Dios quiere que todas nuestras relaciones sean saludables, desde nuestras amistades hasta nuestros matrimonios. ¿Cómo quiere Él que pasemos de lo uno a lo otro?
Casi todos desean algún día tener una relación cercana, estable y amorosa con alguien que esté dispuesto a ser un compañero de vida. Es un deseo que nuestro Creador puso en la humanidad, y esa relación puede ofrecernos uno de los elementos más satisfactorios y significativos de una vida feliz.
Pero llegar al punto de hacer un compromiso de por vida con alguien puede ser de todo menos algo fácil. Y con frecuencia, una variedad confusa de emociones, personalidades, esperanzas, sueños y principios espirituales deben enfrentarse antes de que uno pueda establecer un matrimonio estable y feliz. Actualmente, este viaje generalmente involucra un proceso comúnmente conocido como tener una cita con alguien.
Definiciones que varían
El término tener una cita con alguien, sin embargo, puede tener significados diferentes para varias personas, especialmente según las líneas generacionales. Padres y abuelos puedan tener una perspectiva, en tanto que las personas más jóvenes pueden tener una perspectiva muy diferente. ¿Qué debe hacer un joven adulto?
Hubo una época en la que tener una cita con alguien era visto como una reunión puramente social que aún podía incluir muchas personas —algo llamado una cita grupal. Si bien fuera un grupo o sólo una pareja, las citas eran vistas como un tiempo casual que se invertía en conocerse mutuamente y disfrutar de un momento juntos. Una cita no indicaba necesariamente una clase de compromiso o exclusividad y no admitía la actividad sexual. La esperanza era que esas citas conducirían eventualmente a una relación más cercana y amorosa de respeto mutuo que a su debido tiempo conduciría a la pareja hasta el matrimonio.
Las normas culturales han cambiado dramáticamente en años recientes. En muchos círculos las citas se entienden como que una pareja está involucrada en una relación romántica exclusiva con el entendimiento de que están comprometidos el uno con el otro.
Tristemente, en las culturas occidentales actuales, la actividad sexual no sólo se considera como una parte normal de las citas, sino que con frecuencia se espera que sea parte de la relación. Desafortunadamente con frecuencia las citas no son consideradas como un paso hacia el matrimonio. Muchas parejas deciden permanecer en este nivel, viviendo juntos indefinidamente, sin planes para una boda futura.
Cómo manejar las citas según Dios
Con todos los cambios y las diferentes opiniones, ¿cómo podrían en la actualidad un hombre o una mujer solteros encontrar un alma gemela para caminar en la vida? Y, ¿cómo deberían manejar esta relación según las instrucciones inspiradas por Dios? Las normas culturales del pasado o presente no bastan —es necesario examinar lo que la Biblia dice.
Pero la Biblia no menciona el concepto moderno de “tener citas” con alguien. Entonces, ¿qué dice Dios acerca de nuestras relaciones antes de casarnos? ¿Cómo podemos negociar las aparentemente inexploradas aguas de “tener citas con alguien” de una forma cristiana?
Si usted se está haciendo estas preguntas, entonces busque abajo y comience a leer nuestros artículos basados en la Biblia, ¡que le darán una guía sensata!