De la edición Julio/Agosto 2020 de la revista Discernir

Los errores más comunes en la crianza de los hijos y cómo evitarlos

Es fácil cometer errores cuando estamos educando a nuestros hijos, pero entender estos cinco errores comunes en la crianza puede ayudar. Estos consejos para la crianza de nuestros hijos muestran cómo podemos ser buenos padres.

Todos los padres cometen errores. Eso ha pasado desde los tiempos de Adán y Eva y continúa en la actualidad. No importa si nuestros hijos están en preescolar, son adolescentes o adultos, todos podemos reflexionar acerca de lo que hicimos o dejamos de hacer como padres y desear que las cosas se hubieran hecho de manera diferente.

Tal vez perdimos los estribos, mostramos favoritismo hacia un hijo o no cumplimos nuestras promesas. Esos errores comunes en la crianza de los hijos siempre han existido.

Actualmente está fracasando la crianza de los hijos

Sin embargo, algunos errores en la crianza se repiten de manera particular en nuestra cultura moderna.

“Si hacemos la comparación con la generación anterior, por muchas razones, hoy en día es más difícil criar a los hijos”, dice la psicóloga clínica Melissa Westendorf, J.D., Ph.D., cofundadora del Centro Tecnológico del Bienestar. “Cosas como las nuevas tecnologías de la comunicación y el entretenimiento han hecho que ser madre o padre sea una experiencia muy diferente”.

Los medios de comunicación masiva nos bombardean con mensajes que sugieren que tener más cosas y ser físicamente atractivos son esenciales para la felicidad. Como sociedad, hemos llegado al punto de esperar una gratificación instantánea y soluciones rápidas, sin aplazamientos, trabajo duro o incomodidad. Mucha gente no ve otro propósito en la vida mas que el de pasarla bien y disfrutar.

En mayor o menor grado, la mayoría de las familias han sido influenciadas por estos cambios sociales. Ha tenido un gran impacto en el funcionamiento de los hogares, y ha hecho que los padres sean más susceptibles a cometer ciertos tipos de errores en la crianza.

La crianza de un cristiano

Bíblicamente, está claro que Dios se toma muy en serio el papel de los padres. Los padres cristianos deben criar a sus hijos en la “disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4). Se nos exhorta a: “instruye al niño en su camino” (Proverbios 22:6), corregir a nuestros hijos con amor (Proverbios 13:24) y proveer para sus necesidades (1 Timoteo 5:8).

La verdad es que la mayoría de las fallas de los padres se pueden prevenir.Aunque es inevitable que cometamos algunos errores, debemos tratar de reducirlos al mínimo. Para eso es necesario que seamos más reflexivos en la crianza de nuestros hijos, reconocer lo que sucede en la sociedad y cómo afecta a nuestras familias.

La verdad es que la mayoría de las fallas de los padres se pueden prevenir. Éstas incluyen estos cinco errores que son tan comunes hoy en día:

1. Estar presente físicamente para los niños, pero ausente a nivel emocional

Incluso cuando los padres están en la casa con sus hijos, puede que no estén presentes del todo. Papá puede pasar sus tardes navegando por internet desde su portátil mientras ve televisión, mientras que mamá se dedica a enviar mensajes a sus amigos a través de las redes sociales o juega con su teléfono.

Sus hijos, especialmente los más pequeños, pueden sentir que tienen que competir con pantallas por lograr captar la atención de sus padres, y se sienten heridos o molestos.

Un ejemplo de esta situación es contestar inmediatamente el teléfono cuando escucha un “ding” —incluso si su hijo está hablando con usted. Si esto sucede con frecuencia, sus hijos pueden empezar a pensar que usted está más interesado en los mensajes de texto y las notificaciones de las redes sociales que en ellos.

“Los niños necesitan saber que son importantes para sus padres y que sus padres realmente se preocupan por ellos”, dice la doctora Westendorf. “No van a tener este tipo de seguridad si sus padres los ignoran continuamente o sólo les ponen atención de manera parcial”.

Esto no quiere decir que los niños necesiten toda su atención durante todo el día. Todos tenemos momentos en los que tenemos que hacer llamadas telefónicas o hacer algún trabajo concentrados en el computador y no podemos ser interrumpidos. Los niños deben respetar esa situación.

 “Asegúrese de tener un tiempo cara a cara con sus hijos cada día, en el que no sólo esté presente físicamente, sino que también esté sintonizado emocionalmente”, aconseja el doctor Gary Hill, terapeuta matrimonial y familiar en Northfield, Illinois.

“Suena a cliché, pero los niños crecen muy rápido. Debe aprovechar al máximo el tiempo que tiene con ellos —mientras aún son niños”.

2. Resaltar las cualidades en lugar del carácter

Muchos padres se exceden en elogios y cumplidos con sus hijos, creyendo que eso los va a motivar y a fortalecer su confianza. Así que les dicen: “¡Eres brillante!” “¡Eres preciosa!” “¡Tienes una voz impresionante!” “¡Eres un increíble jugador de fútbol!” Pero el hecho es que este tipo de comentarios en realidad pueden ser perjudiciales.

“Cuando elogiamos a nuestros hijos por cualidades innatas sobre las cuales no tienen control, como la belleza, la inteligencia o el atletismo, van a asumir que no tienen que esforzarse” (escribe Tim Elmore en 12 Huge Mistakes Parents Can Avoid [12 grandes errores que los padres pueden evitar], p. 154).

