Según la Sociedad Bíblica Americana, sólo uno de cada siete americanos lee la Biblia diariamente. Cerca de la mitad la lee menos de tres veces al año, y 28 por ciento dice que nunca la lee. Sin embargo, 61 por ciento dice que quisiera leerla más.
Si usted tiene poco conocimiento acerca de la Biblia, ¿qué necesita saber para que este libro tenga más sentido para usted?
A continuación le diremos siete cosas que debe saber antes de leer la Biblia.
1. La Biblia fue escrita por cerca de 40 autores diferentes.
La Biblia no es un libro tradicional —escrita por un solo autor y dividida en capítulos. La Biblia podría describirse como una compilación de libros escritos por diferentes hombres en un lapso de cerca de 1.500 años. La Biblia está compuesta por 66 libros individuales —que a su vez, están divididos en capítulos y versículos (tenga en cuenta que las divisiones de capítulos y versículos fueron añadidas años más tarde por los hombres, en un intento por organizar la Biblia y hacerla más fácil de explorar).
Aunque casi 40 hombres escribieron los 66 libros de la Biblia, en otro sentido, sólo hay un autor. Pablo dijo en 2 Timoteo 3:16 que “Toda la Escritura es inspirada por Dios”.
2. La Biblia fue escrita originalmente en lenguas antiguas.
La mayoría del Antiguo Testamento (los primeros 39 libros de la Biblia) fue escrita en hebreo antiguo. Hay unas pocas partes del Antiguo Testamento (porciones de Daniel y Esdras) que fueron escritas en arameo. Estas porciones fueron escritas mientras los judíos eran dominados por Babilonia y más tarde por Persia. El arameo fue una especie de “lengua franca” (lengua universal) del mundo antiguo, un idioma que era entendido por múltiples culturas.
El Nuevo Testamento fue escrito originalmente en griego koiné, que se había esparcido por el mundo mediterráneo como resultado de las grandes conquistas de Alejandro. Este dialecto griego permitió que el Nuevo Testamento se leyera en todo el Imperio Romano.
Ya que ninguno de los manuscritos originales (o autógrafos) existen en la actualidad, cada texto que tenemos es o una copia o una traducción. Sin embargo, los manuscritos más antiguos que se conocen en la actualidad tienen bastantes años. Los Manuscritos del Mar Muerto, por ejemplo, datan entre el 200 a.C. y el 68 d.C. Con frecuencia, ciertos pasajes confusos o contradicciones aparentes pueden ser aclarados al estudiar las palabras utilizadas en el idioma original.
3. La Biblia está dividida en dos testamentos con siete divisiones principales.
La forma más universalmente aceptada de organizar la Biblia es en el Antiguo y el Nuevo Testamento (o pactos). El Antiguo Testamento está compuesto por los libros más antiguos de la Biblia y hace una crónica de la interacción de Dios con las naciones de Israel y Judá. El Nuevo Testamento se enfoca en el Nuevo Pacto entre Dios y la Iglesia, por medio de Jesucristo. Si desea aprender más acerca de los dos pactos, lea “Pactos bíblicos”.
Los eruditos van más allá y dividen los libros de la Biblia en siete agrupaciones principales basados en el propósito general y el estilo de los libros:
- La Ley
- Los Profetas
- Los Escritos
- Los Evangelios y Hechos
- Las Epístolas de Pablo
- Las Epístolas generales
- El libro de Apocalipsis
4. La Biblia es una épica familiar.
La Biblia menciona a cientos de personas. Pero en cierta forma la Biblia puede ser vista primariamente como la historia de una familia. La historia comienza en el libro de Génesis. En Génesis 11:26 encontramos un hombre llamado Abraham (originalmente Abram). Este libro describe la relación que Dios desarrolla con Abraham y la promesa de hacer que sus descendientes sean “una gran nación” (Génesis 12:2) —una nación que tendría un gran impacto en el mundo entero.
Pero Abraham y Sara eran ancianos y no tenían hijos. Por medio de un milagro, Dios eventualmente hizo posible que ellos concibieran y tuvieran un hijo llamado Isaac. Isaac luego tuvo dos hijos, Esaú y Jacob. Jacob tuvo 12 hijos que colectivamente conformaron la nación de Israel. El resto del Antiguo Testamento describe las pruebas, triunfos, surgimiento y caída de los descendientes de Abraham.
