¿Qué hace Dios el Padre? Parte 1

Se ha escrito mucho acerca de lo que Jesús hace, y con razón. Pero, ¿qué hay de la labor del Padre? Romanos 8:29-30, habla acerca de cinco cosas que hace el Padre.

Empecemos esta serie de dos partes examinando detenidamente Romanos 8:29-30, en el contexto de lo que hace el Padre.

“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó”.

Pablo escribe acerca de “Dios” en el versículo anterior, entonces el pronombre Él en el versículo 29, se refiere a Dios. En el libro de Romanos Pablo utiliza “Dios” para referirse a Dios el Padre y utiliza “Cristo”, “Jesucristo”, “Cristo Jesús” o “Jesús” para referirse al Hijo de Dios. Dios el Padre y Jesús son miembros de la familia de Dios (vea “Jesús, el Hijo de Dios” y “Dios es amor”), pero la forma en que Pablo se refiere a cada uno de ellos nos ayuda a entender las diferentes tareas que cada uno lleva a cabo.

Entonces, este pasaje de hecho si nos habla de cosas que hace el Padre. Hay cinco puntos claramente separados. Examinemos cuidadosamente cada uno de ellos.

  • Conocer, saber de antemano: la presciencia viene de la palabra griega proginosko, de donde deriva la palabra prognosis. En ciertas ocasiones, Dios conocía los padres de la persona antes de llamarla o de escogerla desde el útero. Juan el bautista fue un ejemplo de esto (Lucas 1:13). El profeta Jeremías también fue otro ejemplo de esto (Jeremías 1:4-5). Dios reconocía al antiguo Israel como nación, cuando era sólo un grupo de personas esclavizadas en Egipto (Romanos 11:2).

El conocimiento previo al que hace referencia Romanos 8:29 tiene que ver con el proceso de la salvación espiritual. La Biblia no dice precisamente que era lo que Dios conocía, pero la conclusión de este pasaje (“glorificó”), muestra que Dios llama a una persona para que sea parte del selecto grupo de las primicias en su eterna familia. Indudablemente el Padre analiza cuidadosa y completamente todo acerca de la persona antes de tomar la decisión de llamarlo o llamarla. Él llega a conocer a la persona profundamente antes de llamarla.

¡Saber que Dios pone tanto esfuerzo en el llamamiento de las primicias a su plan, incluso antes de que estén conscientes de ello, debería inspirarnos!

Dentro de un contexto médico, una prognosis se expresa como la probabilidad de recuperación de alguna condición o tratamiento, como una probabilidad de 50-50 o 60-40. Pero el conocimiento previo de Dios no es ese tipo de prognosis. Él no va a llamar a nadie a no ser que esté seguro de que la persona tiene una probabilidad de responder a la invitación de Dios. (Lea nuestro artículo “Llamados y escogidos”).

  • Predestinó: estrechamente relacionado con el conocimiento previo, predestinó viene del griego proorizó, que significa: “determinar o decretar de antemano” (Spiros Zodhiates, Complete Word Study Dictionaries [Diccionarios del estudio completo de las palabras, Spiros Zodhiates]). Existen muchísimos debates acerca de lo que Dios predetermina. Muchos alegan que Él predetermina cada decisión y acción que una persona toma en la vida, ya sea que la persona vaya a ser salva o condenada —¡todo antes de que la persona nazca! Esto está totalmente errado.

Romanos 8:29 no está hablando de que Dios está predeterminando nuestras decisiones ni nuestro éxito o fracaso definitivo. Simplemente significa que, basado en lo que conoce previamente de la persona, Dios tiene predeterminado llamar a esa persona en un momento específico. Dios no le quita el libre albedrio a la persona, lo que quiere decir que Dios no obliga a la persona a aceptar o permanecer fiel al llamamiento de Dios.

Dios predetermina en lo que uno se convertirá, sólo si la persona acepta y permanece fiel al llamamiento de Dios antes del regreso de Cristo. Esto es que la persona se convertirá en una de las “primicias” de la cosecha espiritual de Dios de la humanidad (Santiago 1:18). Las primicias es un término agrícola que se refiere a la primera parte madura de la cosecha, y Santiago utiliza este término para referirse a los que se convertirán en los primeros hijos e hijas de Dios, después de Jesús, que es “el primogénito entre muchos hermanos” (Romanos 8:29).

