Cuando Google entró en escena, hace casi 20 años atrás, era sólo un buscador —una poderosa herramienta que cualquiera podría usar para rastrear la vasta expansión de la red mundial en busca de respuestas, pero al fin y al cabo una herramienta.
Actualmente, es algo totalmente diferente. La cruzada de Google por organizar la información y proveer las respuestas le ha llevado a integrarse en prácticamente cada rincón y rendija de la vida diaria. Todavía es un buscador, sí, pero también se ha expandido al mundo de la música, los libros electrónicos, los buscadores en la web, la navegación, las opiniones de restaurantes, los sistemas operativos, las plataformas de video y más —recopilación de datos, análisis de tendencias, detección de patrones, extrapolación de indicadores— y luego le da a uno la información que necesita aun antes de solicitarla.
Esta mañana Google me dijo que debía esperar un recorrido de seis minutos hasta el trabajo con poco tráfico. Tenía razón. En estos momentos me está diciendo dónde he estacionado el auto, cuál es el clima afuera y qué cuentas están pendientes por pagar mañana. También me está recordando que debo trabajar en este artículo, porque Google lo sabe todo.
Bueno… casi todo.
Impulsado por la gente
A pesar de todos los algoritmos y la capacidad increíble para buscar datos, Google todavía tiene un problema serio:
Sólo sabe lo que nosotros sabemos.
Esto no importa mucho cuando se trata de respuestas en blanco y negro, precisas, concisas, evidentes. Si usted quiere saber cuántas películas de “Land Before Time” se han hecho, Google le puede decir (Respuesta: hasta el momento 14, y una serie que duró poco en televisión).
Si usted se pregunta cuántas cucharadas, según la medida de Estados Unidos, hay en una tonelada métrica de agua, Google le puede decir (respuesta: un poco más de 67.628).
Si usted quiere saber cuál es la mejor forma de reemplazar ese accesorio casi imposible de alcanzar dentro de su auto, Google puede decirle cómo hacer eso también (respuesta: es posible, pero requiere una herramienta especializada que todavía no ha sido inventada por ninguna civilización conocida).
Pero Google sólo sabe esas cosas porque nosotros las sabemos. Estas respuestas son cortesía de las personas que se tomaron el tiempo para escribirlas y postearlas en línea. Todo lo que Google puede hacer es llevarnos a ellas.
Opiniones, no respuestas
El problema surge cuando dejamos el campo de lo negro y blanco y nos sumergimos en el campo de las perspectivas mundiales altamente polarizadas. Intente escribir “qué es amor” en Google y usted entenderá de lo que estoy hablando. En Wikipedia podrá ver una definición errática (“Amor es una variedad de diversos sentimientos, estados y actitudes que van desde afecto interpersonal hasta el placer”), un puñado de proyectos tipográficos espectacularmente sin sentido (“Amor significa nunca tener que pedir perdón”), y por supuesto el terrible video musical de la canción de Haddaway que tuvo tanto éxito en 1993.
Google tendrá el mismo problema con cualquier pregunta filosófica de la vida. Trate de buscar, “la mejor forma de vivir mi vida”, “cómo encontrar la felicidad” y “lo que hace que algo sea errado”, y usted no encontrará una sola respuesta. Encontrará páginas y páginas de opiniones.
Y éste es el fondo de la cuestión: cuando la raza humana no puede encontrar una respuesta, tampoco Google lo puede hacer.
La fuente de las respuestas
Esto no significa que no exista una respuesta. Tan impresionantes como puedan ser, Google y sus muchos competidores siguen siendo construidos por los seres humanos. Hay cosas que no saben, cosas que no pueden saber con certeza, pero nos hacemos un daño si tomamos esto como una prueba de que nadie sabe.
El año pasado tuvimos una serie de cinco artículos explorando Cómo podemos estar seguros de que la Biblia es veraz. Actualmente, tenemos otra serie acerca de Cómo estar seguros de que Dios existe. Éstas son las dos preguntas más importantes que cualquier persona se puede hacer. Ésta es la razón:
Si la Biblia es cierta, entonces sus autores escribieron sus respectivas contribuciones por inspiración del Dios que creó el universo e hizo que todo funcionara (2 Timoteo 3:16). Y si Dios existe, entonces Él tiene la respuestas que estamos buscando (1 Juan 3:20).
Como explicamos en las series mencionadas (“¿Existe Dios?” y “¿Es la Biblia veraz?”), la evidencia disponible nos lleva a un Creador todopoderoso que preservó su Palabra para nosotros a través del vehículo de la Biblia.
Por lo tanto, la Biblia no es un antiguo documento histórico con poca o ninguna relevancia en nuestra era moderna. Por el contrario: “La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12).
El polvo del tiempo no ha podido apagar esa agudeza. Las civilizaciones han surgido y caído en la historia, en el tiempo que ha sido necesario para completar los muchos libros de la Biblia, pero su contenido divinamente inspirado sigue siendo tan importante en la actualidad como lo fue hace miles de años atrás.
Una guía de la guía
Con esto en mente, hemos creado esta edición de Discernir para que sirva como una especie de guía a la guía definitiva. Como fue escrita miles de años atrás por un grupo diverso de escritores que vivieron en un amplio rango de culturas que abarcaron múltiples épocas de la humanidad, la Biblia puede ser un libro intimidante —pero no se preocupe, nosotros lo protegeremos.
