El rol de las madres es una de las creaciones de Dios más maravillosas. La influencia de una mamá se manifiesta en la formación de sus hijos y tiene un profundo impacto en el futuro de ellos.
En nuestra granja, durante la primavera, es común ver a una o dos mamás gallinas guiando a sus polluelos mientras busca insectos en el suelo y les enseña cómo encontrar su propia comida.
Un día caluroso, yo estaba parado a la sombra de un viejo roble mientras observaba a una joven gallina con una docena de polluelos. La pacífica escena fue interrumpida por el ataque de un gavilán colirrojo que atrapó a uno de los esponjosos pollitos. Pero, cuando el gavilán se elevó con el polluelo entre sus talones, la mamá gallina también voló para atacarlo desde atrás y forzarlo a soltar a su hijo.
Esta defensa de una mamá para salvar a uno de sus bebés me recordó la naturaleza protectora y amorosa que la mayoría de las madres siente por sus hijos.
Incluso Jesucristo usó un ejemplo similar para expresar su deseo de amar y proteger a los habitantes de Jerusalén:
“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!” (Lucas 13:34).
La madre de toda la humanidad
Después de crear las plantas y los animales, Dios creó a Adán; pero le hizo saber que estaba incompleto y necesitaba compañía. Su compañera, quien se convertiría en la madre de todos los seres humanos (Génesis 3:20), no fue hecha del polvo como él, sino de la carne y hueso del primer hombre.
Al hacer esto, Dios ilustró la importancia del papel de las mujeres, esposas y madres en el cumplimiento de su plan para la humanidad.
La madre de mis hijos me dio equilibrio
Mi esposa y yo fuimos bendecidos con cuatro hijos maravillosos, un hijo y tres hijas. Como hombre y padre, descubrí que mi esposa a menudo me ayudaba a ver las cosas desde otra perspectiva.
Le debo todo el equilibrio que tengo al consejo y ejemplo de la madre de mis hijos, y la extraño profundamente.
Dios creó y valora mucho el papel de las mamás. El mandamiento de honrar a las madres se repite ocho veces en la Biblia.
No existe amor humano que se asemeje a o supere el amor incondicional de una madre. Cuando nuestras hijas se casaron y comenzaron a tener sus propios hijos, mi esposa siempre viajaba para estar con ellas la primera o las primeras dos semanas de las vidas de sus bebés. Era natural para ella seguir la exhortación que Pablo escribió para Tito (Tito 2:3-4).
Recuerdo que una tarde recibimos una llamada de una de mis hijas, quien vivía a más de 1.600 kilómetros de distancia, porque su vida estaba en un momento de crisis. Sin dudar, mi esposa inmediatamente me dijo: “tenemos que ir”; y en menos de 24 horas habíamos comprado boletos y nos dirigíamos a su ciudad.
Una madre da seguridad
Si bien los padres son los protectores y proveedores de la familia, es la mamá quien cumple ese papel para sus hijos durante sus primeros años de vida.
Hace poco estaba hablando con una pareja joven que recientemente había tenido una bebé, mientras la mamá sostenía la cuna de su hija de ocho semanas. Durante toda la conversación, los ojos de la pequeña estaban fijos en su madre, con una mirada de completa confianza en que ella proveería para todas sus necesidades.
Nadie tiene más influencia sobre el desarrollo sicológico de un niño en sus primeros años que su madre. Ella representa la seguridad, el consuelo, el sustento y la proveedora de sus hijos. Un padre también puede cumplir estos roles —y sin duda puede apoyar a la madre en el suyo— pero generalmente es sólo cuando los niños crecen que ven el papel de papá en todo esto, que se dan cuenta de que es un trabajo en equipo. (Hace poco me conmoví cuando una de mis hijas me dijo que yo la hacía sentir segura durante su adolescencia.)
Una madre es un ejemplo y una profesora
Para mí era enternecedor, y para nuestros hijos reconfortante, cuando mi esposa los mecía cantándoles suavemente durante sus primeros meses de vida.
Luego de arrullarlos, también les leía libros para niños que mantenía cerca. Esto les ayudó a convertirse en lectores ávidos, y ellos les han traspasado el amor por la lectura y el aprendizaje a sus hijos.
El papel de una madre como profesora de la familia se menciona varias veces en la Biblia:
- Timoteo se convirtió en un maestro fiel de la Palabra de Dios, en gran medida gracias a su madre y abuela (2 Timoteo 1:5).
- María, una mujer de carácter, fue escogida para ser la madre del Mesías (Mateo 1:16).
- En la sabiduría del libro de Proverbios, se destaca la importancia de las enseñanzas de las madres. “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre” (Proverbios 1:8).
Proverbios de hecho menciona muchas veces el papel que las madres cumplen como instructoras en su familia. Uno de los temas principales de este libro es la sabiduría, y en los primeros capítulos esta virtud se personifica como una mujer:
“Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella. Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz. Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano, y bienaventurados son los que la retienen” (Proverbios 3:13-18).
Una madre sabia produce muchos de estos beneficios para su familia y las vidas de sus hijos.
La importancia continua de una madre
Una madre cristiana les enseña a sus hijas a ser esposas y madres. Es un ejemplo de apoyo para su esposo, el padre de sus hijos. Y con sus palabras y ejemplo, también les enseña a sus hijos a tratar a todas las mujeres con amor y respeto, no como objetos sexuales.
Su amor y cuidado incondicional durante esos primeros años y después tienen un poderoso impacto en el carácter y la personalidad de sus hijos. ¡No me gustaría saber cómo sería el mundo si no existieran las madres!
Dios creó y valora mucho el papel de las mamás. El mandamiento de honrar a las madres se repite ocho veces en la Biblia.
Dios mismo dijo: “Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo” (Isaías 66:13). ¿Qué podría ser más importante que eso?
Si desea saber más acerca de la importancia de las madres, vea nuestra entrada de blog “Un mundo sin madres.”