De la edición Julio/Agosto 2023 de la revista Discernir

¿Fue Estados Unidos bendecido en su geografía?

La geografía de un país puede parecer un tema simplista, pero ¿qué sucede cuando profundizamos en esto? ¿Tuvo algo que ver Dios con la geografía de los Estados Unidos?

El 4 de julio, Estados Unidos —la mayor potencia económica y militar del mundo— celebra su día de Independencia. Ese día conmemora una fecha histórica del año 1776, cuando la Declaración de Independencia fue aprobada por el Congreso Continental de Estados Unidos.

Aunque el liderazgo de los Estados Unidos está siendo desafiado desde muchos flancos, este país sigue siendo uno de los preferidos por los inmigrantes; aún se considera como la principal cuna de la libertad personal y las oportunidades económicas.

Por otro lado, Estados Unidos inspira el odio de algunos por la forma en que ha utilizado su poder. Y también inspira envidia, especialmente de grandes países como Rusia y China, que aspiran al domino mundial.

Los países de mayor tamaño

Si consideramos las características geográficas básicas de los Estados Unidos en comparación con otros países, los hechos son bastante claros. En tamaño, Worldometers.info posiciona a Estados Unidos como el cuarto país más grande del mundo, con un territorio un poco mayor que la mitad de Rusia —que es de lejos el país más extenso. Canadá, el segundo país más grande, y China, el tercer país más grande, tienen sólo un poco más de territorio que Estados Unidos.

Si todos los territorios fueran iguales, el país más grande debería ser el más dominante en la mayoría de los aspectos y el resto de los países se ordenarían según su extensión. Pero, como veremos, éste no es el caso.

Los países con más habitantes

Algunos podrían pensar que otro factor importante para determinar la prominencia de una nación es el tamaño de su población. Según Worldometers.info, China es el país más poblado, con 1,4 mil millones de habitantes, o 18,5 por ciento de la población mundial. Sin embargo, este año India sobrepasó a China como la nación más poblada.

Rusia, que tiene la mayor extensión, es el noveno país con más población.

Estados Unidos es el tercer país más poblado, con 331 millones de habitantes, algo insignificante en comparación a China e India. Su población es sólo el 4 por ciento de la población mundial.

Entonces, es claro que la cantidad de habitantes de un país no es el factor más decisivo en su prominencia. Pero la geografía, por otro lado, sí parece marcar una gran diferencia.

Bendecido con vías navegables

Para entender cómo la geografía de Estados Unidos le ayudó a convertirse en una potencia económica, necesitamos retroceder un par de siglos para analizar el efecto que sus vías navegables tuvieron en su agricultura y transporte.

Es importante mencionar que Dios no le dio todas estas bendiciones a los Estados Unidos sólo para que disfrutaran de sus riquezas, se olvidaran de Él y explotaran a otros.Antes de la era industrial y la globalización, el alto costo del transporte limitaba el comercio y el crecimiento de las ciudades. A menos de que un bien fuera muy valioso, de escaso tamaño y no perecible, no había mucho incentivo para trasladarlo muy lejos. Transportar un bien relativamente asequible a una gran distancia podía costar más que el bien mismo. Por lo tanto, la mayoría del comercio era local, y el tamaño de las ciudades estaba limitado porque la comida debía producirse en las cercanías.

Pero los costos de transporte disminuyeron drásticamente con el uso de las vías navegables. Se estima que el transporte acuático requiere de 12 veces menos energía que el terrestre.

Estados Unidos fue inmensamente bendecido con abundantes vías navegables. En su libro Prisoners of Geography [Prisioneros de la geografía], el analista de relaciones exteriores, Tim Marshall, explica: “La mayor cuenca del río Mississippi [en Estados Unidos] tiene más kilómetros navegables que el resto del mundo en conjunto. No existe ningún otro lugar con tantos ríos que no provengan de zonas montañosas y cuyas aguas fluyan suavemente hasta llegar al océano por largas distancias.

“El Mississippi, alimentado por gran parte de la cuenca hidrográfica, comienza cerca de Minneapolis y termina 2,900 kilómetros hacia el sur, en el Golfo de México. Entonces, los ríos eran la vía natural del creciente comercio; todos se dirigían a un gran puerto y permitían el uso de naves marítimas, que eran y son más baratas que el transporte terrestre” (pp. 68-69).

Además, tener un río cerca para regar los cultivos cuando la lluvia escasea también genera un enorme beneficio.

Bendecido con abundante terreno de cultivo

Cuando se trata de cultivar, no toda la tierra es igual de productiva. Gran parte del territorio de Rusia y Canadá, por ejemplo, posee un clima demasiado frío que le impide ser tan productivo como la tierra en climas templados. Comparado con otros países de mayor expansión, Estados Unidos tiene la mayor parte de su terreno agrícola en latitudes óptimas para los cultivos.

