Los frutos y los dones del Espíritu Santo

¿Cuáles son los frutos del Espíritu Santo? ¿Cuáles son los dones del Espíritu Santo? ¿Cuál es la diferencia, y cómo podemos aprovechar al máximo estas bendiciones de Dios?

Dios es el dador de toda buena dádiva y don perfecto (Santiago 1:17). Muchos de estos dones involucran al Espíritu Santo de Dios.

El don del Espíritu Santo

El Espíritu Santo es el poder de Dios. Es la “promesa del Padre” con la que serían bautizados los discípulos, según les dijo Jesucristo cuando fue resucitado (Hechos 1:4-5).

El bautismo del espíritu no sólo nos limpia por fuera, nos cambia internamente. ¡Ésta es “la” promesa del Padre porque nos trae muchas más promesas y dones para nosotros!

El Espíritu Santo es el parakleto. Jesús explicó acerca de este increíble don la noche anterior a su muerte (Juan 14:16-18).

En diferentes versiones lo traducen como Ayudador, Consolador, Consejero. La palabra griega parakleto significa literalmente uno que es llamado para estar al lado. Según el Diccionario expositivo de Vine, en un tribunal significaba un asistente legal, un defensor, un abogado. El poder del Espíritu Santo de Dios hace todas estas cosas por nosotros.

El Espíritu Santo de Dios es una parte esencial del proceso de conversión. Pedro concluyó con este concepto su sermón en el dia de Pentecostés: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38).

El Espíritu Santo es un don maravilloso. Hace que sean posibles muchas más bendiciones, incluyendo los frutos y dones del Espíritu Santo.

Los frutos del Espíritu Santo

El Espíritu Santo de Dios, nos ayuda a crecer en el fruto del Espíritu —algunas de las maravillosas características de Dios, que están en la lista de Gálatas 5:22-23.

A continuación, están las nueve características de este asombroso fruto, incluyendo las palabras griegas y una corta definición de estas características en las cuales debemos crecer.

Amor (agape): amor fraternal, afecto, buena voluntad, un amor que se basa en el reconocimiento sincero del valor de la persona que se ama.

Gozo (chara): “el gozo es la virtud en la vida cristiana que corresponde a la felicidad en el mundo laico. Por encima parecen estar relacionados. Pero la felicidad depende de las circunstancias, mientras que el gozo no” (Comentario bíblico del expositor).

Paz (eirene): armonía, concordia, seguridad, protección, prosperidad, felicidad, la unión de dos cosas que antes habían sido destrozadas.

Paciencia (makrothumia): paciencia, resistencia, lentitud para vengarse de los errores, tolerancia.

Benignidad (chrestotes): la bondad moral, la integridad.

Bondad (agathosune): la rectitud de corazón y de vida; una bondad que beneficia a los demás.

Fe (pistis): convicción de la verdad de cualquier cosa, el carácter de alguien en quien se puede confiar; fidelidad, confiabilidad.

Mansedumbre (praotes): amabilidad, docilidad.

Templanza (enkrateia): la virtud de quien domina sus deseos y pasiones, especialmente sus apetitos sensuales.

Si usted desea estudiar este tema más a fondo, lo invitamos a ver nuestros artículos “Obras de la carne vs. fruto del Espíritu” (ésta fue la fuente para estas definiciones), “El fruto del Espíritu” y los artículos relacionados con cada uno de los nueve elementos del fruto del Espíritu.

Dones del Espíritu Santo

El Espíritu Santo también les imparte a los miembros dones espirituales para el beneficio de toda la Iglesia.

El pasaje principal que describe los dones espirituales es 1 Corintios 12. Aquí Pablo utiliza las palabras griegas pneumatikos (“cosas espirituales”) y charisma (“lo que por gracia es dado”), como sinónimos para dones espirituales.

“Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque a este es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere” (1 Corintios 12:4-11).

El comentario acerca de este pasaje de La Biblia de estudio diario de William Barclay, explica:

“La idea de Pablo en este aparte es enfatizar la unidad esencial de la Iglesia. La Iglesia es el cuerpo de Cristo y la característica de un cuerpo sano es que todas sus partes lleven a cabo sus propias funciones por el bien de todos. Pero la unidad no significa uniformidad, y por lo tanto dentro de la Iglesia existen diferentes dones y diferentes funciones. Pero cada uno de ellos es un don del mismo Espíritu y son diseñados para el bien de toda la Iglesia, no para la gloria del miembro individual de la Iglesia”.

