La Biblia nos muestra un Dios tan grandioso que no lo podemos comparar con nada. Aun así, podemos aprender mucho meditando en el poder y la grandeza de Dios.
El hombre tiene muchas ideas diferentes de lo que es Dios. Los paganos creían que había muchos “dioses” que controlaban ciertas partes de la Tierra. Hoy en día muchos creen que Dios es el creador, pero al parecer pocos entienden sus verdaderas características.
Que dice Dios de sí mismo
Dios dice en Isaías 40: 15-17: “He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio. Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es”.
Tristemente, muchos no entienden la grandeza de Dios.
En los versículos 18-19, Dios continua diciendo: “¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata”.
¡Dios nos muestra que no somos capaces de hacer ningún tipo de imagen que verdaderamente nos revele quien es Él! Aunque las Escrituras dicen que no debemos hacer ninguna imagen de Dios, hoy en día vemos muchas imágenes en el mundo, que se suponen son representaciones de Dios. Éxodo 20:4 dice: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”.
¿Por qué? Una de las razones es que Dios determinó que quería ser adorado a través de un nivel más alto de comprensión —en mente y corazón— que en unas simples imágenes visuales (Ezequiel 18:31; Juan 4:24). Además, es imposible que nosotros como seres humanos, podamos visualizar el cuadro completo del poder y la grandeza de Dios desde nuestra condición física.
Dios se reveló a sí mismo en forma de hombre, pero las Escrituras muestran claramente que ningún humano tenía permitido verlo en su estado glorificado. Después de que Moisés le pidió a Dios verlo en su gloria, Dios le respondió: “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá” (Éxodo 33:20). A Moisés, un fiel profeta de Dios, sólo se le permitió ver la espalda de Dios (v. 23). Ya que Dios no repite rutinariamente esta acción hoy en día, ¿cómo podemos llegar a entenderlo a Él y a sus gloriosos atributos?
El mundo físico
Una manera para entender mejor la grandeza de Dios y su gloria, es estudiar las increíbles características del mundo en que vivimos. El apóstol Pablo dijo que la gloria y el poder de Dios se ven en la creación física. “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20).
Veamos que el mundo físico muestra “sus atributos invisibles”. Si miramos el mundo y el universo, podemos tener una idea del increíble poder y gloria de Dios.
La Tierra realmente es un sitio increíble. Primero, está a la distancia perfecta del sol. Además, la atmósfera de la Tierra está diseñada para mantener las temperaturas que permiten que el ser humano sobreviva. Arriba de su atmosfera está la capa de ozono que filtra la mayoría de los rayos ultravioletas dañinos del sol. Adicionalmente, nuestra atmósfera contiene una cantidad específica de gases que permiten que haya vida en la Tierra.
Tengamos en cuenta nuestro sol. Es una increíble y poderosa fuente de energía. Sin el sol, la Tierra sería un sitio oscuro y desolado. Según la NASA: “durante un solo segundo, el sol convierte cuatro millones de toneladas de materia en pura energía”. Eso es “cerca de 90 mil millones de megatones cada segundo. La capacidad completa de la Tierra para generar energía es cerca de 60.000 megatones por año, entonces en un solo segundo el sol produce el equivalente a un millón de años de energía para la Tierra” (Universidad de Wisconsin, Green Bay).
¡Piense en el poder que el sol aporta comparado con lo que el hombre puede hacer con sus “insignificantes” plantas nucleares! Si de alguna manera pudiéramos aprovechar esa energía del sol, los problemas de energía de la humanidad desaparecerían!
Dios tiene mucho más poder del que nosotros nos imaginamos.
La complejidad de la vida
En Romanos 11:33 Pablo exalta la grandeza de Dios: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!”.