Los niños empiezan a pensar que su éxito se debe a sus habilidades innatas y, por lo tanto, el esfuerzo y el trabajo duro no son necesarios. Además, el hecho de elogiar continuamente los talentos y atributos naturales de los niños puede llevarlos a ser arrogantes y prepotentes.

“Comenzamos a cultivar niños que se preocupan por sí mismos en lugar de tener la suficiente seguridad para mirar hacia afuera y empatizar con los demás”, afirma el doctor Elmore (ibídem, p. 154).

Elogiar a las niñas por su belleza física refuerza lo que los medios y la sociedad les dicen: que su apariencia es su cualidad más importante. En cambio, necesitan que se les enseñe que la belleza interior (carácter) de una persona es lo más importante para Dios (1 Pedro 3:4).

Decirles: “Estoy impresionado por el tiempo que le dedicaste a la preparación de la obra”, significa más que: “¡Vaya, eres un gran actor!” Está bien reconocer la belleza o los talentos naturales, pero en eso no se debería centrar su elogio.

3. Consentirlos demasiado

Con bastante frecuencia le damos a los niños lo que ellos mismos deberían comprarse. Cedemos ante su insistencia y les compramos juguetes, aparatos electrónicos o ropa de diseñador que han estado pidiendo. Tal vez pensamos que hemos fallado como padres, así que tratamos de compensar esta situación llenándolos de regalos.

Los estudios han demostrado que dar a los niños todo lo que quieren puede fomentar una mentalidad en la que piensan que se merecen todo, enseñarles a ser materialistas y esperar una gratificación inmediata.

“Los niños necesitan entender lo que significa trabajar duro y hacer sacrificios personales para conseguir lo que quieren”, dice el doctor Hill. “Si siempre se les da todo, no van a desarrollar el hábito de trabajar duro para lograr sus metas”.

Exija a sus hijos que hagan un esfuerzo por obtener al menos algunas de las cosas que quieren por su cuenta (pueden hacer alguna tarea extra en el hogar o haciendo trabajo de jardinería para un vecino y así ganar dinero), en lugar de comprar los artículos para ellos. Esto le va a ayudar a frenar la idea de que se lo merecen todo y hará que sus hijos personalmente se hagan responsables de lograr sus deseos.

4. No establecer límites

Una tendencia cada vez más popular es que los padres permiten que sus hijos hagan lo que quieran, cuando quieran.

“Quieren ser populares con sus hijos y a menudo tienen miedo de ser firmes con las reglas”, comenta el doctor William Damon, director del Centro de Adolescencia de Stanford. “Es la idea de que ‘mi hijo no me va a querer si le digo que no’”.

Estos padres prefieren ser vistos como el amigo de su hijo, alguien que es divertido, en lugar de una figura de autoridad. Esto los lleva a ser más permisivos. “Es el camino del menor esfuerzo, porque usted no está haciendo cumplir las reglas y no confronta a sus hijos acerca de lo que están haciendo”, dice el doctor Damon.

Pero los niños necesitan reglas y límites. Necesitan entender qué comportamientos son y no son aceptables, y las consecuencias de no cumplirlos.Pero los niños necesitan reglas y límites. Necesitan entender qué comportamientos son y no son aceptables, y las consecuencias de no cumplirlos. Deben saber cuáles son las expectativas que se tienen para las tareas del hogar, el uso de aparatos electrónicos, las tareas del colegio, las horas de llegada, la hora de dormir, la hora de comer y demás.

Los niños que crecen con límites aprenden que es normal y necesario someterse a las autoridades (Hebreos 13:17). Eso incluye obedecer a los profesores, jefes, policías, agentes de seguridad de los aeropuertos —y lo más importante, a Dios.

5. Protegerlos de la realidad de la vida

Nosotros no queremos que nuestros hijos sufran. Si vemos que están sufriendo o que se van a meter en problemas, nuestra reacción inmediata es intervenir rápidamente y remediar la situación por ellos. Así que nos enfrentamos a la persona que hizo llorar a nuestro hijo, llamamos al entrenador e insistimos en que le dé a nuestro hijo más tiempo de juego, o hacemos el proyecto de ciencias para nuestra hija después de que lo ha estado postergando durante un mes.

Los niños pequeños realmente pueden necesitar que sus padres intervengan a su favor. Pero a medida que los niños crecen, necesitan empezar a aprender a enfrentar los problemas por sí mismos. Es un error tratar de proteger a los niños mayores y a los adolescentes de todas las adversidades. Debemos permitir que enfrenten las dificultades ahora para prepararlos para vivir como adultos en este mundo.

“Cuando sufrimos, podemos aprender verdades importantes acerca de nosotros mismos y los demás, verdades que más adelante van a ser de provecho para nuestras vidas... En realidad, el dolor es un maestro necesario”, escribe el doctor Elmore (ibidem, p. 172).

Explíqueles que vendrán pruebas (1 Pedro 4:12) y que éstas son oportunidades para desarrollar carácter (Romanos 5:3-4).

Oración de los padres

No es fácil ser padre en un mundo que va en una dirección totalmente contraria al camino de vida descrito en la Biblia. Los errores en la crianza de los hijos de este artículo pueden considerarse normales en nuestra cultura moderna.

Pero podemos orar y recibir la ayuda de Dios. Tenemos que mantenernos cerca de Dios para evitar las trampas de la sociedad y tener éxito en la crianza de la descendencia divina que Él desea.

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