Pero Dios no predetermina si una persona va a ser exitosa. Dios hace todo lo que puede, y Jesucristo también, para que una persona que ha sido llamada tenga éxito. Pero de igual manera, la persona que ha sido llamada debe tomar las decisiones necesarias y permanecer fiel a ellas. (Vea “Predestinación: ¿Qué es?” y “Libre albedrio: ¿Qué es?" para una explicación completa de estos temas de la Biblia.)

La predestinación en estos versículos de Romanos 8 es otro paso más en el plan perfecto de salvación de Dios para toda la humanidad. Se refiere a la decisión de Dios de llamar y también al momento de su llamamiento.

  • Llamado: el Padre entonces, en el mejor momento para la persona, lo llama o la llama, lo que significa que Dios lleva a esa persona hacia su Hijo, Jesucristo. El llamado de Dios consiste en darle al individuo la capacidad de entender la verdad espiritual de la Biblia a través del poder de su Espíritu Santo. La persona puede que tenga mucho, algo o incluso ningún conocimiento de la Biblia, antes de ser llamado. El entendimiento espiritual sólo lo puede dar Dios. Jesús confirmó personalmente esto, cuando estaba explicando que el llamado del Padre es la única manera en que alguien puede ir a Cristo y convertirse en cristiano (Juan 6:44).

(Para una explicación completa de cómo nos llama Dios, vea “¡Dios llama!”. Este artículo explica cómo puede darse cuenta si Dios lo está llamando.)

  • Justificó: ser justificado es cuando Dios nos exonera y absuelve de toda la culpa y responsabilidad de nuestros pecados, y nos convertimos en justos e inocentes delante de Él. La justificación viene como resultado de una iniciativa de Dios hacia nosotros a través de su gracia, y por nuestra fe en la sangre derramada de Jesucristo. (Para más información lea el artículo “¿Qué es justificación?”).

No se puede ignorar el hecho de que todos hemos pecado y la paga del pecado es muerte. Lea “Las consecuencias del pecado” que no sólo explica eso, también explica el camino para la gracia y el perdón de Dios. La oportunidad de tener un nuevo comienzo para nosotros (después de haber reconocido que hemos pecado y nos hemos alejado de Él) sólo es posible a través del sacrificio de Jesucristo. Mientras que el Hijo trabaja muy de cerca con el Padre en muchos aspectos vitales de la justificación (Romanos 3:24; 5:9; 1 Corintios 6:11), el Padre asume el liderazgo (Romanos 8:30; Juan 6:57).

El Padre acepta el sacrificio de Cristo en nuestro lugar, por medio del cual, Él puede perdonar nuestros pecados. Este tipo de perdón, que quita por completo la culpa de todo nuestro pasado, se da primero en el bautismo. Entonces debemos seguir arrepintiéndonos y pedir perdón por nuestros pecados y errores que cometemos a lo largo de nuestra vida cristiana.

Los cristianos seguirán teniendo naturaleza humana, y seguirán siendo objeto de tentación. Ellos van a cometer pecados. Por lo tanto, necesitan seguir arrepintiéndose y pedirle a Dios que los perdone. El sacrificio de Jesús también cubre esos pecados. No es necesario tener más de un bautismo válido. Pero es necesario que nos arrepintamos cada vez que nos demos cuenta de los pecados que cometemos a diario.

(Algunos han sido bautizados, pero no han sido perdonados sus pecados. Esto es, que su bautismo no fue válido. Tenga en cuenta la información en “Rebautismo: ¿Por qué sería necesario un segundo bautismo?”.)

  • Glorificó: esto habla del momento cúspide de alguien que ha sido conocido de antemano, predestinado y llamado por el Padre. Cuando regrese Jesús, el padre va a transformar a sus fieles santos de carne y sangre a espíritus inmortales —los va a glorificar. Muchas escrituras muestran que Cristo está íntimamente relacionado con esto también; pero de nuevo, Pablo nos indica en estos versículos de Romanos 8 que el Padre asume el liderazgo para crear a sus hijos e hijas (comparar con 1 Juan 3:1-2).

El autor que fue inspirado por Dios para escribir Romanos 8:29-30, Pablo, aplica dos promesas del Antiguo Testamento para aquellos que responden y permanecen fieles al llamado de Dios: “Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” (2 Corintios 6:17-18).

En la parte 2 de “¿Qué hace Dios el Padre?”, vamos a ver las tareas descritas en otras partes de la Biblia.

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