2 Pedro 1:5-7: La madurez espiritual explicada en tres versículos - Parte 1

En su segunda epístola, Pedro exhorta a los cristianos a crecer en madurez espiritual, desarrollando ocho rasgos del carácter cristiano. ¿Cómo podemos nosotros desarrollar estos rasgos?

¿Qué dice 2 Pedro 1:5-7?

“Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”.

Cuando Simón Pedro se acercaba al fin de su vida física, falsos maestros empezaron a intentar apartar a los cristianos de la verdad, promoviendo falsas doctrinas. Entonces, Pedro decidió recordar a los creyentes acerca de la naturaleza de su llamamiento y de la doctrina que habían llegado a entender (2 Pedro 1:13-15).

Pedro ya era un ministro muy respetado al momento de escribir esta epístola. Él contaba con abundante experiencia, habiendo sido enseñado personalmente por Jesucristo y habiendo estado presente en los eventos más cruciales de la historia temprana de la Iglesia de Dios. Sin duda, las credenciales de Pedro le daban la facultad para hablar con autoridad en contra de los falsos maestros.

Pedro se atrevió a desenmascarar a estos hombres que se habían descarriado y que estaban introduciendo en la congregación "herejías destructoras" que incitaban a la gente a vivir "siguiendo la carne, andando en concupiscencia e inmundicia" (2 Pedro 2:1, 10).

Esta distorsión del concepto de la gracia de Dios se había vuelto un problema generalizado y estaba afectando a los verdaderos cristianos a finales del primer siglo I. Judas también abordó este problema en su epístola, cuando escribió acerca de "hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios" (Judas 1:4). Lamentablemente, esta visión equivocada de la gracia persiste hasta el día de hoy. Para profundizar más acerca de en qué consiste la verdadera gracia de Dios, lea nuestro artículo titulado "¿Qué es la gracia?".

La madurez espiritual explicada en tres versículos

Pedro no sólo se limitó a denunciar a estos falsos maestros, sino también se dedicó a describir cómo debería ser un cristiano espiritualmente maduro. En 2 Pedro 1:5-7, el apóstol presentó una lista de características que describen a los cristianos verdaderos, características que debemos esforzarnos por desarrollar para llegar a ser "participantes de la naturaleza divina" (versículo 4).

Lo que dice 2 Pedro 1:

"vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor" (versículos 5-7).

Un cristiano espiritualmente maduro debe esforzarse por crecer en todos estos rasgos.Cuando leemos estos versículos en algunas traducciones de la biblia, como la Reina Valera de 1960 o la Nueva Versión Internacional, que usan la palabra añadir, podemos pensar, de manera equivocada, que debemos desarrollar plenamente característica espiritual antes de poder añadir la siguiente.

Sin embargo, otras traducciones como la Nueva Traducción Viviente o la Reina Valera Antigua, traducen este término como "complementar" o "mostrar" un rasgo junto con el siguiente. El significado correcto de estos pasajes es que un cristiano espiritualmente maduro debe esforzarse por crecer en todos estos rasgos al mismo tiempo, no solamente añadir otro rasgo, después de haber dominado el anterior. Si así lo fuera, la mayoría de las personas dedicarían toda su vida a trabajar solamente en la fe, la primera virtud en la lista.               

Ahora que conocemos un poco mejor el contexto de la epístola escrita por Pedro y entendemos su visión acerca de un cristiano maduro, consideremos brevemente cada uno de los rasgos mencionados en estos versículos.

Rasgo de madurez #1: Fe

Cuando en la biblia se habla acerca de la fe, puede referirse a un conjunto de conocimientos doctrinales (por ejemplo, "la fe" que se menciona en Judas 1:3) o a una creencia absoluta de que Dios existe, es fiel a su Palabra y tiene ciertas expectativas de nosotros. Ambos componentes de la fe son necesarios.

Necesitamos conocimiento y convicción.

Podemos llegar a tener fe en la existencia de Dios de diferentes maneras. Cuando yo era un adolescente, recuerdo que constantemente contrastaba los resultados de vivir sin las instrucciones de Dios con los resultados de vivir de acuerdo a lo que Dios enseña. Esta clara diferencia se convirtió en un factor que me dio convicción. Otros consideran que el cumplimiento de las profecías, las oraciones contestadas o las maravillas de la creación, son el punto de inflexión con el que llegan a tener fe en Dios.

Nuestra fe es un componente muy personal para cada uno de nosotros. Recordemos cómo Cristo curaba a las personas diciéndoles que su fe era lo que los había sanado. O cuando Pablo se animaba al oír acerca de la fe mostrada por miembros de la Iglesia en distintos lugares y quería ayudarles a continuar perfeccionándola, incluso cuando ésta se viera constantemente desafiada por distintas pruebas.

Para aprender más acerca del significado y la importancia de la fe, lea nuestros artículos titulados "¿Qué es la fe?" y "Cómo crecer en fe".

Rasgo de madurez #2: Virtud

Complementando el fundamento de la fe, los cristianos espiritualmente maduros también deberían contar con virtud. Otras traducciones de la Biblia traducen esta palabra como "excelencia moral" (Nueva Traducción Viviente), "honradez" (La Palabra Hispano-Americana) y  "esforzarse por hacer el bien" (Traducción en Lenguage Actual).