<p>Dios les ha dado habilidades y funciones especiales a las manos y a los pies, a los ojos y a las orejas. El cuerpo necesita todas estas cosas, y el cuerpo espiritual (la Iglesia) necesita que todos sus miembros utilicen las habilidades y oportunidades que se les dan para servir y ayudar a que el cuerpo crezca.</p>

Dios les ha dado habilidades y funciones especiales a las manos y a los pies, a los ojos y a las orejas. El cuerpo necesita todas estas cosas, y el cuerpo espiritual (la Iglesia) necesita que todos sus miembros utilicen las habilidades y oportunidades que se les dan para servir y ayudar a que el cuerpo crezca.

Pablo continúa con la analogía de la Iglesia como un cuerpo en todo el capítulo 12 de 1 Corintios. Dios les ha dado habilidades y funciones especiales a las manos y a los pies, a los ojos y a las orejas. El cuerpo necesita todas estas cosas, y el cuerpo espiritual (la Iglesia) necesita que todos sus miembros utilicen las habilidades y oportunidades que se les dan para servir y ayudar a que el cuerpo crezca.

Pablo se dio cuenta de que tener la motivación correcta para los dones espirituales no siempre es fácil y por eso animó a los corintos para que no les den un mal uso a esos dones. “Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia” (1 Corintios 14:12).

Dones espirituales en Romanos 12

En Romanos 12:4-8, Pablo también dio otra lista de dones que son dados para ayudar a la edificación de la Iglesia:

“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”.

¿Cuáles son estos dones del Espíritu Santo y cuál es su propósito?

El propósito de todos los dones espirituales es edificar o construir la Iglesia.

A continuación, haremos una lista de los dones del Espíritu Santo que Pablo menciona en 1 Corintios 12 y Romanos 12, con un breve resumen de su propósito.

De 1 Corintios 12:8-10, 28:

Palabra de sabiduría (sofía): habilidad especial para expresar la sabiduría de Dios, la “sabiduría que es de lo alto” (Santiago 3:17), como la que Esteban mostró. Cuando trataban de discutir con Esteban, “no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba” (Hechos 6:10).

Palabra de ciencia (gnosis): no se refiere al conocimiento material de los griegos o al conocimiento secreto ideado por el ser humano gnóstico, sino a la habilidad de compartir profundamente “el conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4).

Fe (pistis): ya que todos debemos crecer en la fe, este don espiritual se debe referir a un nivel especial de fe y lealtad.

Dones de sanidades (iama): poder milagroso para sanar enfermedades tal como se mostraba públicamente en los primeros años de la Iglesia del Nuevo Testamento y ocasionalmente a lo largo de la historia. Pablo dejó claro que este don (y otros más) no se les daba a todos (1 Corintios 12:30). Estos dones eran dados con propósitos especiales en un momento específico para edificar la Iglesia.

Hacer milagros (dynamis): actos de poder, “específicamente, el poder de llevar a cabo milagros” (Léxico griego de Thayer). Cuando Felipe hizo milagros en Samaria, logró que se escuchara el mensaje de Dios (Hechos 8:6-7).

Profecía (propheteia): “la narración de una revelación de Dios, ya sea una nueva revelación o una explicación divina de lo revelado en el pasado” (Biblia de estudio Versión New King James, nota de 1 Corintios 12:7-11).

Discernimiento (diakrisis) de espíritus (pneuma): percepción espiritual, como la que mostró Pedro cuando dijo que Simón el mago estaba “en hiel de amargura y en prisión de maldad” (Hechos 8:23).

Diversos géneros de lenguas (glossa): “la habilidad de hablar un idioma extranjero sin haberlo aprendido” (Comentario bíblico del creyente). Este milagroso don se utilizó en Hechos 2 y en otras ocasiones durante los primeros años de la Iglesia, para ayudar a edificar la Iglesia, pero Pablo, en el capítulo 14, les advirtió fuertemente a los corintos para que no lo utilizaran erróneamente. Aunado a esto, la habilidad natural con los idiomas siempre ha sido muy importante para el desarrollo de una Iglesia a nivel mundial.

Interpretación (hermeneia) de lenguas (glossa): Pablo se enfoca en la importancia de que los mensajes puedan ser comprendidos por toda la congregación, para la edificación de la Iglesia (1 Corintios 14:13, 16, 28).

Los que ayudan (antilempsis): “denota la ayuda que le dan al débil por parte del fuerte… y se refiere a dones especiales para cuidar del enfermo y el que está en necesidad” (Nuevo diccionario bíblico, “dones espirituales”).

Los que administran (kybernesis): literalmente “actos de orientación, dar instrucciones” (ibídem).

De Romanos 12:6-8:

Profecía: Ver arriba en 1 Corintios 12.

