo bíblico se encuentra en Efesios 6:10-11: “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo”.
Debemos armarnos para poder “estar firmes contra las asechanzas del diablo”. (Lea más acerca de la armadura que Dios nos provee en la sección “Tomad toda la armadura de Dios”.)
Lecciones de leones
Pedro compara a Satanás con un león. Entonces, ¿qué podemos aprender de esta analogía? Los guardabosques que los han estudiado en su estado salvaje dicen que nunca se debe dar la espalda y correr frente a un león atacando. Los leones están acostumbrados a que sus víctimas huyan, pero parase firme de pie y enfrentarlos, los desconcierta y confunde. En la mayoría de los casos el león se detendrá y se irá.
El consejo que el apóstol Pedro le da a los cristianos de cómo enfrentar y vencer a Satanás bien vale la pena ponerlo en práctica y aplicarlo a nuestra vida diaria: “al cual resistid firmes en la fe” (1 Pedro 5:9).
- “Resistir” significa hacerle frente y ser firme. Nuestra respuesta no puede ser entrar en pánico, temer y huir, sino mostrar una firme resistencia a través de la fe en Cristo en nosotros —¡como quién enfrenta un león furioso atacando en estado salvaje!
Los leones pasan la mayor parte del día durmiendo y descansando, guardando energía para el momento de la cacería. Los seres humanos deberíamos aprender una lección de esta clase de comportamiento. En Efesios 6:12 nos advierten: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”.
Es triste que los seres humanos gasten con frecuencia su energía y recursos peleando entre ellos y se olviden de quien es su enemigo en realidad. Ésta es una manera que el diablo utiliza para destruir física, mental y emocionalmente al ser humano. Nos olvidamos que nuestros enemigos más insidiosos y traicioneros son Satanás y sus demonios, quienes son los gobernantes invisibles de este mundo.
La vida cristiana requiere que peleemos la “buena batalla”, terminar la carrera y mantener la fe para poder recibir “la corona de justicia” que Dios le ha prometido a aquellos que “que aman su venida” (2 Timoteo 4:7-8).
Parte de terminar la carrera y recibir la corona de justicia implica pararnos firmes y resistir enfrentando a nuestro enemigo, ¡y no podemos perder!
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