En esta edición, usted encontrará una serie de recursos útiles para obtener el máximo provecho al utilizar la Biblia. Vamos a darle todas las cosas que necesita saber antes de leer la Biblia, si es que usted quiere que tenga sentido. Vamos a ver por qué la Biblia es tan difícil de entender y qué puede hacer al respecto. Le mostraremos cómo hacer un estudio básico de la Biblia y aun explorar formas en que usted puede profundizar en sus páginas.
Pero antes de hacer todo esto, echemos primero un rápido vistazo a tres cosas importantes que usted puede encontrar en estas páginas, empezando con:
1. Moralidad
Por cientos de años, los filósofos han disfrutado desdibujando la línea entre el bien y el mal, pero el hecho es que al fin y al cabo las cosas no son tan borrosas.
Cuando nos convertimos en nuestro propio estándar moral —cuando cada juicio que hacemos del bien y el mal está basado en nuestras opiniones y nuestros pensamientos y nuestros sentimientos— entonces las cosas van a ser muy subjetivas, superficiales. Pero cuando usted cambia y permite que Dios sea quien establezca estas diferencias según sus parámetros fijos, invariables, pronto descubrirá que esas líneas son mucho más claras de lo que algunas personas las hacen parecer.
Los parámetros de Dios no son arbitrarios. Él espera que nosotros vivamos por sus mandamientos por nuestro propio bien (Deuteronomio 10:13) y por el bien de los que nos rodean. Y mientras más estemos dispuestos a hacerlo, más ganaremos:
2. Sabiduría y entendimiento
Pensar como Dios es difícil. No estamos equipados naturalmente para operar en el mismo campo que Dios, y por eso es que Él nos recuerda: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:9).
Para nosotros, la forma en que Dios piensa tal vez de inmediato no tenga mucho sentido. Pero mientras más nos esforcemos por vivir no sólo de pan, “sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4), más empezaremos a entender por qué Dios hace lo que hace. Y con eso, ganamos:
3. Perspectiva
Dios no espera que sigamos viendo el mundo desde nuestra limitada perspectiva humana. Mientras más nos dediquemos a vivir su camino de vida, más veremos las cosas como Él lo hace. Y a medida que lo practiquemos más, tendremos mejor perspectiva para comprender el mundo a nuestro alrededor. Un bosque varía según el punto desde el que lo estemos mirando o volando sobre él, y la vida luce diferente a medida que aprendemos a verla según la perspectiva de Dios.
Ésta es la verdad más maravillosa de todas. Hay una perspectiva más grande y con esta perspectiva, su vida y la vida de cualquier persona que haya vivido alguna vez tiene un sentido completo y total. Usted está aquí por una razón, su vida tiene un propósito, e invertir el tiempo en la Palabra de Dios le dará la perspectiva que usted necesita para entenderlo.
Cómo encontrar las respuestas
Es necesario que se haga esta pregunta: ¿quiere respuestas o quiere las respuestas correctas? Google, el portal casi inagotable de todo el conocimiento humano tiene respuestas. Muchas respuestas. Pero en cuanto a las preguntas que importan, ¿cómo puede usted estar seguro de que son correctas?
No puede. No por usted mismo. Pero tiene acceso a una guía más importante, más confiable que Google. La Biblia tiene las respuestas que verdaderamente importan, todas provistas por el mismo Creador del universo.
¿Le gustaría saber?
Cómo hacer un estudio temático de la Biblia
Hay varias formas de estudiar la Biblia. Ésta es una que puede tener en cuenta.
Prerrequisitos:
- Una Biblia (impresa, electrónica, en línea).
- Un lugar y un momento para concentrarse. (Es mejor definir un momento fijo y un lugar.)
- Una concordancia o buscador electrónico o una Biblia en línea (por ejemplo BibleGateway.com). Si desea profundizar en esto, vea nuestro artículo acerca de “Herramientas para el estudio bíblico”.
Pasos para el estudio básico:
- Orar pidiendo guía.
- Escoger un tema (vea nuestro artículo “Temas de estudio bíblico”).
- Busque escrituras relacionadas. Digamos que escogió el tema “comunicación” con el deseo de que sus conversaciones sean mejores y más agradables a Dios. Escriba una lluvia de palabras y frases para buscar en la Biblia con respecto a esto: hablar, decir, escuchar, oír. No olvide palabras como lengua, boca, labios —todos éstos son términos bíblicos para comunicación.
Clave: le puede ser útil buscar en VidaEsperanzayVerdad artículos que contengan las escrituras claves.
4. Tome notas:
- De lo que usted ha encontrado (para poder regresar a donde estuvo).
- De puntos claves de acción —lo que usted va a practicar.
- De preguntas para un estudio futuro.
5. La próxima vez, usted puede revisar rápidamente sus notas y repetirlas.
Puede encontrar ideas adicionales en nuestros artículos “Cómo estudiar la Biblia” y “Por dónde comenzar la lectura de la Biblia”, así como nuestra guía gratuita de estudio 7 claves para un mejor estudio Bíblico.