Ministerio (diakonia): servicio, especialmente servicio a los hermanos. Por ejemplo, el servicio por parte de los diáconos (Hechos 6:2-6).

Enseñanza (didasko): “ser un maestro” (Léxico griego de Thayer). La Iglesia necesita maestros para diferentes niveles, incluyendo las clases para los niños.

Exhortación (parakaleo): “amonestar, exhortar” (Léxico griego de Thayer). La palabra puede tener diferentes significados, como por ejemplo: animar y reconfortar.

Repartición (metadidomi): para aquellos que tienen el don de compartir y de dar, Pablo los exhorta a la liberalidad a partir de una motivación generosa.

Presidir (proistemi): “ser un protector o guardián; brindar ayuda” (Léxico griego de Thayer). Pablo llama a las personas que tienen este don para que lo empleen con diligencia.

Hacer misericordia (eleeo): “atender a los enfermos y necesitados. Esto debe hacerse de una manera alegre y espontánea que transmita bendición en lugar de suscitar autocompasión” (Comentario bíblico del expositor, nota acerca de Romanos 12:6-8).

“A fin de perfeccionar a los santos”

Pablo no dice que los dones espirituales que él menciona en 1 Corintios 12 y Romanos 12 son los únicos dones espirituales que existen. Tampoco dice que estos dones específicos siempre serán necesarios o estarán presentes en la Iglesia. Algunos de estos dones espirituales se necesitaban especialmente cuando la Iglesia estaba comenzando y es posible que algunos de estos sean concedidos de nuevo en los tiempos del fin (por ejemplo, Hechos 2:16-18).

El punto que Pablo quería dejar claro era que Dios conoce las necesidades de su Iglesia y provee para esas necesidades.

También aborda el tema de los dones de Dios en Efesios 4, en esta ocasión desde el punto de vista del liderazgo que Dios provee según las necesidades:

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Efesios 4:11-12; leer 13-16 para tener un panorama más amplio del maravilloso propósito que Dios tiene para su Iglesia, al perfeccionar a cada uno de sus miembros).

La diferencia entre los frutos y los dones del Espíritu Santo

El fruto del Espíritu Santo debe crecer en la vida de cada cristiano.

Lo importante para cada cristiano es ser un terreno fértil en el que el fruto del Espíritu se pueda manifestar y buscar servir humildemente en todas las necesidades y oportunidades de acuerdo con sus capacidades.

Pablo llamó dones espirituales a las habilidades más especializadas e individualizadas. Éstos son dados de manera especial y en medida extra para satisfacer necesidades específicas de la Iglesia.

Como hemos visto, pueden coincidir en algún momento. Lo importante para cada cristiano es ser un terreno fértil en el que el fruto del Espíritu se pueda manifestar y buscar servir humildemente en todas las necesidades y oportunidades de acuerdo con sus capacidades.

Reconocer sus dones

Todos los cristianos deben estudiar y esforzarse para crecer en el fruto del Espíritu. Dios quiere que le sirvamos a los demás y a la Iglesia en todos los aspectos que podamos. Hay muchas necesidades y oportunidades para servir que no requieren de talentos especializados ni dones —sólo amor, humildad y diligencia. No tenemos que descubrir algún don espiritual para servirle a nuestros hermanos.

Pero como hemos leído en las listas y teniendo en cuenta otras formas en las que podemos servir, es normal intentar discernir cuales son los dones que Dios nos ha dado. Si quiere ver más información acerca de este tema, lo invitamos a leer nuestro artículo “La voluntad de Dios y usted”. A continuación hay una cita de ese artículo acerca de los dones que Dios nos da para que podamos servir:

“¿Cómo saber cuáles son nuestros dones? Luego de pedir a Dios que nos los muestre, podemos preguntarnos cosas como: ¿qué cosas hago bien y disfruto? ¿qué necesidades he cubierto? ¿qué necesidades tengo la capacidad de cubrir? y ¿cómo me describen los demás? (A veces resulta útil preguntar a familiares o amigos en qué creen que podríamos servir o qué nos recomendarían intentar).

“Cuando haya terminado su listado, dese el tiempo necesario para estudiar lo que la Biblia dice sobre sus talentos, habilidades e intereses. ¿Cómo quiere Dios que los use? ¿Cómo no quiere que los use? ¿Cuál es la manera más efectiva de usarlos? ¿Y cómo puede permanecer con una actitud humilde y rechazar el orgullo y la vanidad que Satanás intentará poner en su corazón?”.

Si usted desea más información al respecto, lo invitamos a leer el artículo completo y estudiar los “Artículos relacionados” que aparecen a continuación.

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