4 aspectos para orar por las esposas

Las responsabilidades de todo esposo es velar por el bienestar físico, emocional y espiritual de su esposa. Pero lo más importante es orar por ellas, de preferencia a diario. En este artículo encontrará cuatro aspectos para considerar en la oración por las esposas.

Nuestro matrimonio debe ser una de las grandes prioridades para los que somos casados. Como varones de Dios en un mundo malo, negativo y contra la voluntad de Dios, hacer una pausa diaria para acordarse de nuestra esposa en oración, a veces resulta difícil.

Hay que levantarse temprano para ir al trabajo y tomar un desayuno a la ligera, antes de salir rápido de casa. La congestión del tránsito y la ansiedad atacan nuestra mente cuando sólo queremos llegar a tiempo para cumplir con nuestra jornada laboral. El trabajo para nosotros es una constante que envuelve nuestra mente, la que se mantiene así hasta que termina la jornada de cada día… y casi todos los días es lo mismo.

Llegando a casa cada noche, muchos esposos buscan un espacio, luego de la presión del trabajo, para relajarse. Descansan viendo un poco de televisión o revisando sus mensajes y redes sociales. En ese torbellino de presión, a veces no nos damos cuenta de lo que sucede en casa, ni con nuestra esposa.

La conversación diaria con nuestra esposa, en estos tiempos difíciles, disminuye cada vez más. Estudios recientes muestran esta lamentable tendencia.

¿Cómo hacer para acordarnos de nuestra esposa en medio del día ajetreado? ¿Cómo orar por ella específicamente? Dios espera que, como esposos, padres y líderes en la familia tengamos muy en cuenta la relación amorosa que selló el pacto matrimonial con nuestra esposa.

Es el esposo quien tiene la responsabilidad de velar por el bienestar físico, emocional y espiritual de su esposa. Para poder cumplir con esta responsabilidad es muy importante orar por ella a diario. Aquí encontrará cuatro motivos para orar por nuestras esposas.

Ore para que su esposa sea una buena madre

Como la mujer más importante de la casa, nuestra esposa cumple varios roles. Sin duda que el de ser madre es uno de los más importantes. Dios mencionó que la mujer “se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia” (1 Timoteo 2:15). Sabemos que Dios tiene un gran propósito por medio de la familia cristiana y éste consiste en que Él desea llevar muchos hijos a la gloria (Hebreos 2:10). Una parte importante para que se cumpla esta parte del plan de Dios consiste en el rol de la madre.

Debido a que la mayor parte del tiempo nosotros los varones pasamos fuera de casa, es nuestra esposa quien educa a nuestros hijos. Es ella quien les ayuda en las tareas y supervisa los horarios y deberes.

Como madre, ella estará preocupada de todo lo concerniente a los hijos y del cuidado de la familia.

Ore para que ella pueda hacer este trabajo a diario y no se canse. Ore para que no le falte motivación para hacer este digno trabajo que Dios le encomendó. Si bien la educación de los hijos es responsabilidad de ambos padres, es la mujer la que estará siempre más cerca de ellos.

Ore para que Dios le dé buen ánimo, para que ella pueda detectar las diferencias entre los hijos y trabaje con el potencial que cada uno tiene. Las palabras de ánimo de una madre pueden ser la fundación en la que se construye la grandeza de los hijos y de la familia.

Ore para que ella tenga paciencia cuando sus hijos son menores de edad, cuando recién empieza la crianza de ellos. Ore para que Dios le dé fuerzas y vitalidad para criar a nuestros demandantes hijos.

Ore para que su esposa lo ame y lo respete.

Como varones, tenemos la responsabilidad directa de Dios de “amar a nuestras mujeres” (Efesios 5:25). Este mandato nos compromete a permanentemente estar haciendo el esfuerzo por tratar a nuestra esposa como el vaso más frágil.

Ore para que ella lo ame. Las esposas por naturaleza aman. Sin embargo, pedirle a Dios que ella lo ame a usted cada día más, permitirá ver todo lo que Dios está dispuesto a hacer por su matrimonio y su familia. Al hacerlo, usted notará la respuesta de Dios.

Ore para que ella lo respete como líder del hogar, de acuerdo al orden que Dios instituyó en su palabra (1 Corintios 11:3). Ore para que usted pueda ser un ejemplo de amor y liderazgo efectivo en su hogar.

Ore para que ella le dé el lugar que le corresponde en su hogar, de la manera que Dios lo determinó. Ore para que el respeto sea mutuo y crezcan ambos en una comunicación sin enojos permanentes y discusiones que alteren la paz en casa.

Ore para que ella se sienta amada por usted. Sin duda eso hará que ella lo ame y lo respete.

Ore para que ella sepa que usted respeta y aprecia lo que hace y que estima el gran esfuerzo que ella hace a diario por mantener a la familia unida.