Mientras más descubrimientos hacen los científicos acerca del universo, más espectacular e impresionante nos parece. Los caminos de Dios son más altos que nuestros caminos. La humanidad trata de utilizar la ciencia para explicar el universo y la vida. La vida por sí misma es increíblemente compleja. Dios retó a Job acerca de su habilidad comparada con la de Dios. Job 39:26-29 dice: “¿Vuela el gavilán por tu sabiduría, Y extiende hacia el sur sus alas? ¿Se remonta el águila por tu mandamiento, y pone en alto su nido? Ella habita y mora en la peña, en la cumbre del peñasco y de la roca. Desde allí acecha la presa; sus ojos observan de muy lejos”.
Los científicos han aprendido que las águilas realmente tienen una vista increíble. “Un águila puede ver un ratón a 136 metros de distancia y puede ver 2,24 veces mejor que el ser humano” (Learner.org). Nosotros sólo podemos aprender de estas cosas tan maravillosas, ¡pero Dios fue el que las creó!
Entre más investigan los científicos la vida, mas complejidad encuentran. Incluso las células “simples” son extremadamente complejas. Vea más acerca de la complejidad de la creación, en nuestros artículos “Diseño inteligente: ¿Puede la ciencia responder la pregunta: ¿existe Dios?” “Complejidad irreducible” y “El origen de la vida: ¿son las células simples realmente simples?”
El universo
Mientras más descubren los científicos acerca del universo, más espectacular e impresionante nos parece. David dijo: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Salmo 19:1).
El número de estrellas en el universo realmente se desconoce, entre más profundo miramos al espacio, encontramos más estrellas. David Kornreich, un astrónomo del Ithaca College en New York, dio un estimado del número de estrellas que se conocen. Kornreich dio “un aproximado de 10 trillones de galaxias en el universo. Al multiplicar eso por el estimado de 100 mil millones de estrellas de la Vía Láctea, nos da como resultado un número bastante grande de hecho. 100 octillones de estrellas o 100.000.000.000.000.000.000.000.000.000 de estrellas o un 1 con 29 ceros después de él. Kornreich enfatizó que el número está probablemente subestimado, ya que cuando se mire más detalladamente el universo, se van a encontrar aún más galaxias” (Space.com).
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Salmos 19:1).
No es extraño que Dios diga: “¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis?” (Isaías 40:18). También, todas las naciones de la Tierra son nada comparadas con Dios (v. 17). El Dios de la Biblia es tan diferente de los dioses paganos del mundo antiguo. El Dios de la Biblia es realmente el creador todo poderoso del universo completo.
El increíble plan de Dios
La Biblia también nos muestra a un Dios con un intelecto y entendimiento increíble. Vivimos en un mundo asombroso con criaturas increíblemente complejas. El cerebro humano es fantásticamente intrincado. Dios tiene un plan para la humanidad que va mucho más allá de lo que la mayoría de las religiones entiende.
Proverbios 3:19, dice: “El Eterno con sabiduría fundó la tierra; afirmó los cielos con inteligencia”. Los caminos de Dios son totalmente diferentes a los caminos del hombre y de los dioses paganos. Su sabiduría va mucho más allá de nuestro entendimiento, y a menudo trabaja de una forma que no entendemos.
En Isaías 55:8-9, Dios dice: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo el Eterno. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.
Dios creó los cielos y la Tierra con un propósito para el hombre, el cual ha revelado a través de la Biblia y de Jesucristo. ¡La humanidad tiene un increíble potencial!
Los caminos de Dios son mejores que nuestros caminos. Los seres humanos tendemos a mirar el efecto de las cosas a corto plazo. Dios mira el efecto que tienen las acciones a largo plazo, de forma permanente y por eso Él nos ha dado un conjunto de leyes maravillosas para que nosotros vivamos de acuerdo con ellas. Así como Dios creó un universo que nos desconcierta y asombra, así mismo Él ha diseñado un plan que es muy superior a las ideas que el hombre tiene acerca del futuro.
En 1 Corintios 2:9, Pablo dice: “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre”. ¡El plan de Dios incluye un tiempo de paz, de prosperidad, de bondad y vida eterna! Estas promesas son tan grandiosas y buenas que no se pueden describir totalmente en términos humanos.
Aprenda más acerca del plan del plan de Dios para usted en nuestros artículos “¿Por qué nació usted?” y “El propósito de la vida”.