2 Corintios

El libro de 2 Corintios revela la profunda preocupación que tenía el apóstol Pablo hacia los miembros de la Iglesia de Corinto. Las lecciones que nos da son de vital importancia para cada uno de nosotros.

Inmediatamente después de que Pablo mandara la carta que conocemos como 1 Corintios, él se fue de Éfeso y viajó a Troas, y después a Macedonia. Mientras él estaba allí, Tito le trajo buenas noticias acerca del cambio positivo de la congregación de Corinto después de que él los había corregido y amonestado (2 Corintios 7:6-16).

Desafortunadamente, no todo era buenas noticias.

“Por medio de Tito se enteró que sus reproches habían producido en los cristianos de Corinto un arrepentimiento genuino, y un aprecio hacia la disciplina apropiada de la Iglesia. Pero había síntomas de algo más doloroso. El grupo conectado con los falsos ministros todavía seguía despreciando su autoridad apostólica, tergiversando sus motivos y su conducta; incluso usando su primera carta a los Corintos en su contra acusándolo de otros cargos” (The Universal Bible Dictionary [El diccionario universal de la biblia], p.112).

Pablo escribe otra carta a Corinto

Al enterarse de estos problemas y alegaciones, Pablo escribió 2 Corintios y nuevamente la mandó con Tito. Su principal propósito era animar a los miembros fieles, y advertirles que no se desviaran ni siguieran a estos falsos profetas. También los estaba preparando para su próxima visita. Él esperaba que hubiera un cambio en la forma de pensar de estos elementos revoltosos (12:20-21; 13:1-2).

Refiriéndose a esta segunda epístola como “la epístola por excelencia”, The Expositor’s Bible Commentary [El comentario expositivo de la Biblia] dice: “En esta epístola podemos ver hermosos ejemplos de la ternura de un pastor espiritual que está atento a las necesidades de su rebaño… el ruego de un padre espiritual celoso del afecto, pureza y unidad de sus hijos” (Vol. 11, edición revisada, p. 434).

The Lion Handbook to the Bible [El manual de la Biblia de Lion] afirma: “2 Corintios es quizás la más personal de todas las cartas de Pablo. Es como si nosotros mismos sintiéramos el peso de su propia carga por la preocupación por todas las Iglesias (11:28): lo profundo de su amor hacia ellos y su preocupación constante por el progreso espiritual de ellos… Pablo escribe defendiendo su ministerio y la autoridad que Dios mismo le ha dado como apóstol” (David y Pat Alexander, p. 596).

Acusaciones contra Pablo

Pablo estaba muy preocupado por la Iglesia de Corinto: “Porque de cierto, cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestro cuerpo, sino que en todo fuimos atribulados; de fuera, conflictos; de dentro, temores. Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la venida de Tito” (2 Corintios 7:5-6). Fue Tito quien le dio las buenas noticias acerca de la reacción positiva de los miembros de Corinto a su primera epístola. ¡Pablo estaba feliz y lleno de alegría!

La mayoría de la Iglesia de Corinto había obedecido y sometido a las instrucciones de Pablo. Desafortunadamente un pequeño grupo todavía seguía oponiéndose y haciendo acusaciones en contra del apóstol.

“Estos mismos oponentes lo acusaban también de ser muy vanidoso, y de ser débil y cobarde; afirmaban que Pablo siempre estaba amenazando pero que no hacía nada concreto, haciendo promesas que no cumplía, siempre diciendo que iba a visitarlos, pero que nunca venía; y que él vacilaba en sus enseñanzas y en la práctica de estas” (W.J. Conybeare and J.S. Howson, The Life and Epistles of St. Paul [La vida y epístolas de san Pablo], p. 439).

Buena parte de 2 Corintios está dedicada a defenderse de la oposición de este grupo de falsos ministros.

Contexto cultural de la ciudad de Corinto

Los miembros de Corinto tenían que lidiar con muchas influencias negativas de la sociedad en la cual vivían. Corinto era la capital de la provincia romana de Acaya en la parte sur de Grecia, y era un puerto de gran importancia. Era un gran centro comercial que atraía a muchos extranjeros de todo el mundo. Corinto también era el lugar donde se celebraban los Juegos Ístmicos.

Corinto era conocida por su riqueza, lujo y por su estilo de vida licenciosa. La adoración de Afrodita era parte importante de la vida religiosa de los habitantes. De hecho llegó a conocerse como la ciudad más corrupta y libertina de Grecia.