Esta palabra puede ser muy amplia en el sentido de que hay muchas virtudes, pero el comentarista bíblico Albert Barnes sugiere que "con esta palabra, Pedro hace referencia al significado típico del concepto griego de virtud, como referente a la hombría, el valor, el vigor y la energía; y el sentido es que él deseaba que los demás demostraran la firmeza y el valor que fuera necesario para mantener los principios de su religión y soportar las pruebas a las que su fe pudiera ser sometida. La verdadera virtud no es algo sumiso y pasivo, requiere de gran energía y valentía".                                               

El ejemplo perfecto de virtud moral para los cristianos es Jesucristo mismo. Como ser humano, Él siempre mostró un equilibrio perfecto entre bondad hacia los seres humanos que necesitaban aliento y fuerza para defender lo que era correcto. 

La valentía también era un rasgo clave en los cristianos del primer siglo (Hechos 4:13, 29, 31; 2 Corintios 3:12, Efesios 3:12). Nosotros también debemos ser valientes para vivir de acuerdo al estilo de vida que Dios requiere de nosotros.

Para saber más acerca de la determinación y valentía que se requiere para tener virtud, lea nuestro artículo titulado "Más que vencedores".

Rasgo de madurez #3: Conocimiento

El conocimiento que debemos adquirir es acerca de Jesucristo y qué es lo que a Él le agrada (2 Pedro 1:3). Por supuesto, también debemos tener conocimiento de "toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4:4) e ir creciendo en este conocimiento (2 Pedro 3:18).

Muchas personas en nuestra sociedad tienen conocimiento acerca de Jesús, pero no entienden lo que Él espera de ellos. Muchos creen, equivocadamente, que está bien guardar el domingo en vez del sábado y que está bien celebrar fiestas paganas, en vez de celebrar las fiestas santas de Dios.

Hay un conjunto de conocimientos, desconocidos para muchas personas, que vienen a través de la madurez espiritual. Tener el verdadero conocimiento de Dios nos ayuda a identificar y a rechazar falsas enseñanzas. Como menciona el proverbio: "El temor del Eterno es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia" (Proverbios 9:10).

Pablo señaló que ayudar a las personas a llegar al conocimiento correcto de Dios era una parte importante de su ministerio y un componente clave para la salvación (Colosenses 1:9-10). Él también explicó que Dios "quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad" (1 Timoteo 2:4).

Cuando Jesucristo regrese a establecer su reino milenial "la tierra será llena del conocimiento del Eterno" (Isaías 11:9).

El conocimiento de Dios sólo puede tenerse estudiando sinceramente la palabra de Dios. Nosotros ofrecemos un curso gratuito de 11 lecciones, que está diseñado para ayudarle a usted a  estudiar su Biblia. Si está interesado, considere suscribirse a nuestro "Curso bíblico de Vida, Esperanza y Verdad".

Rasgo de Madurez #4: Dominio propio

Esta palabra, se traduce como "templanza" en la versión Reina Valera Antigua y se refiere al dominio sobre malos instintos y deseos. Significa moderación y mantenerse dentro de los límites de las leyes de Dios.

En su defensa ante Félix, Pablo no sólo enumeró la justicia como parte fundamental de su fe, sino también el "dominio propio" (Hechos 24:24-25). Para ser justos (justificados ante Dios), debemos ser capaces de ejercer dominio propio.

Por otro lado, a los corintios, que estaban bastante familiarizados con la disciplina que requiere el atletismo, Pablo escribió: "Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado." (1 Corintios 9:25-27) 

¿Cuáles son las áreas de nuestra vida que requieren de dominio propio? El consumo de alcohol, la fidelidad al cónyuge, el comportamiento moral en todo momento, la elección de la música y el entretenimiento que consumimos (porque estos inevitablemente nos influyen), la honestidad en los negocios y en nuestras relaciones interpersonales… y la lista podría seguir y seguir.

Para aprender más acerca de la importancia de esta virtud, le recomendamos leer "Vencer el pecado: Restricción vs. constreñimiento" y "El fruto del Espíritu: dominio propio".

En una segunda parte de este artículo abarcaremos los siguientes 4 razgos para poder desarrollar la madurez espiritual de 2 Pedro 1:5-7

Sepa más

Cómo medir su crecimiento espiritual

La meta continua de todo cristiano es crecer espiritualmente. Sin embargo, ¿cómo se mide el crecimiento espiritual? Para medir el crecimiento, ¿no necesitamos un instrumento de medición?

Acerca del autor

David Treybig

David Treybig

David Treybig y su esposa, Teddi, tienen dos hijos adultos y siete nietos. Actualmente es el pastor de la congregación de la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial de Austin, Texas. Ha servido en el ministerio pastoral por más de 40 años en congregaciones a lo largo de seis estados.

Además de sus responsabilidades pastorales, disfruta escribiendo y ha desempeñado varios roles editoriales. Actualmente es el editor principal de la revista Discernir y como escritor y editor de artículos y blogs que aparecen en Vida, Esperanza y Verdad. En las últimas dos décadas, ha escrito varios folletos y artículos y ha sido durante 10 años editor jefe de una revista juvenil cristiana. Fue el autor principal de los folletos de Vida, Esperanza y Verdad: El Misterio del Reino, Conociendo al Dios de la Biblia y ¿Dónde está la Iglesia que Jesús edificó? Habiendo crecido en una familia que practicaba el cristianismo del primer siglo, tiene un intenso interés en aprender y escribir acerca de esas enseñanzas perpetuas.

Tiene una amplia gama de intereses, que incluyen pasar tiempo con familiares y amigos, viajar, practicar deportes, cazar, pescar, cultivar un huerto y continuar aprendiendo las verdades eternas que se encuentran en la Biblia.

×

Suscríbase a Discernir

×

Serie de artículos de Discernir

Chrito Versus Christianismo
Andar como Él anduvo
Cristianismo en Progreso
Ask a Question