Cómo ser un buen esposo

Los esposos y los futuros esposos tienen una bendición maravillosa —y una gran responsabilidad. ¿Cómo podemos desempeñar un mejor papel en este papel bíblico esencial?

Advertencia: el hecho de escribir este artículo no me hace un buen esposo. Mi esposa y yo estamos cerca de nuestro 30 aniversario, y me sorprende su paciencia, apoyo y resistencia frente a mis errores, particularidades y pecados. También se que debo continuar mejorando. Ése es el propósito de este estudio bíblico.

Entonces, ¿qué dice la Biblia acerca de los esposos y de cómo convertirse en uno bueno?

Honrarla

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo” (1 Pedro 3:7, énfasis añadido en todo).

La honra es algo importante en todas las relaciones (1 Pedro 2:17) y debe aprenderse desde el hogar cuando honramos a nuestros padres (Éxodo 20:12). Honrar es especialmente importante — y difícil— en la relación del matrimonio. Es más fácil honrar a alguien que uno ve esporádicamente. Pero cuando vemos a nuestras parejas en un momento difícil y nuestras peculiaridades y diferencias empiezan a hacer mella entre nosotros, es más difícil demostrar ese honor y respeto.

Dios nos hizo a los hombres anhelar y necesitar el honor. Así que, según el principio de la Regla de Oro (Mateo 7:12), también nosotros debemos honrar a otros.

Lo mismo sucede con la ayuda. Dios hizo a la mujer para le ayudara al hombre (Génesis 2:18), así mismo, él espera que nosotros les ayudemos a nuestras esposas también. Ayudarle a nuestras esposas es otra manera de honrarlas.

Entenderlas

A menudo, los hombres bromean diciendo que esta es una tarea prácticamente imposible. El físico Stephen Hawking ha reflexionado acerca de los misterios del universo, pero dice que la mujer “es un completo misterio”.

Pero el apóstol Pedro instruye a los esposos a: “vivid con ellas sabiamente” (1 Pedro 3:7, énfasis añadido).

La Biblia de Estudio NKJV lo explica de esta manera: “Un esposo cristiano debe estar profundamente consciente de las necesidades de su esposa, sus fortalezas y debilidades y sus metas y deseos. Debe saber todo lo que le sea posible acerca de ella para poderle responder de la mejor manera”.

El sexo

Dios creó el sexo para fortalecer el vínculo del matrimonio. Es parte de que dos personas se conviertan en “una misma carne” y pretende ser una relación honorable, pura y sin vergüenza (Génesis 2:24-25; Hebreos 13:4). Pero Satanás y su sociedad han hecho hasta lo imposible para pervertir y tergiversar el sexo y el matrimonio.

Debemos construir un vínculo fuerte, e irrompible con nuestras esposas. Esto no quiere decir que seamos inflexibles. De hecho, este fuerte vínculo requiere de la máxima flexibilidad y gentileza.

Nuestras esposas deben saber que nosotros no vamos a hacer nada para herirlas o avergonzarlas. El sexo no se trata de una satisfacción egoísta, sino del cuidado tierno y paciente de su pareja.

La unión

Este tipo de unión de la que hablamos aquí se puede comparar con el pegamento. Cuando los fariseos le preguntaron a Jesús acerca del divorcio, Él les respondió si acaso no habían leído: “y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:5-6).

Dejar significa ‘abandonar’: unirá significa ‘estar pegado a’” (Biblia de Estudio NKJV). Debemos construir un vínculo fuerte, e irrompible con nuestras esposas. Esto no quiere decir que seamos inflexibles. De hecho, este fuerte vínculo requiere de la máxima flexibilidad y gentileza.

Siempre ser fieles

El matrimonio es un compromiso y un pacto con nuestra esposa y con Dios. Debemos ser fieles siempre en todo sentido, incluso en nuestra mente (Mateo 5:28).

Nunca dejar de amar

No debemos permitir que elementos nocivos tales como la envidia, el orgullo, la grosería, el egoísmo, el mal genio, los malos pensamientos o el entretenimiento con el pecado (incluyendo la pornografía), afecten nuestro matrimonio.

Es interesante que, en la descripción que Pablo hace del amor, también incluyó un listado de todas las cosas que son contrarias a éste (1 Corintios 13:4-6). Vale la pena que cada esposo cristiano estudie y medite a fondo en esta escritura.

En su amor recréate siempre

Debemos expresar nuestra devoción, admiración y deseo: reavivar el romance (Cantares 7:6; Proverbios 5:19). Todo en la vida no es diversión y entretenimiento, pero Dios nos anima también a que nos regocijemos y seamos motivo de alegría para los demás. Un esposo debe traer felicidad a su esposa (Deuteronomio 24:5).

Debemos soportar las pruebas de la vida, ¡pero también debemos alegrarnos!

¡Es bueno que con frecuencia agradezcamos la bendición del matrimonio !

Si usted desea saber más acerca del matrimonio y cómo ser un buen esposo, lo invitamos a leer:

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