Resumen de 2 Corintios

El siguiente es un resumen de los temas que se encuentran en 2 Corintios:

Capítulo 1

Pablo explicaba como Dios lo consoló durante severas pruebas. Él reconoció el apoyo de los miembros de Corinto a través de sus oraciones. Él explicaba por qué tuvo que cambiar sus planes y no pudo ir a visitarlos.

Capítulo 2

Él animó a los miembros a perdonar y aceptar a la persona obstinada que se menciona en 1 Corintios 5:3-5. Él describía la aflicción y angustia en su corazón, y como Dios intervino misericordiosamente con él (2 Corintios 2:4-5).

Capítulo 3

Pablo explicó el ministerio del Nuevo Pacto e hizo un contraste con la administración del Antiguo Pacto. A través del poder del Espíritu Santo, el “velo” (la falta de entendimiento acerca de los caminos de Dios) es quitado de aquellos que están siendo llamados en este tiempo: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen [de Cristo], como por el Espíritu del Señor” (3:18).

Capítulo 4

Pablo explicaba como “el dios de este siglo” (Satanás) ha cegado las mentes de los incrédulos “para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo” (4:4). Pablo refiriéndose a sus pruebas, explicaba cómo muchas veces estuvo a punto de morir (4:7-15).

Sin embargo, Pablo se sintió animado cuando puso la mirada en las promesas futuras y no en sus condiciones presentes. Él dijo: “aunque este nuestro cuerpo exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día” (4:16). Su enfoque estaba fijo en las cosas “que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas (4:18, énfasis añadido).

Capítulo 5

Pablo les aseguró acerca de la esperanza de la resurrección y del gozo de estar en la presencia de Jesucristo a su regreso (5:1-11). Él siguió ilustrando qué es la verdadera conversión y cómo los cristianos son traídos en armonía (reconciliados) con Cristo: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (5:17, énfasis añadido).

Capítulo 6

Pablo ofreció pruebas de que él era un ministro de Jesucristo, un hecho que algunos de aquellos falsos ministros habían puesto en duda (6:1-10). Él advirtió a los miembros que no se dejaran llevar por la sociedad, ya que ahora eran hijos de Dios: “Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” (6:18).

Capítulo 7

Pablo estaba extremadamente feliz a causa del arrepentimiento genuino de los miembros de la Iglesia de Dios en Corinto. Él explicó la diferencia entre la tristeza del mundo que

“produce muerte” y la tristeza de Dios que lleva a la vida eterna. Él dio una lista de características de la tristeza según Dios para asegurarles que ellos estaban “limpios en el asunto” (7:9-12). Estas cualidades nos pueden ser de mucha utilidad al analizar nuestro propio arrepentimiento cuando hemos pecado.

Capítulos 8-9

Estos capítulos contienen instrucciones acerca de la importancia de desarrollar una actitud del dar, “porque Dios ama al dador alegre” (9:7). Las Iglesias de Macedonia dieron un maravilloso ejemplo de generosidad bajo las circunstancias más difíciles —ellos tenían una “actitud dispuesta” para apoyar y cuidar de los necesitados (8:12; 9:6-9).

Pablo mencionó el fondo de ayuda para los santos en necesidad, y los animó a que completaran esta ministración contribuyendo en todo (8:16-9:15).

Nuestro Creador es el gran dador de todas las cosas. Él estuvo dispuesto a darnos el mayor regalo de todos, su Hijo, quien murió en nuestro lugar por causa de nuestros pecados (Romanos 6:23; Juan 3:16). De la misma manera, Dios espera que nosotros desarrollemos una actitud generosa de dar.

La Biblia exalta las virtudes del dar. Dos de los Diez Mandamientos, el octavo y el décimo, contrastan los dos caminos de vida: obtener y dar. Para más información, descargue y lea nuestro folleto Los Diez Mandamientos: Todavía importan.

Capítulos 10-11

Pablo advirtió a los corintos acerca de las tácticas engañosas de Satanás y la batalla espiritual que todos los cristianos enfrentamos (2 Corintios 10:1-6). Después se dirigió a sus oponentes que lo habían criticado en varias áreas. Él categóricamente demostró que poseía todas las cualidades de un verdadero apóstol de Jesucristo, y respondió a todos los cargos dirigidos contra él (10:7-11).

Como prueba adicional de que él no era un apóstol de segunda categoría, Pablo mencionó muchas de las pruebas que había sufrido y las adversidades que tuvo que soportar para poder servir a las Iglesias y predicar el evangelio (11:22-33).