Ore para que ella tenga una buena salud

Quizás una de las cosas más preocupantes para los maridos es cuando nuestra esposa se enferma. Ella es el motor del hogar. Ella limpia la casa, cocina, lava y plancha nuestra ropa, lleva a los hijos al colegio y se preocupa de muchos otros deberes. El trabajo de una esposa no termina nunca, como lo menciona la palabra de Dios (Proverbios 31:12-15).

Como varones, tenemos la responsabilidad directa de Dios de “amar a nuestras mujeres” (Efesios 5:25). Este mandato nos compromete a permanentemente estar haciendo el esfuerzo por tratar a nuestra esposa como el vaso más frágil.Lamentablemente cuando ella se debilita por un problema de salud, todo el hogar sufre.

Ore para que su esposa tenga siempre buena salud física. Para que Dios la cuide y la oriente y ella se cuide responsablemente. Ore para que ella lo escuche cuando usted le sugiere o le pide algo. También ore para que Dios la cuide y guarde cuando ella sale de compras, cuando va a recoger los hijos al colegio, cuando debe hacer trámites y otros deberes propios de su labor.

Ore para que su esposa tenga una buena salud emocional. Lamentablemente en un mundo complicado, muchas veces ellas se sienten deprimidas o angustiadas frente a los diferentes problemas que sufre su familia o su relación matrimonial.

Ore para que ella, con libertad, le comente lo que siente. Para obtener una buena salud emocional siempre ayuda que, como esposo, usted sea cercano hacia los sentimientos de ella. Ore para que su esposa confíe en usted y puedan juntos avanzar en el bonito proyecto que Dios tiene para el matrimonio y la familia. Dios desea que ambos salgamos vencedores en todo. El menciona que “el cordón de tres dobleces no se rompe pronto” (Eclesiastés 4:12).

Si su esposa está enferma, ore porque ella reciba sanidad pronta de parte de Dios.

Ore para que ella sea su mejor amiga

En un mundo lleno de desconfianza, es muy difícil tener un amigo leal que lo pueda ayudar y apoyar. Tener un amigo es una bendición muy grande. Qué mejor que esa amiga sea nuestra esposa. Que sea ella nuestra confidente, nuestra ayuda y nuestra consejera.

La Palabra de Dios nos enseña siempre que es mejor dos que uno, porque tienen más beneficios en lo que hacen (Eclesiastés 4:9-11). Jesucristo mencionó lo siguiente: “vosotros sois mis amigos si hacer lo que yo os mando” (Juan 15:14). Como esposos, la relación de amistad debe ser algo muy importante y creciente en nuestra relación matrimonial.

Por lo tanto, varones, oremos para que nuestra esposa se convierta en nuestra mejor amiga y así podamos encontrar en ella un alivio y un bálsamo a los problemas que tenemos. Qué bueno que en medio de las dificultades que tenemos en este mundo podamos compartir libre y espontáneamente nuestras preocupaciones con la esposa.

Dios se agrada al ver nuestra preocupación genuina por nuestra esposa, amiga, compañera y madre de nuestros hijos.Ore para que ella se sienta cómoda con usted y también pueda sentir en usted un amigo que la aprecia y que siempre la querrá ayudar a salir de sus dudas, sufrimientos y problemas.

Nuestro deber

Orar a diario por nuestra esposa debe ser parte de nuestra dedicación espiritual. Dios se agrada al ver nuestra preocupación genuina por nuestra esposa, amiga, compañera y madre de nuestros hijos.

Como hombres, padres y esposos que pertenecemos a Dios, estamos obligados a acercarnos a nuestro Creador cada vez con más esfuerzo y dedicación. En este acercamiento a Dios, debemos también orar cada día por la mujer con quien decidimos compartir nuestra vida. Así podremos cumplir el deseo de Dios que ambos podamos llegar a ser uno solo.

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Acerca del autor

Álvaro Matamala

Alvaro Matamala

Álvaro Matamala es Ingeniero en Administración de Empresas. Casado con Fabiola Jaufrett Silva. Tiene seis hijos: tres hombres y tres mujeres. Algunos de ellos ya están casados y le han dado, hasta ahora, cinco nietos hermosos.

Llegó a la Iglesia de Dios en el año 1985 e inmediatamente ingresó a los Clubes de Oratoria. Le gusta la lectura y el estudio de diferentes temas relacionados con la historia y la geopolítica internacional.

Álvaro trabajó, por casi 30 años, como gerente en diversas empresas en Santiago de Chile y en los últimos años estableció su propio negocio de publicidad.

Fue ordenado como ministro en el año 2015 y desde el año 2020 trabaja a tiempo completo para la Iglesia de Dios, una Asociación Mundial en Chile, sirviendo a las congregaciones de Curicó, Talca y San Carlos.

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