El Nuevo Testamento continua con esta épica familiar en la vida de Jesucristo, quien vino a la Tierra como descendiente de Abraham e hizo posible que las personas que no fueran descendientes físicos de Abraham pudieran tener una relación con Dios —al convertirse en los descendientes espirituales de Abraham (Gálatas 3:28).
5. La Biblia no disimula la realidad de sus personajes.
Muchos críticos afirman que la Biblia es un libro de mitos escritos por los hombres. Pero si la Biblia hubiera sido inventada por los hombres, los autores de las Escrituras podrían fácilmente haber inventado personas perfectas para llenar sus relatos.
Pero en vez de ello la Biblia nos presenta sus héroes con sus flaquezas. Aunque hace énfasis en la fe y en las victorias espirituales de muchos hombres y mujeres, también nos da una perspectiva equilibrada de su vida y los muestra con sus batallas y debilidades.
Por ejemplo, a Abraham se le llama el padre de los creyentes (Gálatas 3:7), pero en su historia podemos ver varios momentos de debilidad, tales como decir medias verdades en ciertas ocasiones.
Solamente una persona se muestra perfecta: Jesucristo, quien fue Dios en la carne.
Cuando leamos la Biblia, debemos poner especial atención a las debilidades y flaquezas de sus personajes, porque la Biblia pretende que aprendamos las lecciones y no repitamos los mismos errores (1 Corintios 10:6).
6. La Biblia tiene historia, pero no es un texto de historia.
La Biblia está llena de historia, pero no es esencialmente una obra de historia. No trata de ofrecer un estudio exhaustivo de la historia de Israel.
En vez de ello, podríamos decir que la Biblia presenta la historia que necesitamos saber. En otras palabras, la historia es incluida en el contexto para entender qué y por qué Dios hizo lo que hizo.
Por ejemplo, los Evangelios nos ofrecen pocos detalles de los acontecimientos de la vida de Jesús entre su nacimiento y el comienzo de su ministerio público, pero cubren con gran detalle la última semana de su vida física.
La Biblia admite que sencillamente ignora buena parte de la historia por la sencilla razón de que si se escribiera todo lo que pasó, “ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir” (Juan 21:25).
Lo que es importante es que la historia registrada en la Biblia, una y otra vez, ha probado ser precisa y confiable. Si desea aprender más, lea “¿Es cierta la Biblia? Prueba 3. ¿Qué nos dice la historia?” y “¿Es cierta la Biblia? Prueba 1. Arqueología”.
7. La Biblia debe leerse para aplicarse.
Éste es el punto más importante. Usted no puede leer la Biblia como cualquier otro libro. No se debe leer como uno lee una novela o como uno lee un texto de historia. La Biblia fue diseñada para ser leída como un libro vivo, con leyes, principios, verdades y ejemplos que se deben aplicar a su vida en la actualidad.
Veamos cómo lo expresa Hebreos 4:12: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.
Aunque la Biblia haya sido escrita varios miles de años atrás, su contenido nunca pierde vigencia. Usted puede tomarlo hoy, en el siglo XXI, aplicarlo y cosechar sus beneficios.
En 2 Timoteo 3:16 leemos que la Biblia ha sido escrita para darnos doctrina, corrección e instrucción acerca de cómo ser justos. Estudiamos las leyes bíblicas y las instrucciones para aprender cómo aplicarlas en nuestra vida (Proverbios 6:23). Estudiamos los relatos históricos para aprender las lecciones acerca de cómo vivir (y cómo no vivir), según el ejemplo de otros (1 Corintios 10:6). Estudiamos la vida de Cristo para aprender cómo seguir su ejemplo en nuestra vida (1 Pedro 2:21). Estudiamos las doctrinas de la Biblia para aprender lo que debemos creer —y cómo esas creencias deben aplicarse en nuestra vida (1 Timoteo 4:6).