Capítulo 12

Pablo describió las “visiones y revelaciones del Señor” cuando un hombre (Pablo) fue “arrebatado hasta el tercer cielo” (12:1-6). Pero le fue dado “un aguijón en la carne” para que siguiese humilde. Pablo le rogó a Dios que se lo quitara, pero en lugar de quitárselo, Dios le dijo que le daría la fuerza para soportar la prueba (12:7-10). A pesar de las adversidades, Dios demostraría su poder en la vida de Pablo.

Capítulo 13

Aquí Pablo toma una posición un poco diferente con aquellos que cuestionaban su autoridad. Los que acusaban a Pablo pusieron en duda su legitimidad como apóstol, pero en lugar de defenderse, él los amonestó a que se examinaran ellos mismos: “Examinaos [poner a prueba] a vosotros mismos [no Pablo] si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos” (13:5). Pablo les dijo que tenían que hacer un inventario de la condición espiritual de ellos mismos (no los demás). El resultado lógico de este  examen era que sus oponentes entenderían que él, Pablo, y sus compañeros en el ministerio no estaban “reprobados” (13:6).

El arrepentimiento es una parte vital del crecimiento de un cristiano y es un requisito para poder recibir el poder del Espíritu Santo —y así finalmente recibir la vida eterna.Pablo les advierte que a su regreso él no va a vacilar en usar su autoridad apostólica si así fuera necesario (13:1-10).

Finalmente, Pablo los animó diciéndoles: “Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz, y el Dios de paz y de amor estará con vosotros” (13:11).

Arrepentimiento: el fundamento sobre el cual edificamos nuestra vida

El arrepentimiento es uno de los principales temas en 2 Corintios.

Qué tan importante es el arrepentimiento?

Cristo dijo que “No, antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Lucas 13:3, 5). El arrepentimiento es una parte vital del crecimiento de un cristiano y es un requisito para poder recibir el poder del Espíritu Santo —y así finalmente recibir la vida eterna. A través del proceso del arrepentimiento, empezamos a entender lo alejados que vivíamos de la voluntad y las leyes de Dios. Aquí es cuando la vida de un verdadero cristiano comienza. Es la benignidad de Dios la que nos guía al arrepentimiento (Romanos 2:4).

¿Qué es el arrepentimiento?

El diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo de Vine define la palabra griega para arrepentimiento como “cambiar de opinión o el propósito, y en el NT involucra siempre un cambio a mejor, una enmienda, y siempre, excepto en Lc 17.3, 4, de arrepentimiento del pecado” (“Arrepentirse, arrepentimiento”).                                                                

Al entender que el arrepentimiento es el fundamento sobre el que edificamos nuestra vida cristiana, el líder de la iglesia cristiana del siglo XX Herbert W. Armstrong dio la siguiente definición: “Arrepentimiento es un cambio de pensar y ACTITUD. Es un cambio de esta actitud carnal de hostilidad hacia Dios —de rebelión contra las leyes de Dios, a una actitud opuesta de amor, sumisión, obediencia, y adoración a Dios, y de dependencia en Él. Es un giro de 180 grados en actitud y propósito, al camino de justicia de Dios…

“Significa estar ARREPENTIDO, no sólo por lo que usted ha hecho, sino también por LO QUE USTED ES!... Significa que queremos ser transformados para justicia” (What Do You Mean …“The Unpardonable Sin”? [¿Qué quiere decir … El pecado imperdonable?]).

¿Por qué el apóstol Pablo expresó tal alegría y júbilo cuando los Corintios se arrepintieron?

La carta anterior de Pablo tuvo un muy buen resultado. Hizo que la mayoría de los miembros tuvieran un arrepentimiento genuino a la manera de Dios. Pablo dijo: “Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios… Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte” (2 Corintios 7:9-10, énfasis añadido).

En el versículo 11 Pablo explicó la fórmula de un arrepentimiento genuino y a la manera de Dios. (Lea más acerca de este tema en nuestro artículo “La tristeza según Dios”).

Haga algo al respecto

Cada uno de nosotros debería estar dispuesto a reconocer que nuestros propios caminos no siempre agradan a Dios. A menos que sinceramente nos arrepintamos, no vamos a heredar lo que Dios tiene preparado para aquellos que lo aman —aquellos que se han arrepentido de su pecaminosa manera de vivir (1 Corintios 2:9-10; 1 Pedro 1:3-5).

Ojalá que nunca perdamos de vista las increíbles promesas que Dios nos ha dado en la Biblia.

Lea más acerca de las cartas de Pablo en la sección “Epístolas de Pablo”.

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