“Estados Unidos tiene más terreno de cultivo de alta calidad en zonas templadas que cualquier otro país del mundo; y posee toda su cadena de suministro agrario dentro de Norte América. Esto convierte al país en el mayor productor y exportador agrícola del mundo” (The End of the World Is Just the Beginning [El fin del mundo es sólo el comienzo], Peter Zeihan, p. 89).

Bendecido con abundante energía

Gracias a sus abundantes recursos naturales, Estados Unidos puede tener independencia energética. La revolución del gas de lutita le permitió a Estados Unidos convertirse en el mayor productor de petróleo del mundo. Tiene el potencial de producir toda la energía que necesita y además exportar el exceso. Utilizando combustibles fósiles, gas natural y carbón, Estados Unidos tiene “el costo de energía no subsidiado más bajo del mundo” (p. 90).

Además, es el segundo mayor productor de energía solar en el mundo y “la posición de sus montañas en relación a sus costas le da más potencial de generar energía eólica que cualquier otro país” (p. 90).

Bendecido con fronteras naturales seguras

En términos de seguridad, mientras menos vecinos tenga un país, más fácil le es permanecer en paz, y la geografía puede ser de gran ayuda en este sentido. Estados Unidos tiene grandes océanos como sus límites al este y el oeste, lo que haría muy difícil que una nación hostil tuviera éxito en una invasión.

Este nivel de seguridad sin precedentes le ha dado a Estados Unidos espacio para maniobrar, e incluso le da un margen de error, en sus relaciones exteriores y le permitió al país florecer económicamente.

Un clima desfavorable

En el lado negativo, Estados Unidos experimenta algunas de las peores catástrofes climáticas del mundo debido a su geografía. La redactora científica Seth Borenstein dice: “Culpen a la geografía de que Estados Unidos tenga el clima extremo más agresivo, costoso, variado y frecuente del planeta…

“Dos océanos, el Golfo de México, las Montañas Rocosas, penínsulas sobresalientes como Florida, frentes de tormenta que se contraponen y fuertes corrientes de viento se combinan para dar paso al más hostil de los climas” (“Why the U.S. Is Leading the World in Extreme Weather Catastrophes” [Por qué Estados Unidos tiene las peores catástrofes por clima extremo] 2 de abril de 2023).

Dios establece las fronteras de las naciones

Dejando a un lado su clima hostil, algunos dirían que Estados Unidos se ganó la lotería en términos de geografía. Pero no fue la suerte lo que le dio a este país tales bondades geográficas; la Biblia revela que Dios es quien determina los límites de las naciones.

Al dirigirse a unos intelectuales del primer siglo en Atenas, Pablo explicó quién es el Dios de la Biblia. Y entre otros hechos importantes, el apóstol dijo que Dios “de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación” (Hechos 17:26).

Ocasionalmente, las fronteras de los países se modifican, pero Dios sigue siendo el soberano de todo. Todos los cambios están sujetos a su voluntad y a las acciones de las personas involucradas (Deuteronomio 28:1; 2 Crónicas 20:6; Daniel 4:35).

¿Por qué Dios le dio a los Estados Unidos tantas bendiciones geográficas?

Abraham recibió bendiciones

Quienes producimos la revista Discernir creemos que la razón por la cual Estados Unidos tiene tantas bendiciones, incluyendo las geográficas, se remonta a las promesas que Dios le hizo a Abraham hace casi 4.000 años. Creemos que el territorio de Estados Unidos fue dado a los descendientes de este antiguo patriarca.

Por espacio no podremos dar una explicación detallada en este artículo. Repasemos brevemente algunas de las cosas que la Biblia dice acerca de los descendientes de Abraham.

  • Dios dijo que los descendientes de Abraham llegarían a ser incontables (Génesis 15:5).
  • En el tiempo del fin, algunos de sus descendientes se convertirían en una “multitud de naciones” y otros en una gran nación (Génesis 48:19).
  • Los descendientes que se convertirían en una nación y multitud de naciones también recibieron promesas de prosperidad económica y poder militar (Génesis 49:22-26).
  • Moisés profetizó que los descendientes de José tendrían inmensas bendiciones agrícolas que incluirían “lo mejor de los cielos, con el rocío, y con el abismo que está abajo… con las mejores dádivas de la tierra y su plenitud” (Deuteronomio 33:13, 16).
  • Dios esperaba que los descendientes de Abraham fueran un ejemplo de su camino de vida y dijo que los bendeciría por obedecer su ley y los castigaría por su desobediencia (Deuteronomio 28:1, 15).
  • Eventualmente, Dios bendecirá a todos los pueblos y naciones a través de los descendientes de Abraham (Génesis 12:1-3).

Es importante mencionar que Dios no le dio todas estas bendiciones a los Estados Unidos sólo para que disfrutaran de sus riquezas, se olvidaran de Él y explotaran a otros. Dios hará responsable a esta nación de sus pecados y de no ser un ejemplo para los demás.

Para una explicación más extensa del futuro de estos pueblos, puede ver nuestro folleto gratuito Estados Unidos, Gran Bretaña y la Mancomunidad en la profecía.

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