Esperamos que estos principios le sean útiles si está comenzando a leer la Palabra de Dios. Tal vez desee leer otros artículos relacionados: “Por dónde comenzar la lectura de la Biblia” y “Herramientas para el estudio bíblico: ¿dónde empezar?”.
¿Por qué es tan difícil entender la Biblia?
- Es larga y variada. Tener un bosquejo puede ser útil (vea los artículos de VidaEsperanzayVerdad, en la sección “Santa Biblia”).
- Fue escrita hace mucho tiempo atrás por personas de diferentes culturas y antecedentes. Estudiar la historia de la Biblia, el momento histórico y las culturas, puede hacerla parecer menos extraña.
- Fue escrita en diferentes lenguas, con idiomas que no son familiares. Trate de comparar buenas traducciones modernas.
- Puede ser difícil encontrar cosas en la Biblia. Saber cómo buscar y familiarizarse con ella puede darle un buen comienzo (vea: Cómo encontrar respuestas a sus preguntas en la Biblia).
- Fue escrita desde la perspectiva de Dios. Por ejemplo, Jesucristo dijo que sus parábolas sólo las podían entender sus seguidores —los llamados por el Padre (Mateo 13:10-17). Orar pidiendo entendimiento y seguir el proceso de conversión para recibir el Espíritu Santo puede ayudar. Lea nuestro folleto gratuito ¡Cambie su vida!
Cómo profundizar en la Biblia
Cuando usted quiere ir más allá de lo básico, ¿cómo puede tener más conocimiento y entendimiento de un pasaje en la Biblia?
- Lea el contexto. Tenga un bosquejo —¿dónde encaja esto en este capítulo, este libro y el mensaje en general de la Biblia?
- Lea un resumen del libro o la sección. Revise una Biblia de estudio, un manual bíblico, un diccionario bíblico o los artículos que aparecen en VidaEsperanzayVerdad, en la sección “Santa Biblia”.
- Busque palabras específicas en diferentes traducciones y en el griego y hebreo originales, teniendo en cuenta los matices del significado.
- Hágase preguntas tales como: ¿quién, qué, dónde, por qué y cómo?
- ¿Está citando otro pasaje (o se cita en otra parte)? Profundice en ese pasaje también.
- Pregúntese, ¿por qué está esto en la Biblia? También pregúntese: ¿qué quiere Dios que yo haga con esto?
- Siempre habrá más preguntas. Hay que darle prioridad a aquellas que le sean más útiles para su crecimiento espiritual.
- Aprenda más de los recursos que usted puede utilizar al profundizar en la Biblia en nuestros artículos: “Cómo encontrar respuestas para sus preguntas bíblicas” y “Herramientas para el estudio bíblico”.
Un ejemplo de una inmersión más profunda
(Condensado del artículo “¿Es Cristo el fin de la ley? ¿Qué significa esto?”)
“Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree” (Romanos 10:4). ¿Qué significa “el fin de la ley”?
Busque en una concordancia: “fin”, proviene de la palabra griega telos.
Busque en diccionarios bíblicos y Biblias de estudio: la palabra telos puede ser traducida de una manera diferente dependiendo del contexto. Puede significar “resultado final o destino final” (Mounce´s Complete Expository Dictionary of Old and New Testamente Words [Diccionario expositivo completo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento de Mounce], 2006, “fin”). También puede significar “el objetivo o propósito de una cosa” (Vine´s Complete Expository Dictionary of Old and New Testament Words [Vine: Diccionario expositivo completo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento], 1985, “fin, final”). La Biblia de estudio de NKJV, dice: “Fin puede significar ‘cumplimiento’; esto es; Cristo cumplió todos los requisitos de la ley. También puede significar ‘meta’, para decir que Cristo era el objeto al cual guiaba la ley” (2007, comentarios de Romanos 10:4).
Busque el uso de la palabra en otras escrituras y traducciones: telos también es utilizado en 1 Timoteo 1:5: “Pues el propósito de este mandamiento es el amor” (énfasis añadido). Otras traducciones lo rinden como “objetivo” y “meta”.
Si usted escribe sus conclusiones y otras preguntas que surjan en su investigación, usted tendrá una cantidad increíble de ideas para un estudio más profundo.